'El desaf¨ªo del siglo es que la ¨¦tica llegue al poder'
Lleg¨® hasta la filosof¨ªa pura para aplacar su inter¨¦s por el ser humano, en una ¨¦poca en que las alumnas eran un caso raro. Varios a?os despu¨¦s es la cabeza m¨¢s inquieta de un grupo de ¨¦tica aplicada surgido en algunas universidades de la Comunidad Valenciana, cuyos trabajos resuenan con insistencia en los foros europeos.
Pregunta. ?Qu¨¦ es un fil¨®sofo? ?Una especie de cura laico?
Respuesta. No, por Dios, no nos hunda m¨¢s la profesi¨®n de lo que ya la tenemos. La filosof¨ªa es el amor a la sabidur¨ªa y se supone que el fil¨®sofo es el que busca la verdad y el bien de una manera desprevenida, sin guardarse nada en la rec¨¢mara.
P. ?Un fil¨®sofo no es casi una arqueolog¨ªa anal¨®gica en el siglo XXI?
R. Desgraciadamente, el fil¨®sofo ha perdido muchas bazas en este siglo porque no tiene demasiado tiempo para la reflexi¨®n. ?se es el gran problema de la filosof¨ªa. Antes el fil¨®sofo ten¨ªa mucho tiempo y poca informaci¨®n, y ahora la informaci¨®n nos desborda y tenemos poco tiempo. Entiendo que hoy el fil¨®sofo es alguien que tiene que trabajar con soci¨®logos, literatos... para tratar de hacer la articulaci¨®n de nuevos modelos filos¨®ficos.
P. Usted insiste a menudo en que la filosof¨ªa moral es m¨¢s necesaria que nunca.
R. En estos momentos, desde diversos sectores empresariales y profesionales, nos estamos dando cuenta de que son importantes una serie de elementos morales que a veces se hab¨ªan despreciado. Por ejemplo, las empresas cada vez se dan m¨¢s cuenta de que sin una confianza entre los contratantes y los pactantes, sin una calidad del producto, sin unas buenas relaciones entre las distintas empresas..., no funciona ni siquiera el negocio. Las gentes se dan cuenta de que una cierta ¨¦tica vende, desde el punto de vista pol¨ªtico, desde el punto de vista empresarial y desde el punto de vista profesional.
P. ?Para qu¨¦ sirve la ¨¦tica?
R. Primero, para ser personas, que no es mal proyecto. Para eso hay que tener ideales de justicia y de vida buena. La ¨¦tica sirve para ser justos y felices.
P. ?Por qu¨¦ es usted una activista de la ¨¦tica?
R. Porque los seres humanos me interesan mucho y me parece que el mundo no est¨¢ hecho a su altura.
P. ?A mayor poder, menos ¨¦tica?
R. Desgraciadamente es as¨ª. Creo, como los viejos anarquistas, que el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente. Uno de los grandes desaf¨ªos del siglo XXI es conseguir que la gente que tenga poder tenga tambi¨¦n ¨¦tica. Que la ¨¦tica llegue al poder ser¨¢ parte de la salvaci¨®n de la humanidad.
P. Estamos en una ¨¦poca en que el poder tiende a concentrarse.
R. Se est¨¢ concentrando mucho poder desde el punto de vista pol¨ªtico, pero todav¨ªa m¨¢s desde el punto de vista empresarial.
P. ?D¨®nde se cumple menos con la ¨¦tica, en la pol¨ªtica o en los negocios?
R. En este momento me resultar¨ªa dif¨ªcil decirlo. Desgraciadamente, en el terreno de la pol¨ªtica, la obsesi¨®n por llamar la atenci¨®n para recabar votos hace que los pol¨ªticos hagan cosas llamativas sin pensarlas, y eso est¨¢ re?ido con la ¨¦tica.
P. ?Si la ¨¦tica abandona la pol¨ªtica est¨¢ en peligro la democracia?
R. Totalmente. En este momento la democracia est¨¢ muy en peligro porque a los pol¨ªticos se les piden pocas responsabilidades. Los pol¨ªticos deber¨ªan de dar cuenta y ser responsables de las cosas que hacen, y los ciudadanos deber¨ªan ser m¨¢s participativos.
P. ?La desconfianza hacia el pol¨ªtico se est¨¢ consolidando como el principio de la democracia?
R. Desgraciadamente, porque entiendo que el principio de la democracia deber¨ªa ser el protagonismo de los ciudadanos. Los ciudadanos tienen que darse cuenta de que la democracia es el gobierno del pueblo y que los pol¨ªticos tienen que ser unos coordinadores de las sugerencias, los proyectos y las ilusiones de la sociedad.
P. ?La globalizaci¨®n es el apocalipsis o el Mes¨ªas?
R. Como dec¨ªa Arist¨®teles, los venenos sirven para matar y los venenos sirven para sanar. Todo depende de c¨®mo se empleen y con qu¨¦ metas. La globalizaci¨®n es, o bien la gran ocasi¨®n para hacer una ciudadan¨ªa cosmopolita, donde el universo sea la ciudad de todos y todos se sientan ciudadanos, o sencillamente la culminaci¨®n de un proceso en el que cada vez se abre m¨¢s el abismo entre pobres y ricos, entre pa¨ªses que ya no interesan a nadie y pa¨ªses en los que la gente se lanza a consumir como loca.
P. ?El consumismo ha sustituido a alguna doctrina?
R. S¨ª, es la doctrina n¨²mero uno, y adem¨¢s lo que nos une a todos cada vez m¨¢s no es ser personas, sino ser consumidores. Me gusta mucho esa expresi¨®n de Rifkin que dice que nuestra etapa es aquella en que ha triunfado el capitalismo porque ha conseguido llevar todo nuestro tiempo a la arena comercial. Podemos comprar a cualquier hora del d¨ªa, de la noche, por Internet, en una gran superficie... Somos consumidores de ra¨ªz.
P. ?El consumismo es un s¨ªntoma de que el ego¨ªsmo le ha ganado el pulso a la solidaridad?
R. Es una forma de vida que hace pr¨¢cticamente imposible la solidaridad. Cuando hay una forma de vida en la que lo que da la felicidad es ir de compras, porque la gente ya no va a comprar esto o lo otro, sino de compras como un fin en s¨ª mismo, que el de al lado tenga o no tenga, o se est¨¦ muriendo de hambre, es que ni se considera. El consumismo ha expulsado a la solidaridad.
P. ?A qu¨¦ responden las movilizaciones antiglobalizaci¨®n?
R. A un profundo sentimiento de que la globalizaci¨®n, tal y como se est¨¢ produciendo, no es humanizadora. Pero creo que esos movimientos deber¨ªan dar alternativas. Ganar¨ªan mucho m¨¢s si en vez de decir no, que no tiene sentido porque la globalizaci¨®n va a seguir, dijeran s¨ª, pero de esta manera. Nos estamos jugando el futuro en el c¨®mo.
P. ?Qu¨¦ exigencias deber¨ªa imponer la ¨¦tica ante la brecha abierta por la secuenciaci¨®n del genoma?
R. Much¨ªsimas, pero no en el sentido alarmista de la gente que imagina un futuro terror¨ªfico, sino m¨¢s bien de pensar las cosas con serenidad. La globalizaci¨®n nos ha llevado al corto plazo, y en temas como el del genoma el corto plazo puede ser terrible. Si una empresa ha gastado una enorme cantidad de dinero para patentar un gen, no est¨¢ dispuesta a no comercializarlo inmediatamente. Cuando hemos entrado en la comercializaci¨®n, todo se vuelve imparable. M¨¢s a¨²n porque hay pa¨ªses que tienen capacidad adquisitiva para patentar genes y otros que no la tienen, con lo que los pa¨ªses subdesarrollados cada vez son m¨¢s dependientes. En este proceso me parecen m¨¢s responsables los cient¨ªficos que las empresas, porque los investigadores son partidarios de las moratorias y de agotar todos los plazos hasta ver los resultados, mientras que la industria quiere rentabilizar enseguida la operaci¨®n sin esperar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.