Ba?eros y tranv¨ªas
Los Ba?os del Carmen est¨¢n entre los primeros recuerdos que tengo de las playas de M¨¢laga. La primera experiencia fue con mi madre y con mi hermana. Entonces, cuando yo ten¨ªa entre seis y siete a?os, hab¨ªa una secci¨®n para que se ba?asen las se?oras y otra para los se?ores. Como yo era un ni?o e iba con mi madre, me tocaba ir a la parte de la playa de las se?oras.
Para ba?arse exist¨ªan unas cuerdas en el agua para agarrarse y no ahogarse. Y recuerdo tambi¨¦n a los ba?eros, que eran personas que, como nos pas¨® a mi hermana y a m¨ª alguna vez, ba?aban a los ni?os cuando las madres no pod¨ªan hacerlo. Estos ba?eros eran personal de los ba?os. Al final de la temporada se les daba una propina, aunque imagino que tendr¨ªan un sueldo. Todas las playas de los Ba?os del Carmen, Pedregalejo y El Palo estaban llenas de piedras, lo cual era bastante inc¨®modo.
M¨¢s adelante, cuando ten¨ªa unos 13 o 14 a?os, todos los d¨ªas cog¨ªa el tranv¨ªa que iba del centro de M¨¢laga a El Palo, donde viv¨ªa un amigo, y all¨ª nos ba?¨¢bamos. El tranv¨ªa, aunque ten¨ªa sus paradas, muchas veces se cog¨ªa en marcha y tambi¨¦n se bajaba uno en marcha. Camino de la playa hab¨ªa gente que viajaba en los topes del tranv¨ªa y, cuando llegaba el revisor se bajaban para luego volver a subir. En las playas de El Palo hab¨ªa mucha casa de marengo y era muy bonito ver c¨®mo sacaban el copo.
Con 16 o 17 a?os ya no iba tanto a El Palo, sino al paseo mar¨ªtimo. Donde ahora est¨¢ la playa de la Malagueta, cerca del faro, es a donde iba a ba?arme. Pero no hab¨ªa nada de playa, solo rocas a las que nos sub¨ªamos.
Antes no hab¨ªa turismo, todo el mundo que iba a las playas era de la propia M¨¢laga. Para ba?arme tengo una alberca en mi casa de Churriana y, aunque soy de secano, si alguna vez me ba?o en el mar, lo hago en Torremolinos.
Ahora en las playas hay mucha gente, mucho tr¨¢fico para llegar hasta ellas y no est¨¢n todo lo limpias que deber¨ªan estar. Cuando yo iba de joven, estaban mucho m¨¢s limpias. Aunque tambi¨¦n recuerdo que hab¨ªa unos tubos de desag¨¹e que desembocaban en una de las playas de El Palo y ten¨ªamos que alejarnos bastante para evitar la suciedad que causaban.
Enrique Brinkmann es pintor y naci¨® en M¨¢laga en 1938.
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