MAINER AFIRMA QUE EL ENSAYO ACTUAL SE CREA EN LA PRENSA
El catedr¨¢tico de Literatura y cr¨ªtico ha impartido en la UIMP un curso sobre la relaci¨®n entre pensamiento y escritura en la literatura espa?ola, de Clar¨ªn a 1936
El ensayo espa?ol se lee en un mapa. El que ha topografiado Jos¨¦-Carlos Mainer, catedr¨¢tico de Literatura Espa?ola en la Universidad de Zaragoza y cr¨ªtico, que ha sido el capit¨¢n al mando del barco que ha navegado esta semana por este g¨¦nero del pensamiento, del compromiso, de la observaci¨®n entre latitudes y longitudes, junto a 24 alumnos repartidos entre la filolog¨ªa, la filosof¨ªa y la historia como tripulaci¨®n. Todos rodeados por el mar Cant¨¢brico, en la pen¨ªnsula de la Magdalena, donde se impart¨ªa el curso Cartograf¨ªa del ensayo espa?ol: de Clar¨ªn a 1936.
'El t¨ªtulo es una met¨¢fora', avisa Mainer, hombre de talante calmado, discurso atemperado e ideas claras dentro del marco de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP). 'Los paralelos de esta cartograf¨ªa me han servido para hablar sobre las distintas teor¨ªas que hay sobre el ensayo y los meridianos para analizar las perspectivas hist¨®ricas'.
Dentro de ¨¦stas se ha analizado la obra del tronco hispano del ensayo contempor¨¢neo, que empieza en Clar¨ªn. '?l crea la cr¨ªtica literaria como algo moral', dice. Sigue con Ortega y Gasset, a quien ha dedicado dos lecciones, seg¨²n ¨¦l, 'porque es el que trabaja con mayor consciencia el g¨¦nero'; luego atraviesa a Unamuno porque, seg¨²n Mainer, 'cre¨® al hombre interior' y, por ¨²ltimo, encuentra en Azor¨ªn 'a quien utiliza a los cl¨¢sicos como referente est¨¦tico e incorpora el paisaje al g¨¦nero'.
Pero el inter¨¦s entre los participantes se ha suscitado en dos cuestiones, una en la naturaleza te¨®rica del g¨¦nero y otra, comenta Mainer, 'en el ensayo como g¨¦nero mixto, como anfibio entre varias especies'. Es algo que, seg¨²n los alumnos, se aprecia dentro de la literatura espa?ola en obras como Sefarad, de Antonio Mu?oz Molina, o Negra espalda del tiempo, de Javier Mar¨ªas, o en un ensayo en el que se incluyen ejemplos muy novelescos, como El bucle melanc¨®lico, de Jon Juaristi, que esta semana tambi¨¦n ha impartido un curso en la UIMP titulado Los mitos ¨¦tnicos en la historia de Europa.
Pero si el ensayo se encuentra a veces camuflado en las novelas, 'un mestizaje en el que ya se fij¨® Benjam¨ªn Jarn¨¦s en 1935 en una rese?a sobre La monta?a m¨¢gica de Thomas Mann', asegura Mainer, donde se halla todos los d¨ªas vivito y coleando es en los medios de comunicaci¨®n. 'El lugar del ensayo es la actualidad. Surge de la curiosidad inmediata; adem¨¢s, en los peri¨®dicos no se acaban las cosas, no se buscan conclusiones'.
Si eso se une a que los lectores acuden al g¨¦nero del ensayo hoy por necesidad de informaci¨®n, ambas cosas se complementan. 'A la gente le interesa la informaci¨®n prioritariamente. Vivimos sumergidos en una sopa de informaci¨®n', dice Mainer.
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