Un grupo de brillantes creadoras
Qu¨¦ ocurri¨® en 1992 cuando U2 llen¨® durante dos noches el Dodgers Stadium, en Los ?ngeles? Bj?rk cantaba con los Sugarcubes, an¨¢rquico colectivo island¨¦s que teloneaba a Bono y compa?¨ªa. Cuando termin¨® su actuaci¨®n, ella intent¨® subir a una plataforma en el centro del c¨¦sped, improvisada zona ultra VIP ocupada por Eric Clapton, George Michael, Robbie Robertson, Axl Rose y pocos m¨¢s. No fue posible: Bj?rk fue rechazada. Con muy malas maneras.
Hoy pondr¨ªan la alfombra roja y aligerar¨ªan el lugar para que ella se instalara con sus amigos.
Es universalmente aceptado que Bj?rk representa la versi¨®n superior de una Madonna: lo que en la Ambici¨®n Rubia parece deseo de cabalgar sobre la moda m¨¢s vendible, en el hada de Reikiavik se percibe una decidida voluntad de exploraci¨®n, de crear un espacio m¨¢gico donde convivan arpas, coros y orquestas de cuerda con samplers, sintetizadores y programaciones. Sencillamente, Bj?rk es una de las definiciones de creatividad con riesgo. No se trata del ¨²nico paradigma femenino de inspiraci¨®n. Frente a Britney, Christina, Mariah y dem¨¢s monstruosas divas de ropas m¨ªnimas y canciones envasadas al vac¨ªo, han surgido brillantes creadoras que aspiran a conjugar imagen y sonido.
Dentro de la m¨²sica negra destacan personajes que producen y componen como Erykah Badu, Lauryn Hill y, con menos preocupaciones espirituales, la reci¨¦n llegada Alicia Keys. Su ejemplo es contagioso: un grupo comercial como Destiny's Child ha visto el ascenso de Beyonc¨¦ Knowles -en realidad, un golpe de estado dirigido en la sombra por su padre-representante- a responsabilidades de producci¨®n y composici¨®n: ahora mismo se requiere participaci¨®n en esas etapas del proceso para adquirir credibilidad.
Otro de los modelos es Missy Elliott, cuya corpulencia no le impide entrar con deleite en el juego de la provocaci¨®n er¨®tica. Sin renunciar al control de su espectacular masa sonora, en compa?¨ªa de Timbaland. La independencia creativa tambi¨¦n pasa por la ruptura con las discogr¨¢ficas establecidas. Ani DiFranco, la cantante folk con est¨¦tica punki, edita desde 1989 discos de creciente aceptaci¨®n a trav¨¦s de su compa?¨ªa, Righteous Babe Records. A ese punto de partida se puede llegar de rebote. Aimee Mann, que aport¨® las canciones originales a la pel¨ªcula Magnolia, ha optado por la v¨ªa independiente tras espeluznantes experiencias con Imago y Geffen.
El rock femenino cuenta igualmente con una eficaz red underground de sellos, fanzines y festivales, herencia de aquel abrasivo movimiento conocido como las riot girls. Aunque no siempre es indispensable la marginalidad para desarrollar una carrera libre: P. J. Harvey distribuye sus viscerales canciones a trav¨¦s de la misma multinacional que cobija las ocurrencias de su amiga Bj?rk.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.