El nuevo Valderrama
Una infancia triste y dura marca la carrera de Giovanny Hern¨¢ndez, la pieza m¨¢s lujosa de Colombia
El nuevo Valderrama viene ara?ado de la ni?ez. Le delatan sus ojos, a¨²n tristes, su cuerpo, todav¨ªa fr¨¢gil, y ese Dios, 'mi Dios', que le ayud¨® a digerir lo inexplicable y al que acude a¨²n hoy como un aut¨®mata.
Hace ya mucho tiempo que dej¨® de preguntarle a su madre c¨®mo era aquel se?or, su padre, que les abandon¨® nada m¨¢s nacer. Hace tiempo que en su casa ya se come tanto en los d¨ªas pares como en los impares. Pero Giovanny Hern¨¢ndez, el futbolista de 25 a?os sobre cuyas espaldas ha cargado Maturana, contra la opini¨®n de la mayor¨ªa, la reinvenci¨®n de su Colombia, prefiere recordar. 'Lo pasado es pasado, pero no conviene olvidarlo', dice con voz muy baja y calmada, casi en susurro.
Futbolista de sensibilidad ('el f¨²tbol es alegr¨ªa y al bal¨®n hay que acariciarlo'), especialista del pase al vac¨ªo, Giovanny Hern¨¢ndez es la delicia de la Copa Am¨¦rica. 'Pura fantas¨ªa, talento puro', le describe Maturana, su salvador testarudo, el entrenador que le rescat¨® para el f¨²tbol del entierro prematuro al que le hab¨ªan condenado los cr¨ªticos y los aficionados. Porque Colombia le hab¨ªa perdido la fe a Giovanny.
Lleg¨® al f¨²tbol profesional hace cinco a?os como joven prodigio ('el ni?o del mill¨®n de d¨®lares', le llamaban) y la fama se le ech¨® encima. Se visti¨® con la camiseta de la selecci¨®n y la prensa lo cubri¨® de elogios. Pero fue un estrellato ef¨ªmero. Ahogado por la presi¨®n y el cambio dr¨¢stico de nivel de vida, sus maravillas sobre el c¨¦sped dejaron de aparecer, y con ellas, las palabras bonitas de los peri¨®dicos y tambi¨¦n la selecci¨®n. 'Fue muy duro, pero gracias a mi Dios lo super¨¦'.
El matrimonio tambi¨¦n le ayud¨®. Y, sobre todo, el nacimiento de su hijo, que ya tiene 15 meses. 'Lo ves todo el d¨ªa hablando con el hijo', dice un Maturana que no puede evitar la emoci¨®n. 'De pronto, encontr¨® en el hijo al compa?ero de la infancia, a su compinche. Un tipo que da tanto amor es porque quiere mucho amor, y ¨¦l no lo tuvo. Giovanny necesita cari?o, es fr¨¢gil. La vida le ha hecho as¨ª. Su infancia ha sido complicadita'.
'La normal en Colombia', dice Giovanny conformista. 'Aqu¨ª, el jugador de f¨²tbol sale de cuna humilde. Tienes que vivirlas verdes y maduras. Es muy dif¨ªcil cuando puedes comer hoy, pero ma?ana no. Pero nunca desayun¨¦ lo de los ricos. Recuerdo que llegaba a los entrenamientos y todos los jugadores iban mejor vestidos, se sentaban mejor a la mesa, se expresaban mejor. Gracias a mi Dios, tuve una madre que se dej¨® la piel por nosotros. A mi padre no lo conozco, aunque s¨¦ que vive. Nunca cumpli¨® con lo que deb¨ªa. Pero s¨ª tuve una persona que luego me dio el apellido, Nelson Hern¨¢ndez, el esposo de mi madre, el pap¨¢ de mis cuatro hermanos, que siempre me ayud¨®. Muri¨® hace mucho. Luego, entr¨¦ en el Boca Juniors de Cali, y conoc¨ª a una familia que de forma desinteresada me ense?¨® a ser persona antes que futbolista. Gustavo Moreno, mi otro padre, me ense?¨® c¨®mo sentarme en una mesa, c¨®mo comportarme. S¨ª, en el fondo Dios me condecor¨®'.
Los a?os de desencanto no s¨®lo dejaron secuelas emocionales en Giovanny Hern¨¢ndez, tambi¨¦n f¨ªsicas. Tiene las piernas cortas y desproporcionadas, un cuerpo raro. 'Estos cuerpos d¨¦biles son parte de nuestra cultura';, dice Maturana. 'Pero se recuperan con laboratorio y cuidado. El problema de Giovanny es que nadie se preocup¨® por ¨¦l. Y eso al final le va a pasar factura en la alta competici¨®n'.
Fr¨¢gil o triste, Giovanny Hern¨¢ndez es la luz de Colombia en la Copa Am¨¦rica. El futbolista de la claridad, del pase definitivo. Domina la pelota, tiene facilidad para esconderla o lanzarla al espacio vac¨ªo. Encara al rival, le desborda, pero tambi¨¦n se ofrece, acompa?a la jugada, le entrega siempre al compa?ero una salida por donde volver a empezar. Y tambi¨¦n llega y llega.
Las preferencias de la hinchada siguen por otro camino, el del despliegue de ida y vuelta de Grisales o la velocidad y el desborde de Arriaga, pero Maturana permanece testarudo: Giovanny es el elegido. Con otros pelos, es Valderrama.
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