El cochecito
El departamento de Interior del Gobierno vasco confirm¨®, a ¨²ltima hora de la tarde de ayer, que la causa de la explosi¨®n que mat¨® en San Sebasti¨¢n a Francisca Eraunzetamurgil y caus¨® heridas grav¨ªsimas a su nieto, de 16 meses, fue un juguete-bomba, es decir, un artefacto ideado para explotar con un tipo de enga?o propio para captar la atenci¨®n de un ni?o.
Era algo a la vez incre¨ªble y no descartable. Se dudaba de que alguien pudiera ser capaz de tanta crueldad, pero a la vez exist¨ªan antecedentes inquietantes. De ah¨ª seguramente el retraso en confirmar la naturaleza del hecho, tras haber dado m¨¢s credibilidad a la teor¨ªa de un accidente casual. La consejer¨ªa vasca no descarta ninguna hip¨®tesis sobre la autor¨ªa, pero adelanta que las circunstancias no parecen apuntar hacia ETA o los grupos de terrorismo callejero. Es cierto que con los datos de que se dispone es prematuro aventurar conjeturas o descartar tajantemente otras, como la posibilidad de que el artefacto procediera de delincuentes comunes o sea obra de un gamberro sin escr¨²pulos.
Sin embargo, de las bombas camufladas en juguetes hay abundantes casos conocidos en el mundo. En el Pa¨ªs Vasco nunca se hab¨ªa recurrido a tal procedimiento, aunque s¨ª existe el precedente de un peque?o aparato flotante teledirigido, en el puerto de Pasajes, contra una patrulla policial mar¨ªtima. Tal vez el cochecito con su carga mortal estaba preparado para hacerlo estallar cerca de alguna patrulla de la Ertzaintza durante la manifestaci¨®n prohibida de la noche del viernes en Donosti. A sabiendas de que cualquier ni?o podr¨ªa recoger el siniestro juguete si el plan fallaba.
Porque es verdad que no faltan en Euskadi personas que se consideran con derecho a matar ni?os o a comprender a quienes lo hacen. De Zaragoza a Vic, ETA lo ha hecho repetidamente, y lo ha justificado. 'Uno de los nuestros vale m¨¢s que cien hijos de txakurra', escribi¨® un activista tras el asesinato del hijo de un polic¨ªa en Erandio, en 1991. M¨¢s recientemente, un etarra condenado por el asesinato del concejal sevillano Jim¨¦nez Becerril y su esposa declar¨®, con ocasi¨®n del atentado frustrado contra una casa cuartel de Granada, que no consideraba 'muertes civiles ni (de) inocentes' las de hijos de guardias civiles. Quien as¨ª pensaba, Jos¨¦ Luis Barrios, f¨ªgur¨®, tras su detenci¨®n, en las listas de Euskal Herritarrok (EH) en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas celebradas en Navarra. Obtuvo 47.190 votos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.