'Me asombra que algunos cient¨ªficos crean en Dios'
Su equilibrio es una cuerda tendida entre la m¨²sica y la ciencia, aunque profesionalmente la ciencia le gan¨® el pulso a la m¨²sica. Aun as¨ª, toca el piano todos los d¨ªas y de vez en cuando da conciertos para los amigos. Manuel Toharia (Madrid, 1944) grab¨® discos, fue meteor¨®logo, ha escrito numerosos libros de divulgaci¨®n ambiental, ciencia y tecnolog¨ªa y asimismo ha ejercido con profusi¨®n el periodismo en la vertiente cient¨ªfica. Ahora es un entusiasta de Internet y dirige el Museo de las Ciencias Pr¨ªncipe Felipe de Valencia, un centro de conceptos y cultura 'para que el visitante experimente a trav¨¦s de cacharros', que ha logrado un gran ¨¦xito de p¨²blico, aunque ha decepcionado a algunos sectores acad¨¦micos. Fue uno de los fundadores de la primera asociaci¨®n ecologista de Espa?a, aunque cuenta con muy mala prensa entre algunos sectores ecologistas, lo que atribuye a su actitud racionalista frente a los dogmas de lo que califica de 'ecom¨ªstica'.
Es uno de los principales divulgadores cient¨ªficos espa?oles, convencido de que difundir la ciencia, 'incluso en revistas femeninas', deber¨ªa de ser un m¨¦rito a?adido para cualquier experto en la materia.
Pregunta. ?Es posible divulgar la ciencia sin ser acusado de cometer perjurio por la jerarqu¨ªa cient¨ªfica?
Repuesta. Ahora s¨ª es posible. Quiz¨¢ en un pasado no muy lejano no era tan f¨¢cil porque los cient¨ªficos pensaban que divulgar la ciencia era traicionar la altura intelectual que pod¨ªa tener la ciencia. Lo cual demuestra una soberbia muy ciega. La ciencia no tiene sentido sin el hombre, sin todos los hombres, es un conocimiento que adquiere y sufraga la humanidad en su conjunto y no puede ser reservada a una ¨¦lite.
P. El Museo de las Ciencias, que usted dirige, tiene un gran ¨¦xito de afluencia de p¨²blico, pero ha suscitado opiniones negativas. Incluso alg¨²n miembro del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) ha criticado sus contenidos.
R. Los que trabajan en el CSIC no son miembros del CSIC: son profesores de investigaci¨®n, investigadores o becarios. Lo m¨¢s importante es que un museo como ¨¦ste no est¨¢ hecho para gente que trabaja en el CSIC, aunque a su presidente le gusta mucho y ha venido varias veces a visitarlo. No est¨¢ hecho para grandes cient¨ªficos, sino para la se?ora Mar¨ªa, que viene de Bu?ol y en su vida ha visto un museo de la ciencia.
P. ?La ciencia es la respuesta a las grandes preguntas del hombre?
R. Es la respuesta a la curiosidad del hombre. Y esa curiosidad lleva al hombre a plantearse preguntas grandes y peque?as. No me parece m¨¢s peque?a la pregunta por qu¨¦ el cielo es azul a la pregunta de d¨®nde venimos o ad¨®nde vamos. Ambas son muy grandes.
P. ?El hombre es una excrecencia qu¨ªmica?
R. Seguro. Somos el resultado de un proceso muy largo de evoluci¨®n al azar de otros organismos vivos antes de nosotros, que a su vez fueron producto de evoluci¨®n al azar de elementos minerales.
P. ?Todo lo que nos ocurre, desde la ideolog¨ªa al amor, es un asunto qu¨ªmico?
R. Por supuesto. No hay ninguna otra explicaci¨®n cient¨ªfica. La ciencia lo que sabe es que todo eso son reacciones qu¨ªmicas.
P. ?La ciencia y las religiones son compatibles?
R. No tienen nada que ver la una con la otra. La ciencia trabaja en el terreno de lo racional y la religi¨®n en el terreno de lo irracional. Dios no se demuestra, se cree o no se cree, es el primer principio de cualquier teolog¨ªa. La ciencia es lo contrario.
P. ?Se puede ser cient¨ªfico y creer en Dios?
R. Yo he visto casos en los que ha ocurrido eso, pero a m¨ª me asombra. Por qu¨¦ vas a estar buscando respuestas racionales en unos casos y en otros te limitas a creer simplemente, a no ser que influya la costumbre de una cultura que no quieres rechazar. All¨¢ cada cual con su honestidad.
P. ?La secuenciaci¨®n del genoma abre m¨¢s expectativas para la ciencia que para el hombre?
R. Para todos, porque la ciencia es el hombre. El conocimiento a fondo del genoma abre expectativas, pero de momento realidades hay muy pocas. Pasar¨¢n muchos a?os antes de que podamos hacer algo con eso.
P. Del mismo modo que la ciencia-ficci¨®n deform¨® la visi¨®n del a?o 2000, ?la posibilidad de intervenir en el genoma puede crear falsas im¨¢genes?
R. Sin duda. Cualquier proyecci¨®n hacia el futuro de lo que la ciencia sabe hoy puede terminar en equivocaci¨®n. La ciencia-ficci¨®n se equivoc¨® en muchas cosas, aunque en otras acert¨®, y algunas ni las intuy¨®. No hay ninguna novela de ciencia-ficci¨®n de hace 40 a?os que hable, por ejemplo, de Internet. Pues lo mismo puede pasar con lo del genoma. Es un camino extraordinario, porque supone pasar de la biolog¨ªa celular, que es la que empezamos a dominar ahora con los microscopios, a la biolog¨ªa molecular y at¨®mica. Es pasar a la escala fina de los genes.
P. ?Las nuevas tecnolog¨ªas nos liberan o nos esclavizan m¨¢s?
R. Nos liberan. La esclavitud est¨¢ en la asiduidad, pero tambi¨¦n la gente antes era muy asidua al juego o a lo que fuera. Pero a cambio te dan tal capacidad de hacer cosas y de comunicarte que tarde o temprano supondr¨¢ una liberaci¨®n para casi todo el mundo.
P. ?Los ordenadores tendr¨¢n vida propia?
R. Seguro, pero ser¨¢ muy complicado. Nosotros somos el producto de 4.000 millones de a?os de evoluci¨®n muy lenta y al azar, y los ordenadores ser¨¢n producto de una mente inteligente que copia lo existente.Tambi¨¦n se necesita mucho tiempo para copiarlo, pero alg¨²n d¨ªa tendr¨¢n vida y sentimientos, puesto que los sentimientos y la vida no son m¨¢s que reacciones qu¨ªmicas y electr¨®nicas.
P. ?La naturaleza se adapta a los desequilibrios del hombre?
R. La naturaleza se adapta a todo. Incluso a la vida, que es una especie de c¨¢ncer que le sali¨® a la naturaleza. Quien puede que no se adapte es el hombre, porque la vida que ahora mismo tenemos puede que no sea adaptable al tipo de agresi¨®n que le estamos haciendo a la naturaleza. Pero a la naturaleza le da igual.
P. Legionela, vacas locas, peste porcina... ?Hay un colapso qu¨ªmico c¨®smico? ?Es el apocalipsis?
R. Nunca hemos vivido tanto ni mejor que ahora. En toda la historia de la humanidad jam¨¢s se ha vivido mejor que ahora. Y eso vale incluso para los pa¨ªses m¨¢s pobres. Todo lo que nos ocurre son lujos. Sacrificar cientos decenas de miles de cerdos porque tienen una enfermedad que no afecta para nada al ser humano, s¨®lo porque puede afectar a cerdos de otros pa¨ªses, es un lujo. Y lo de las vacas locas, tres cuartos de lo mismo. Es una pura protecci¨®n de unas econom¨ªas respecto a otras. De apocalipsis, nada. Que den todas las vacas locas a los pa¨ªses que se est¨¢n muriendo de hambre y ya hablar¨ªamos.
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