La misteriosa desaparici¨®n del cham¨¢n-cient¨ªfico llega al cine
'El secreto del doctor Grinberg¡¯ ilustra la era de la contracultura e inaugura la secci¨®n de documentales del Festival de M¨¢laga
El 8 de diciembre de 1994 el neurofisi¨®logo mexicano Jacobo Grinberg-Zylberbaum, de 47 a?os, desapareci¨® de la faz de la Tierra. El que era considerado ¡ªcomo sagazmente le define su hermano¡ª ¡°un cham¨¢n para los cient¨ªficos, un cient¨ªfico para los chamanes¡± no acudi¨® ni a sus clases ni a su laboratorio. Grinberg no era un estudioso m¨¢s. Conocido por ampliar el estudio de la consciencia para evidenciar la existencia de la telepat¨ªa, prol¨ªfico escritor tanto de ficci¨®n como de ensayo, conferenciante solicitado por todo el planeta y con extra?as conexiones con el mundo del poder, el mexicano era un personaje relevante en la contracultura de los ochenta, como bien explica un periodista de Los Angeles Times en el documental El secreto del doctor Grinberg, de Ida Cu¨¦llar, que ayer inaugur¨® la secci¨®n a concurso de documentales del festival de M¨¢laga.
¡°No sab¨ªa qui¨¦n era ¨¦l hasta mi primer viaje a M¨¦xico hace 10 a?os¡±, recuerda Cu¨¦llar, reputado publicista espa?ol con premios en los principales festivales de esta industria y director de cortometrajes. ¡°Me contaron de todo: que llevaba 15 a?os desaparecido, que lo hab¨ªa raptado la CIA, que se lo hab¨ªa llevado la NASA para trabajar con ellos... Lo incre¨ªble es que me hablaban de Grinberg y no me sonaba de nada. S¨ª sab¨ªa, por libros de Jodorowsky, de la existencia de la curandera Pachita [una mujer famosa en M¨¦xico por operar con sus manos desnudas, seg¨²n ella pose¨ªda por el esp¨ªritu de Cuaut¨¦moc], a la que Grinberg estudi¨® en los setenta. De repente me hablaron de este personaje y mir¨¦ una bolsa de libros que hab¨ªa comprado la tarde anterior... y hab¨ªa uno de poemas de Grinberg¡±. A Cu¨¦llar le pic¨® la curiosidad y ley¨® tambi¨¦n la autobiograf¨ªa del cient¨ªfico. ¡°Pens¨¦ que ah¨ª habr¨ªa una pel¨ªcula, y que podr¨ªa hacerla volviendo a M¨¦xico un mes y medio¡±. No era consciente de las ramificaciones de la historia (¡°tras el primer empuj¨®n entend¨ª que no hab¨ªa pel¨ªcula¡±), de los numerosos y necesarios testimonios que busc¨® en Am¨¦rica y Europa para poder armar un documental que ha logrado acabar nueve a?os despu¨¦s, y que claramente pertenece a un g¨¦nero en boga en las plataformas digitales: el true crime.
Grinberg se cas¨® tres veces y tuvo una hija, a la que adoraba. Por eso, desde el inicio, nadie crey¨® a su tercera y ¨²ltima esposa, Teresa Mendoza, cuando a lo largo del mes de diciembre de 1994 fue avisando a los amigos que estaban de viaje, de retiros espirituales: Grinberg no contactaba con su hija. Mendoza tambi¨¦n desapareci¨® poco despu¨¦s. Las autoridades mexicanas ¡ªGrinberg era ¨ªntimo de la hermana del presidente Jos¨¦ L¨®pez Portillo¡ª ordenaron a uno de sus mejores polic¨ªas, el comandante Clemente Padilla, que investigara en mayo en 1995. Y Padilla, como perro de presa, indag¨®: en la casa del cient¨ªfico faltaban los ordenadores, su esposa no era quien dec¨ªa ser, la posibilidad del crimen pasional ¡ªel desaparecido se planteaba divorciarse¡ª fue diluy¨¦ndose ante una teor¨ªa conspirativa a¨²n mayor. Padilla se acercaba a algunas respuestas cuando fue fulminado de su puesto y tambi¨¦n hizo mutis por el foro.
Todo este puzle lo ha ido recomponiendo Cu¨¦llar poco a poco. Con momentos de suerte, como encontrar a Padilla en 2017. El cineasta entendi¨® que a trav¨¦s de la vida de Grinberg pod¨ªa ilustrar el recorrido de d¨¦cadas de la contracultura, que arranca cuando en 1963 Grinberg trabaja en un kibutz en Israel y all¨ª conoce a su primera esposa y el mundo esot¨¦rico. ¡°Hoy esas cosas nos pueden parecer lejanas, protagonizadas por gente como Carlos Castaneda, que actualmente est¨¢ muy denostado. Pero a la vez ha empezado a resurgir el inter¨¦s por estos conceptos, y Grinberg siempre fue un gran estudioso que volv¨ªa al laboratorio a contrastar sus investigaciones¡±.
El mexicano fue invitado a trabajar a Nueva York, y ah¨ª se abre otra puerta a algo que se confirm¨® hace poco, cuando se desclasificaron miles de documentos de la CIA: su colaboraci¨®n con el Gobierno estadounidense, su labor para los servicios secretos de ese pa¨ªs. Como apuntan en el documental: ¡°En aquellos a?os, ?qui¨¦n no quer¨ªa investigar la telepat¨ªa?¡±. F¨ªsica cu¨¢ntica y seudociencias se mezclan en los libros del cient¨ªfico. ¡°Hay algo bonito en quienes han colaborado en el filme¡±, advierte el cineasta, ¡°y es que todos tienen su propio Grinberg. Un h¨¦roe solo tiene una vida y una muerte. Un mito tiene muchas vidas y muchas muertes. Grinberg pertenece a esta segunda categor¨ªa, y por eso cada una de sus facetas impulsa una teor¨ªa distinta sobre su desaparici¨®n¡±.
Cu¨¦llar, que inserta poderosas im¨¢genes c¨®smicas y bellos planos de los viajes, reconoce que hubo un momento en que abandon¨® su idea original: ¡°Quer¨ªa hacer un filme de autor, y me di cuenta de que el tema y los personajes me empujaban por otro lado. Ha sido una b¨²squeda, y me he sentido m¨¢s detective que director de cine¡±. Durante la investigaci¨®n, Padilla ¡ªque apuesta por teor¨ªas conspirativas¡ª se encontr¨® con m¨²ltiples problemas. ¡°No hay cad¨¢ver, por tanto no hay pruebas¡±. Nunca se supo si Grinberg se fue voluntariamente o no. Cu¨¦llar indica que el mexicano dej¨® ¡°miles de pistas¡± en sus escritos sobre esa posible huida: ¡°Pero, ?y yo qu¨¦ s¨¦?¡±.
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