Chirac ocult¨® al Parlamento grandes sumas de dinero en efectivo
Los documentos que la Asamblea Nacional francesa ha transmitido a la justicia prueban que Jacques Chirac, en su declaraci¨®n patrimonial correspondiente al periodo 1988-1993, nunca hizo constar que pose¨ªa cantidades importantes en efectivo. El presidente, que hizo aprobar en 1988 una ley defendida ante los diputados por ¨¦l mismo en tanto que primer ministro y destinada a 'moralizar la vida p¨²blica', parece pues no haber respetado este texto legal, que le obligaba a declarar 'bajo palabra de honor' la totalidad de su patrimonio, sin excepciones.
El problema estall¨® el pasado 22 de junio cuando los jueces que investigan la financiaci¨®n oculta del partido gaullista Uni¨®n por la Rep¨²blica (RPR) se interesaron por una veintena de viajes efectuados por Chirac y sus familiares y amigos entre 1992 y 1995 y pagados en efectivo, por un montante que supera el equivalente a los 60 millones de pesetas. El palacio del El¨ªseo hizo saber que esos millones proced¨ªan de las 'primas', 'dietas' o 'indemnizaciones' -los tres t¨¦rminos fueron utilizados- cobrados por Chirac durante su segunda etapa como primer ministro (1986-88) y procedentes de los fondos reservados o secretos.
Los jueces Riberolles, Brisset-Foucault y Van Ruymbeke sospechan que el dinero en efectivo manejado por Chirac puede tener otro origen y relacionarse con su largo mandato (1977-95) como alcalde de Par¨ªs, periodo que aparece manchado por irregularidades recogidas en tres sumarios: el de contratos de obras p¨²blicas (las empresas abonaban al partido de Chirac un 2% del presupuesto), el de los empleos ficticios (m¨¢s de un centenar de militantes gaullistas habr¨ªan estado a sueldo del Ayuntamiento sin desempe?ar tarea municipal alguna) o el de la SEMPA (una imprenta al servicio del Ayuntamiento y de cuentas poco claras).
Dinero secreto
Seg¨²n el El¨ªseo, 'el dinero procedente de los fondos secretos, por su naturaleza misma, no puede ser objeto de declaraci¨®n'. Esa tesis, que se sostiene dif¨ªcilmente durante el ejercicio de las funciones de primer ministro, resulta cuando menos pintoresca aplicada a justificar gastos de cuatro, cinco o seis a?os despu¨¦s de abandonar Matignon, pues equivale a transferir la calidad 'secreta' del dinero a todo cuanto se compra con ¨¦l.
La l¨ªnea de defensa de Chirac, adem¨¢s de negar la evidencia ante las c¨¢maras televisivas el pasado 14 de julio, pasa ahora por demostrar que el actual Ejecutivo sigue sirvi¨¦ndose de los fondos secretos con igual opacidad y arbitrariedad que en su ¨¦poca. El abogado Jacques Verg¨¨s, antiguo defensor de militantes argelinos independentistas, y el ministro balladuriano Bernard Debr¨¦ (1994-95), han escrito al fiscal Jean-Pierre Dintilhac para preguntarle si los ministros en el poder 'declaran ahora el dinero secreto al fisco'. Debr¨¦ recuerda que ¨¦l, al frente de la cartera de Cooperaci¨®n, percibi¨® 1.200.000 pesetas mensuales: 'Y, como todo el mundo, las tom¨¦ y gast¨¦'.
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