La fiesta

Despu¨¦s de haber presenciado en el informativo nocturno de Tele 5 del d¨ªa 2 de agosto toda clase de cr¨ªmenes, atentados y esc¨¢ndalos financieros, el presentador da una noticia (yo, ingenua de m¨ª, creyendo que era una cr¨ªtica a semejante barbarie) sobre una nueva modalidad de matar al toro.

El m¨¦todo es el siguiente: una vez torturado convenientemente, como se hace en las plazas de mayor renombre y fama de nuestro pa¨ªs, se ata al toro (o lo que queda de ¨¦l) a un palo y all¨ª, bajo el jolgorio general, con una especie de pistola-dardo se le pega un tiro.

Despu¨¦s, los expertos del invento y una autoridad oficial, no recuerdo el cargo, explicaban que se mataba as¨ª al pobre animal para no da?ar sus sesos, por lo del mal de las vacas locas, y as¨ª poder comercializar la carne.

Mi consuelo fue cuando, al cambiar de canal, en la televisi¨®n valenciana estaban retransmitiendo una corrida.

Todo bajo el brazo protector de la leal oposici¨®n y del Gobierno, que va a 'comprar' la carne de los toros para que las corridas no desaparezcan.

S¨®lo espero que este nuevo m¨¦todo de tortura no les haga perder el inter¨¦s por la 'fiesta' a personas tan importantes en nuestro pa¨ªs como el Rey, la infanta Elena, el honorable Defensor del Pueblo, se?or M¨²gica, y nuestro juez estrella, se?or Garz¨®n, entre otros, sin olvidar el silencio culpable de la Iglesia, en honor de cuyos santos patronos se celebran estos festejos.