Marey para siempre
Segundo Marey ha muerto creyendo que no se le hab¨ªa hecho justicia. Es el sentimiento eterno de las v¨ªctimas: por eso se les quit¨® la potestad medieval de intervenir, aunque queda en los pa¨ªses de justicia arcaica. La v¨ªctima debe ser ayudada, compensada, escuchada, pero no est¨¢ en sus manos ejecutar ni perdonar. No estoy seguro de que Marey no obtuviera justicia, y de que los culpables no hayan sufrido m¨¢s que ¨¦l, aunque algunos est¨¦n en libertad. No son s¨®lo las c¨¢rceles que algunos hayan padecido, sino las p¨¦rdidas de sus carreras y de sus vidas civiles, la ca¨ªda desde lo m¨¢s alto del poder hasta la ruina y la humillaci¨®n; y el tinte que dieron a quienes compart¨ªan con ellos algunas ideas. Todav¨ªa las airean sus enemigos y denunciantes cada vez que desde ese bando personas completamente inocentes les acusan de algo. La lentitud inmoral y tambi¨¦n inhumana de la justicia contribuye a la agravaci¨®n del castigo: han pasado muchos a?os, y todav¨ªa se siguen celebrando juicios, solicitando nuevas pruebas, de forma que jam¨¢s acaban de ser olvidados, y siempre est¨¢n en las primeras p¨¢ginas. Y, adem¨¢s, salpican a los inocentes de su partido, que cometieron un error grave: exculparles, acompa?arles a la c¨¢rcel, cantarles canciones desde el lado libre del muro. Eligieron una eficacia imaginaria -todo aquel c¨²mulo de asuntos fue nocivo para una posible paz- a una ¨¦tica y una honradez; prefirieron bandas parapoliciacas, secuestros y torturas de Estado, a la moral democr¨¢tica que era su fuerza. Una soberbia inicua. Que tuvieron que pagar los m¨¢s inocentes: los votantes, desbordados por un partido enemigo que es, en ese sentido, totalitario: no perdona, purga, desacredita, castiga.
El adversario de entonces qued¨® intacto. Fortalecido por lo que llamaron el martirio. Y por otra soberbia: la defensa de que luchaban contra la ilegalidad. De ah¨ª le vino a Aznar, el gran beneficiado del asunto Marey, y del caso Galindo, y de los GAL, la idea de que deb¨ªa convertirse en el campe¨®n de la legalidad, y crear las leyes que pudieran autorizarle, y las personas que llevaran al extremo esas leyes y a abandonar la pol¨ªtica: que es la flexibilidad, el entendimiento, la discusi¨®n. Hasta en tiempos de tregua. Y puede que esos sucesos de que Marey es s¨ªmbolo llevaran al partido culpabilizado a sumarse a esa dureza. Qu¨¦ falta de consistencia en todo, qu¨¦ poca sensibilidad para entrar en la realidad.
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