La polvorilla de Palencia

Antes, mucho antes, que el atletismo estaban el f¨²tbol y todos aquellos juegos que pusieran a prueba el car¨¢cter hiperactivo de Marta Dom¨ªnguez. De ni?a, jugaba al f¨²tbol con su hermana y una compa?era del colegio. Y, cuando no era con la pelota, empezaba con la peonza o las chapas. La t¨ªpica polvorilla que tiene cicatrices en las piernas de aquellos a?os. Si hab¨ªa que competir o pelear, siempre daba el primer paso. Y, si hab¨ªa que llamar a todos los chavales del barrio para jugar, tambi¨¦n era la primera. Por ah¨ª comenz¨® en el atletismo.

Un d¨ªa llam¨® a unos amigos para jugar un partido y ellos le respondieron que no pod¨ªan. 'Hoy, no; tenemos que entrenarnos para correr', le contestaron. Pues a correr. ?se fue su inicio como atleta. 'Hac¨ªamos de todo: correr, saltar, lanzar. A m¨ª me gustaba. Aquello iba con mi forma de ser', comenta Marta. Un t¨ªo de sus amigos era el entrenador del grupo. Un a?o despu¨¦s, lleg¨® el que forjar¨ªa su carrera deportiva. Mariano D¨ªez es el t¨¦cnico que la ha dirigido desde ni?a. No tuvo dudas cuando la vio: ten¨ªa que entrenarse para las pruebas de fondo. 'Por mi tipolog¨ªa, s¨®lo pod¨ªa correr'.

Baja de estatura, compacta, con una determinaci¨®n que no la ha abandonado desde su etapa juvenil, Marta ha seguido la tradici¨®n de los grandes mediofondistas y fondistas castellanos. Como el inolvidable Mariano Haro, es natural de Palencia. Y, como Haro, no encuentra obst¨¢culos suficientes que la detengan. Cuando corre, no tiene miedo ante nadie. Cree que su desbordante energ¨ªa es de familia, de una saga numerosa que funciona al modo de las pel¨ªculas italianas. 'Mi madre tiene ocho hermanos y yo tengo cuatro, tres chicas y un chico. Cuando se re¨²ne toda la familia para los cumplea?os, nos juntamos 40 personas'. Habla de su familia con tanto afecto que se le ilumina la cara, ya sonriente por naturaleza. Fueron sus t¨ªos quienes le regalaron la cinta rosa que jam¨¢s se olvida de llevar en las carreras. Se trata de un fetiche y del recuerdo de lo que significa su familia para ella.

Su historial como atleta viene de lejos. En cada categor¨ªa ha sido la mejor de Espa?a. Como j¨²nior, fue campeona de Europa de los 1.500 metros. Un a?o despu¨¦s, en 1994, logr¨® la medalla de plata en los Mundiales. A diferencia de otras grandes promesas truncadas, no se sinti¨® abrumada en la siguiente escala, con la ¨²nica particularidad de que su futuro no estaba en el 1.500. 'All¨ª no ten¨ªa nada que hacer porque me faltaba la punta de velocidad en la ¨²ltima vuelta y, como tengo muy mal perder, me pas¨¦ al 3.000 y el 5.000'.

Su traslado a las distancias superiores signific¨® un ¨¦xito inmediato. Habitual en las competiciones de pista cubierta, en las que ha logrado tres medallas de bronce en los Campeonatos de Europa, su consagraci¨®n en las competiciones de verano se produjo en los Europeos de Budapest 98. Obtuvo el tercer puesto en los 5.000 y se convenci¨® de sus posibilidades frente a las mejores. Nunca le ha faltado fe. Se agarra a la pista como pocas, con un coraje que no la ha abandonado desde su ni?ez, cuando desafiaba a todos los chicos del barrio.