Comer para estar bien
La alimentaci¨®n tendr¨ªa que ser una asignatura que se impartiera a los ni?os en las escuelas
Aquello de 'comer es un placer', que alegremente proclamaba la canci¨®n se ha convertido, para miles de personas, en todo lo contrario; ahora, comer es su tortura. As¨ª, el 56% de los andaluces tiene sobrepeso y m¨¢s de 50.000 pueden considerarse enfermos de obesidad.
Y en lo que se refiere a los ni?os, las situaci¨®n es a¨²n m¨¢s grave. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha programado para septiembre un c¨®nclave monogr¨¢fico sobre el problema en el que se ha convertido la obesidad en la infancia. En los ¨²ltimos diez a?os, los ni?os gordos han pasado de ser un 10% a un 25%; uno de cada cuatro ni?os andaluces deber¨ªa perder peso.
As¨ª las cosas, m¨¢s que de comida, de lo que habr¨ªa que hablar realmente es de educaci¨®n, de filosof¨ªa alimentaria. Pedro Pablo Garc¨ªa Luna es nutricionista, responsable de la Unidad de Nutrici¨®n del Hospital Virgen del Roc¨ªo, y ¨¦l, apasionado por la idea de que 'la felicidad y la salud est¨¢n estrechamente ligadas a lo que uno come', hace, antes que nada, un pre¨¢mbulo hist¨®rico que permitir¨¢ entender mejor qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en el mundo occidental, donde la obesidad va a convertirse en el problema de salud m¨¢s grave del siglo XXI.
'Desde que el ser humano existe, su c¨®digo gen¨¦tico poco ha variado; pero s¨ª sus pr¨¢cticas y costumbres', explica Garc¨ªa Luna. 'Cuando el organismo estaba preparado para acumular grasas y energ¨ªas, pues a una estaci¨®n de abundancia le suced¨ªa otra de escasez, era normal que el ser humano comiese sin control. Pero hoy ya no es as¨ª'.
Por lo tanto, seg¨²n la explicaci¨®n de este nutricionista, las personas deber¨ªan 'reprogramarse'. Si como es obvio, nadie puede a¨²n modificar su c¨®digo gen¨¦tico, s¨ª podr¨¢, quiz¨¢, aprender a comer de otra forma, reeducarse, a fin de contrarrestar esa 'gen¨¦tica' que a la mitad de la poblaci¨®n occidental la est¨¢ llevando a sentirse desgraciada.
La vida se acorta
Porque el problema no es ya lo que se come ni cu¨¢nto, sino los sufrimientos a?adidos que acarrea el sobrepeso. Y las personas que est¨¢n gordas no s¨®lo sufren porque se sienten rechazadas socialmente, o por encontrarse poco ¨¢giles y agobiadas, no; sufren, tambi¨¦n, 'y esto es lo verdaderamente importante', recuerda Garc¨ªa Luna, 'porque la obesidad trae consigo tal c¨²mulo de enfermedades que, en conjunto, le anuncian al enfermo obeso que su esperanza de vida se ver¨¢ reducida un 25%'. Enfermedades como la diabetes, las de tipo cardiovascular, patolog¨ªas respiratorias o reum¨¢ticas son las m¨¢s comunes. 'La alimentaci¨®n deber¨ªa tener consideraci¨®n de asignatura en las escuelas', dice rotundo Garc¨ªa Luna.
El equilibrio en el peso y el buen estado f¨ªsico, desde el punto de vista del nutricionista, se basa en algo tan sencillo como es 'comer de todo con moderaci¨®n y en hacer ejercicio', confirma Garc¨ªa Luna. Quedarse con un poco de hambre siempre es bueno. Y, en cuanto al tipo de alimentos: 'Los que nacen de la tierra son los mejores', explica el nutricionista del Virgen del Roc¨ªo. Verduras, legumbres, frutas. Detr¨¢s vendr¨ªan el pescado, los l¨¢cteos, y la carne.
El problema, finalmente, es que llega un momento en que ya no se disfruta comiendo. El objetivo a conseguir ser¨ªa, seg¨²n Garc¨ªa Luna, que las personas entendiesen que no por comer m¨¢s viven mejor, sino todo lo contrario. Comer las cantidades adecuadas, saboreando los alimentos (el gusto est¨¢ en el paladar, no en el est¨®mago) y concienci¨¢ndose de que la alimentaci¨®n es s¨®lo un medio para vivir y no un fin, ahorrar¨ªa, adem¨¢s de mucho dinero, sufrimientos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.