Alberto Garc¨ªa, la ¨²ltima esperanza blanca
El fondo, de los 1.500 metros al marat¨®n, es un muro africano: marat¨®n masculino, victoria et¨ªope; los 10.000 metros femeninos, tripleta et¨ªope; los 10.000 masculinos, triunfo keniano; los 3.000 obst¨¢culos, ¨¦xito keniano... S¨®lo los espa?oles se han acercado lo suficiente para ver su grosor. Es un muro hist¨®rico y enorme, pero no rompe la determinaci¨®n de Alberto Garc¨ªa en los 5.000 metros, la ¨²ltima esperanza blanca de los Mundiales: 'Yo no temo a nadie'.
La final ser¨¢ una barrera formada por tres et¨ªopes (el campe¨®n ol¨ªmpico, Wolde; Mekonnen y Abate) y tres kenianos (Kibowen, Limo y Kipketer), seis atletas acostumbrados a marcar su ritmo, habituados a rondar los 13 minutos, un tope insalvable para los europeos. Y contra ella, buscando quebrarla, pelear¨¢ Garc¨ªa, un espa?ol de 30 a?os, un vallecano de aire t¨ªmido que se form¨® en el club madrile?o de atletismo de Moratalaz y al que entrena Arturo Mart¨ªn.
Garc¨ªa vive en Vallecas y adora la San Silvestre vallecana, la carrera de Nochevieja. Es un hombre de casa, un atleta de progresi¨®n lenta (nunca fue internacional j¨²nior y su primera gran competici¨®n fue a los 25 a?os, un Europeo en pista cubierta) pero continua y cuyo ¨²nico secreto es el trabajo. Siempre se encontraba con gente mejor que ¨¦l en Espa?a, pero, a la chita callando, se ha convertido en la gran baza de los 5.000.
Con 1,63 metros y 53 kilos, Garc¨ªa, aire fr¨¢gil, pasaba por ser d¨¦bil mentalmente. Los Juegos de Sydney fueron la gran demostraci¨®n. Muy hogare?o, empez¨® a sufrir nostalgia durante la concentraci¨®n de Adelaida, un par de semanas antes; lo pas¨® mal y lo pag¨® en la competici¨®n (16? en la primera serie, m¨¢s de 14 minutos). Aquel d¨ªa se dijo: 'Nunca m¨¢s. Si no valgo, lo dejo. Pero, si sigo, nunca m¨¢s estar¨¦ tan mal'.
La clase sin fuerza mental y sin trabajo no vale, pero el esfuerzo y el car¨¢cter pueden suplir a veces al gran talento. El nuevo Garc¨ªa, cosecha 2001, ha aunado en su persona las tres patas del tr¨ªpode. Es un atleta con carisma, un tipo con talla de l¨ªder al que respetan y siguen una docena de grandes corredores en la escuela de fondo de Madrid.
Tercero en Lisboa
El refrendo a su golpe sobre lo mesa lo obtuvo en los Mundiales de pista cubierta de Lisboa 2001: bronce en los 3.000, tras El Guerruj y Murhit. Y continu¨® en el verano: a finales de junio bati¨® el r¨¦cord de Espa?a dej¨¢ndolo en unos m¨¢s que respetables 13m 2,54s. Y a mediados de julio fue capaz de ganar la reuni¨®n de Estocolmo, donde ya hab¨ªa kenianos y et¨ªopes.
Lo que no ha cambiado el nuevo Garc¨ªa es su odio a los viajes largos, a estar lejos de la familia. Ha decidido aplicar la m¨¢xima econom¨ªa. ?Cu¨¢ndo es el ¨²ltimo d¨ªa que puedo llegar a Edmonton? ?El s¨¢bado? Pues llegar¨¦ el s¨¢bado aunque corra el lunes. Prefiri¨® adaptarse al cambio horario entren¨¢ndose de madrugada. Lleg¨® el s¨¢bado y el lunes corri¨® con soltura su semifinal. La pr¨®xima madrugada correr¨¢ la final. Intentar¨¢, sin miedo, romper el muro.
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