La animaci¨®n espa?ola se sit¨²a entre las m¨¢s productivas de Europa

'Cuando nosotros empezamos ten¨ªamos claro que esto era un negocio global', comenta Reitg. La primera lengua a la que se doblan todas las series en Cromosoma es el ingl¨¦s. Y, de hecho, en la p¨¢gina web de esta productora catalana, ¨ªntegramente en ingl¨¦s, Las tres mellizas son The triplets. 'El dinero que se invierte no se puede recuperar en el mercado espa?ol'. Reitg reconoce, sin embargo, que existen problemas para adaptar ciertos contenidos a todas las culturas. Tal es el caso de otra de sus series, La bruja aburrida, cuya protagonista desarrolla toda clase de trucos y sortilegios. 'Esto te imposibilita venderla en cualquier pa¨ªs ¨¢rabe porque el Cor¨¢n proh¨ªbe la magia', explica.

Hay algo que personajes y series animadas comparten: la condici¨®n de 'ap¨¢tridas'. Estas producciones no pueden solicitar el certificado de nacionalidad espa?ola y, por tanto, no pueden acogerse a los convenios de coproducci¨®n con otros pa¨ªses.

El sector de la animaci¨®n en Espa?a ha generado durante el ¨²ltimo lustro como media una veintena de series para televisi¨®n por a?o, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Productores de Animaci¨®n. Un volumen de producci¨®n que, sin embargo, no ha crecido parejo a la cuant¨ªa de las ayudas p¨²blicas a este sector, que simplemente no existen. Todas las subvenciones del Gobierno est¨¢n orientadas al cine.

La zancadilla de Mickey

Los grandes estudios de EE UU y Jap¨®n son los principales competidores de las productoras espa?olas. Los del pa¨ªs de Mickey, por la implantaci¨®n y popularidad de sus personajes. En el caso nip¨®n, por lo baratas que resultan sus series. 'Vienen de un mercado que se autofinancia y est¨¢n dispuestos a bajar el precio', se?ala Ana S¨¢nchez, directora de mercadotecnia y comunicaci¨®n de BRB Internacional. Pero hay otra raz¨®n m¨¢s, 'algo que no se dice', indica Antoni d'Ocon. Cuando venden sus pel¨ªculas a las cadenas de televisi¨®n, 'las multinacionales imponen lotes' con sus propias series.

Pese a las cr¨ªticas, Antonio Zurera, codirector de Mil¨ªmetros, reconoce tambi¨¦n que las grandes productoras han sido las responsables de que 'los dibujos de animaci¨®n sean mucho m¨¢s vendibles a otros pa¨ªses que las series de imagen real'. Cita el ejemplo de M¨¦dico de familia, que pese al gran ¨¦xito de sus 119 cap¨ªtulos en Espa?a, s¨®lo pudo exportarse a otros siete pa¨ªses. Precisamente Globomedia coproduce en estos momentos con Crea Anima2, Publigoblo y la RAI su versi¨®n en dibujos animados, que estar¨¢ lista para su emisi¨®n en Italia en 2002.

El p¨²blico infantil, al que se dirige la mayor¨ªa de las series, es muy homog¨¦neo. Aunque no hay que olvidar que 'Disney se ha dedicado a colonizar a los ni?os de todo el mundo desde hace tiempo', a?ade Zurera. 'Todos hemos crecido con los dibujos americanos y nos hemos acostumbrado a ese estilo gr¨¢fico'.