Morante explica el toreo
Entre las ¨²ltimas luces de la tarde, con el crep¨²sculo pintando de gris el aire de la plaza, Morante de la Puebla explic¨® el toreo. Por cogida de Curro V¨¢zquez, al torear de capa al primer toro, la corrida hab¨ªa quedado en un mano a mano entre V¨ªctor Puerto y el torero sevillano. Se enfrentaban as¨ª dos conceptos muy distintos de la lidia y cada diestro exhibi¨® su forma de entender el arte de torear. Al terminar el festejo, un aficionado resumi¨®, en reflexiva sentencia, el resultado del mismo: 'Morante de la Puebla ha toreado para ¨¦l mismo y V¨ªctor Puerto lo ha hecho para el p¨²blico'.
Morante se llev¨® en su muleta al sexto toro con un toreo de ensue?o, en pases muy lentos y templad¨ªsimos, con aroma sevillano. Una tanda de tres naturales y el de pecho, muy ligados, elev¨® la faena a las alturas. Todo esto ocurr¨ªa entre ca¨ªdas de la inv¨¢lida res, y puede decirse que supo aprovechar la borreguez del tullido. Pero, ?qui¨¦n hubiera sido capaz de torearlo as¨ª?
Bayones / V¨¢zques, Puerto, Morante
Toros de Los Bayones, con presencia, flojos y mansurrones. 4?, inv¨¢lido. 5?, manso. 6?, aborregado e inv¨¢lido. Curro V¨¢zquez, cogido al torear de capa el primer toro, sufre probable fractura de dos costillas, de pron¨®stico reservado. V¨ªctor Puerto: media estocada, rueda de peones y descabello (oreja); pinchazo y estocada (oreja); estocada corta ca¨ªda (oreja). Morante de la Puebla: pinchazo, media atravesada que asoma -aviso con mucho retraso- y se echa el toro (silencio); bajonazo (algunas palmas); estocada corta ladeada (dos orejas). Los dos toreros salieron a hombros. Plaza de El Escorial, 10 de agosto. 1? corrida de feria. M¨¢s de media entrada.
V¨ªctor Puerto daba la raz¨®n al sentencioso espectador con una actuaci¨®n entregada, forzada y espectacular en los tres toros que tuvo que matar. Hizo V¨ªctor tres faenas muy distintas entre s¨ª y cada una de ellas se adapt¨® a la perfecci¨®n a las condiciones de sus toros. Con el primero llev¨® a cabo un trasteo muy reposado, sin ligar los muletazos porque la falta de fuerzas del burel no lo permit¨ªa. Destac¨® su toreo con la zurda, unas veces tirando bien del toro y otras aprovechando bien los viajes. Termin¨® con el morlaco metido en la muleta, haciendo alarde de dominio. En lo negativo, habr¨ªa que se?alar que ech¨® mano de alguna ratoner¨ªa y que tore¨® por todos los terrenos de la plaza. En cambio, la faena a su segundo enemigo fue un derroche de t¨¦cnica e inteligencia. Para que nadie echara de menos a Jos¨¦ Tom¨¢s, que hab¨ªa estado anunciado en este cartel, y a quien Puerto sustitu¨ªa, dio ce?idas chicuelinas de escalofr¨ªo y empez¨® la faena con estatuarios en el centro del anillo, sin mover una pesta?a, sigui¨® con series muy cortas, de no m¨¢s de dos otres muletazos y el de pecho, pero es que el toro no hubiera aguantado otras m¨¢s largas. Muchas pausas y cites desde larga distancia, para luego llamarlo desde m¨¢s cerca cuando ya hab¨ªa exprimido las embestidas.
Con el quinto, un manso poco castigado, pas¨® algunos apluros, hasta que se pele¨® con ¨¦l y termin¨® llev¨¢ndoselo en circulares invertidos.
Antes de llenarlos los ojos de chispitas trianeros, Morante estuvo sin brillo ni emoci¨®n con un toro absolutamente inv¨¢lido y obteniendo alg¨²n natural de un toro moribundo a base de esforzarse y de trabajar lo suyo.
Curro V¨¢zquez sali¨® a recoger al que abri¨® plaza, y cuando lo embarcaba con mando y torer¨ªa a la ver¨®nica, el toro le cort¨® el terreno por el pit¨®n derecho. Lo derrib¨®, lo busc¨® y lo pisote¨® en el suelo. Curro se levant¨® muy maltrecho y se dirigi¨® lentamente a la enfermer¨ªa, de la que no volvi¨® a salir, por su pie, llev¨¢ndose la mano con gesto de dolor a la parte inferior del pecho.
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