300 cantantes en catal¨¢n se adhieren a UGT y actuar¨¢n en sus actos populares
Combatir la precariedad laboral de los cantantes e int¨¦rpretes en lengua catalana y poner una nota de color en los actos sociales y culturales de UGT en Catalu?a. ?stas son las dos ramas del acuerdo de colaboraci¨®n firmado ayer entre la Asociaci¨®n de Cantantes e Int¨¦rpretes Profesionales de Catalu?a (ACIC) y la Confederaci¨®n de Trabajadores Aut¨®nomos de Catalu?a-UGT (CTA-UGT). En virtud del acuerdo, la asociaci¨®n se adhiere en bloque al sindicato para disfrutar de los servicios de ¨¦ste, y los cantantes e int¨¦rpretes actuar¨¢n en los actos sociales y culturales de UGT en Catalu?a.
'UGT agrupa a gente de todos los colores pol¨ªticos'. El presidente de la ACIC, Llu¨ªs Marrass¨¦, rubricaba con esta declaraci¨®n de independencia la firma del acuerdo. El secretario general de UGT en Catalu?a, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez, se felicit¨® de que la adhesi¨®n de los cerca de 300 socios de la ACIC permita una excelente oportunidad de incrementar el n¨²mero de trabajadores aut¨®nomos representados por el sindicato. 'Los aut¨®nomos tienen un tratamiento injusto, que comporta que al final de su vida mucha gente est¨¦ en situaci¨®n precaria', afirm¨®.
Precariedad laboral
Los miembros de la ACIC valoran especialmente la cobertura jur¨ªdica que les garantiza el acuerdo. Seg¨²n su presidente, la precariedad laboral es un mal com¨²n entre quienes se dedican profesionalmente a la m¨²sica. As¨ª, denunci¨® que es habitual que las discogr¨¢ficas impongan a cantantes y m¨²sicos unas condiciones leoninas que en la pr¨¢ctica minimizan los beneficios econ¨®micos de ¨¦stos y coartan su libertad profesional y creativa.
Marrass¨¦ asegur¨® que es corriente obligarles a una cesi¨®n de hasta el 70% o el 80% de los derechos de autor y les imponen contratos que les vinculan por periodos de cuatro o cinco a?os a la empresa. 'Es muy normal que, tras editarles un primer disco, les dejen en el olvido durante el resto del periodo de vigencia del contrato. Con lo cual, si quieren seguir trabajando, tienen que pagarse su propia carta de libertad', se?al¨®. Adem¨¢s, los contratos suelen suponer la cesi¨®n de los derechos para cualquier canal de reproducci¨®n.
El presidente de la ACIC a?adi¨® que el problema se agrava porque quienes firman no entienden de leyes y se dejan vencer por la ilusi¨®n de grabar un disco. Marrass¨¦ insisti¨® en que, m¨¢s all¨¢ de los grandes cantantes que reciben beneficios millonarios, el mundo de la m¨²sica est¨¢ lleno de personas que carecen de los medios necesarios para sufragarse un servicio jur¨ªdico personalizado, y el departamento especializado de UGT ser¨¢ una soluci¨®n a este problema. ?lvarez se comprometi¨® a averiguar qu¨¦ ha ocurrido con el Libro Blanco de la M¨²sica en Catalu?a, sufragado hace a?os por el Departamento de Cultura y que, seg¨²n Marrass¨¦, 'cost¨® m¨¢s de 200 millones de pesetas y no ha servido para nada porque est¨¢ guardado en un caj¨®n'.
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