'HOY EL COMPROMISO ES LIBRE'
El escritor, que imparte un curso en la UIMP, en Santander, sobre 'Malraux, Gide y Sartre: el compromiso intelectual', considera que los dos temas b¨¢sicos de la Espa?a actual son el terrorismo y la inmigraci¨®n
Cree que vivimos una ¨¦poca dorada de compromiso intelectual, alejada del dogma, del amamantamiento de los partidos que lo ve¨ªan todo blanco o negro. 'Hoy el compromiso es libre', anuncia a quien le quiera o¨ªr Jorge Sempr¨²n, escritor, superviviente, pol¨ªtico, ex dirigente, intelectual de palabra y hechos, que esta semana ofrece un curso magistral en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) sobre tres s¨ªmbolos del pensamiento y el compromiso: Gide, Malraux y Sartre.
Pregunta. ?Vivimos un tiempo de buena salud en el compromiso intelectual?
Respuesta. Sin duda. Hay una gran diferencia entre la ¨¦poca analizada en el curso, entre los a?os treinta y cincuenta del siglo XX, y la nuestra. Aquellos a?os est¨¢n monopolizados por los partidos comunistas y ahora, ¨¦sa referencia se ha destruido. Hoy los intelectuales, aparte del compromiso b¨¢sico que a todos se les supone, porque no se puede separar una cosa de la otra, se enfrentan a un periodo m¨¢s dif¨ªcil en sus batallas. Son m¨¢s individuales y m¨¢s espont¨¢neas, no hay un toque a rebato de nadie.
P. Es lo que usted define como un compromiso inorg¨¢nico frente al org¨¢nico, monopolizado por los partidos pol¨ªticos.
R. Exactamente. Es diferente, m¨¢s arriesgado, pero mejor para la sociedad porque la vertebra y no se atiene a disciplinas ni a dogmas.
P. Y en Espa?a, ?d¨®nde se necesita hoy la presencia de los intelectuales?
R. En dos temas principales: el terrorismo y la inmigraci¨®n. En el primero es necesaria la denuncia, la solidaridad con los perseguidos, la lucha contra la opresi¨®n, la censura y la falta de libertad. Se ha hecho mucho, pero queda mucho por hacer. Hay que actuar sobre la base social y cultural de ETA y tambi¨¦n analizar qu¨¦ formas existen para eliminar el terror fortaleciendo la democracia, unir fuerzas pol¨ªticas y no cerrar dogm¨¢ticamente hip¨®tesis democr¨¢ticas al proceso de paz.
P. Y en la inmigraci¨®n ?cu¨¢les son los retos del compromiso?
R. Es un problema que se agudiza. El Estrecho es cada vez m¨¢s estrecho. Es algo que no va a detenerse, contra lo que no se puede luchar con decretos. En Espa?a el problema de la reaparici¨®n del otro, de alguien proveniente de una cultura distinta, del moro, es reciente, pero hay que aprender a convivir con ese nuevo problema, m¨¢s en un pa¨ªs de emigraci¨®n como el nuestro.
P. Pero para eso tambi¨¦n est¨¢ la historia, para aprender de los errores. ?Por qu¨¦ se le da tan poca importancia al pasado?
R. En Espa?a, la falta de historicidad tiene razones concretas. Nuestra transici¨®n democr¨¢tica, que fue ejemplar, si quiere, se basa en la desmemoria deliberada, en la amnist¨ªa, pero tambi¨¦n en la amnesia. Nosotros nos la impusimos as¨ª y, por tanto, es dif¨ªcil recurrir a la historia como an¨¢lisis. No digo que sea malo, es m¨¢s, creo que uno de los grandes logros hist¨®ricos del Partido Comunista de Espa?a es que inventa la reconciliaci¨®n y la cultura de lucha de masas pac¨ªfica. Pero ahora somos mayores de edad y debemos enfrentarnos a la democracia como una revoluci¨®n permanente y ser capaces de curar as¨ª las cosas del pasado.
P. Usted tambi¨¦n ha utilizado su vida como una lecci¨®n, una vida en la que sufri¨® persecuci¨®n e internamiento en un campo de concentraci¨®n como el de Buchenwald, testimonio que ha desmenuzado en La escritura y la vida o ahora en su ¨²ltimo libro, Vivir¨¦ con su nombre, morir¨¢ con el m¨ªo. ?C¨®mo se convierte el drama en un ejemplo?
R. Supongo que tiene que ver con mi car¨¢cter. Pero sobre todo porque me he esforzado siempre en no confundir Alemania con el nazismo ni a Espa?a con el franquismo. Eso me ayuda a pensar que lo importante siempre es la construcci¨®n de un porvenir y no revolver en la salsa del rencor.
P. ?Por qu¨¦ ha elegido a Gide, Malraux y Sartre para su curso si eran tres figuras que iban por libre en el compromiso?
R. Precisamente por eso, porque demuestran que se puede ser un intelectual de su talla y mantener esp¨ªritu cr¨ªtico unido al rigor intelectual. Dentro de la servidumbre que mantuvieron con el Partido Comunista ten¨ªan autonom¨ªa de juicio y capacidad para tomar decisiones libres.
P. ?Y entre los intelectuales espa?oles no hab¨ªa alguno que pudiera incluirse en la lista?
R. Con la fuerza simb¨®lica que ten¨ªan estos tres, no. En Espa?a, el compromiso vino en esa ¨¦poca principalmente por parte de los poetas. Garc¨ªa Lorca, sobre todo por su muerte, y Rafael Alberti tambi¨¦n.
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