Segunda oleada de protestas contra el plan de ajuste en Argentina

La segunda oleada de protestas contra la Ley de D¨¦ficit Cero, que entr¨® en vigor hace una semana, comenz¨® ayer en Argentina con la resaca de una mala noticia que aviv¨® el malestar de los patrocinadores de la movilizaci¨®n. El mes de julio registr¨® niveles r¨¦cord de despidos y suspensiones de trabajadores, que elevaron el ¨ªndice de desempleo nacional al 16,4%. P¨¦sima se?al en la cr¨ªtica situaci¨®n de Argentina, donde los piqueteros que convocaron la protesta contra el recorte salarial de jubilados y empleados p¨²blicos prometieron sacar a la calle a 100.000 personas para cortar las rutas durante 48 horas. El Gobierno trataba de minimizar los efectos de la protesta y aseguraba a primera hora de la tarde que apenas hab¨ªa 11 carreteras cortadas en todo el pa¨ªs.

Los despidos se triplicaron el mes pasado en comparaci¨®n con julio de 2000, seg¨²n las cifras difundidas por la consultora Tendencias Econ¨®micas. Julio fue un mes sin precedentes en el terreno de la conflictividad laboral. Despidos, suspensiones, paros y movilizaciones fueron el pan de cada d¨ªa, mientras en los mercados financieros las noticias eran igual o m¨¢s alarmantes.

A diferencia de la jornada de protesta de la semana pasada, las movilizaciones iniciadas ayer tendr¨¢n una duraci¨®n de 48 horas e incluyen cortes de carreteras y calles en las principales ciudades y localidades argentinas. Al caer la noche estaba previsto un apag¨®n y un cacerolazo. La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se sum¨® a la protesta con un llamamiento a la huelga para hoy, que culminar¨¢ con una manifestaci¨®n desde el Congreso de la Naci¨®n a la Plaza de Mayo de Buenos Aires. Acciones similares han sido convocados en otros puntos del pa¨ªs.

Rezar a San Cayetano El vertiginoso aumento del paro tuvo que ver con la multitudinaria congregaci¨®n que se produjo durante todo el d¨ªa en el santuario de San Cayetano, en el barrio bonaerense de Liniers, con motivo de la tradicional festividad. 'Y la fe, intacta', dec¨ªa una locutora de televisi¨®n. Una pl¨¦yade de desempleados y desarrapados se ha concentrado en los ¨²ltimos d¨ªas en tiendas de campa?a con la esperanza de que el patr¨®n del trabajo se apiade de su situaci¨®n. Cada hora tuvo lugar una misa a la que asist¨ªan cientos de feligreses que reclamaban laburo.

Mientras el Gobierno sigue haciendo cuentas sobre el pretendido adelanto de dinero fresco del Fondo Monetario Internacional (FMI) para garantizar sus reservas de caja, otros actores sociales se suman a la reclamaci¨®n de un cambio de modelo. El reciente acuerdo del FMI con Brasil, con un pr¨¦stamo de 15.000 millones de d¨®lares, despierta recelos en Argentina, cuyos dirigentes temen que dicho apoyo s¨®lo persigue proteger al pa¨ªs vecino del contagio argentino.Representantes de las peque?as y medianas empresas han pedido un acuerdo nacional para evitar el cierre de 60.000 empresas, y proponen alianza con sectores populares para dise?ar 'un modelo socioecon¨®mico distinto'.