'Incentivar a los profesionales es clave para transformar la sanidad andaluza''
Pregunta. ?Existen motivos para la alarma por los ¨²ltimos casos de legionela detectados en Huelva y Linares?
Respuesta. En absoluto. No se trata de brotes epid¨¦micos como el ocurrido en Murcia. En Andaluc¨ªa nos mantenemos en los mismos niveles (unos 30 o 40 casos anuales) desde hace bastantes a?os. Si acaso hay un ligero aumento, aunque debido a que tenemos m¨¦todos de diagn¨®stico mucho m¨¢s potentes y somos capaces de acotar mejor la bacteria. Los protocolos de prevenci¨®n se cumplen a rajatabla tanto en los centros sanitarios como en las instituciones cerradas y establecimientos hosteleros.
P. Tampoco son muy alentadoras las noticias sobre las muertes (dos en Andaluc¨ªa) por ingerir Lipobay, el f¨¢rmaco contra el colesterol de Bayer.
Los protocolos de prevenci¨®n de la legionela en los centros sanitarios se cumplen a rajatabla'
R. Es cierto, pero hay que recordar que la Administraci¨®n andaluza fue la primera del mundo en detectar el problema del Lipobay. Fue el pasado mes de marzo cuando un m¨¦dico sevillano se dirigi¨® a nuestro Centro de Farmacovigilancia para advertir de una incidencia en este f¨¢rmaco. A ra¨ªz de ah¨ª nuestro centro hizo un informe que remiti¨® al Comit¨¦ de Seguridad del Medicamento de Madrid para que se tomaran medidas.
P. ?Qu¨¦ le parece la decisi¨®n de los productores de orujo de recurrir la decisi¨®n del Gobierno central sobre los ¨ªndices de benzopireno en el aceite de orujo por considerarla un agravio con otros alimentos?
R. Cuando se toma una decisi¨®n err¨®nea, como la que adopt¨® la ministra de Sanidad, hay que pagar las consecuencias. Yo creo que imponer unos niveles de tolerancia inferiores al resto de alimentos da un l¨®gico derecho de protesta a los orujeros. Pero, adem¨¢s, pone de manifiesto que no estamos ante un problema de salud p¨²blica, pues de ser as¨ª ese nivel de benzopireno se hubiera limitado en el resto de alimentos que lo contienen.
P. Con todo, cada vez parece que existe mayor concienciaci¨®n entre la poblaci¨®n en torno a los riesgos alimentarios.
R. Es cierto, pero no hay que olvidar que vamos a ser la primera comunidad aut¨®noma, con capacidad ejecutiva, en crear una Agencia de Seguridad y Calidad Alimentaria. El proyecto de Ley ya pas¨® por el Consejo de Gobierno y pronto entrar¨¢ en el Parlamento. Ser¨¢ una agencia independiente del Gobierno, con profesionales que sepan alejarse de los requerimientos pol¨ªticos a la hora de tomar una medida sobre la seguridad alimentaria. Queremos que sea un organismo con credibilidad ante los ciudadanos, con un presidente independiente y un consejo de administraci¨®n con participaci¨®n de todos los grupos parlamentarios y los ayuntamientos, un ¨®rgano heterog¨¦neo y con capacidad de transmitir informaci¨®n cre¨ªble a los ciudadanos cuando se produzcan alertas sanitarias.
P. La demanda de la Junta contra las tabacaleras es el gran asunto pendiente para la vuelta de vacaciones. ?Es optimistas a pesar de que no existe ning¨²n precedente de este tipo en Espa?a?
R. Hasta ahora la industria tabacalera ha ganado todos sus litigios, pero siempre ha sido a particulares. Nunca antes se ha producido una reclamaci¨®n de este tipo (a trav¨¦s de un sistema sanitario p¨²blico) ni en Espa?a ni en Europa. Los equipos jur¨ªdicos est¨¢n ultimando la demanda junto a los responsables de los hospitales Virgen del Roc¨ªo y Macarena, de Sevilla, que ser¨¢n los que aporten, como prueba, los historiales de los pacientes tratados por enfermedades relacionadas con el tabaco. Tambi¨¦n se est¨¢n concluyendo las anal¨ªticas de los laboratorios sobre los contenidos del tabaco, tanto sus componentes cancer¨ªgenos como los aditivos. Queremos tener una buena base cient¨ªfica y demostrar que el tabaco altera la voluntad del ciudadano.
P. ?Las listas de espera son su principal dolor de cabeza?
R. Los que m¨¢s hablan de listas de espera, sobre todo el PP, son tambi¨¦n a los que m¨¢s les crecen los n¨²meros en el Insalud. Es decir, nos exigen lo que no son capaces de hacer ellos. En Andaluc¨ªa, desde marzo del a?o pasado se han reducido las listas de espera en m¨¢s de 9.000 personas, pasando de 41.000 a 32.000 personas. Los que estaban en m¨¢s de seis meses se han reducido de 13.000 a 8.000 y el tiempo medio de espera ha pasado de 109 d¨ªas a 92. En el a?o 2000 se realizaron en Andaluc¨ªa 10.000 intervenciones quir¨²rgicas m¨¢s y las previsiones para este a?o son de un aumento de 15.000, es decir, un 4% m¨¢s. Por primera vez un sistema p¨²blico y gratuito de salud va a determinar, mediante un decreto que aprobaremos antes de fin de a?o, el tiempo m¨¢ximo de espera (180 d¨ªas) que puede afrontar un enfermo, un objetivo a corto plazo que nadie hasta ahora se ha planteado. Un motivo de satisfacci¨®n ha sido tambi¨¦n ser pioneros en la vacuna contra la meningitis, que nos ha permitido reducir en dos tercios la mortandad infantil. Este a?o vamos a aumentar hasta los 10 a?os la vacunaci¨®n gratuita, lo que supone un esfuerzo econ¨®mico muy importante.
P. ?Han desaparecido ya los recelos por la dispensaci¨®n gratuita de la p¨ªldora poscoital?
R. El rechazo a esa medida vino s¨®lo de los sectores m¨¢s recalcitrantes ligados al Opus Dei. Los colegios farmac¨¦uticos andaluces se sumaron a esta iniciativa, e incluso los m¨¦dicos fueron los primeros que empezaron a dar respuestas en t¨¦rminos de salud en los centros donde se receta. Yo creo que la decisi¨®n, desde el punto de vista sanitario, fue impecable y acertada, y estoy convencido de que se extender¨¢ pronto a otras comunidades.
P. Primero en Obras P¨²blicas y ahora en Salud, ?se considera un consejero comod¨ªn?
R. M¨¢s que comod¨ªn, soy pol¨ªtico, un pol¨ªtico con ilusi¨®n porque tenemos casi un centenar de proyectos pendientes para el resto de legislatura que van a marcar una nueva ¨¦poca en la sanidad andaluza. Por ejemplo, resulta reconfortante ver a centenares de profesionales trabajando fuera de su horario laboral en un proyecto que les ilusiona como es el Plan de Calidad de la sanidad andaluza. Si somos capaces de a?adir a corto plazo incentivos para esos profesionales, yo creo que ¨¦se ser¨¢ el elemento clave para transformar la sanidad.
P. ?Se refiere a incentivos econ¨®micos?
R. S¨ª, pero no supone un coste a?adido, sino un ahorro a corto y medio plazo por conseguirse objetivos fijados.
P. ?Vislumbra un recrudecimiento de la confrontaci¨®n en el nuevo curso pol¨ªtico?
R. Sobre todo en el PP, que tiene un problema grav¨ªsimo con el caso Gescartera que est¨¢ intentando ocultar por todos los medios.
P. ?Hasta d¨®nde llega su ambici¨®n pol¨ªtica?
R. No me planteo la pol¨ªtica en t¨¦rminos de ambiciones personales, s¨®lo aspir¨¦ y logr¨¦ ser alcalde de La Carolina (Ja¨¦n). Pienso m¨¢s en dar respuestas a los ciudadanos que en pol¨ªticas de sal¨®n y de codazos, algo que me molesta. Despu¨¦s de ocho a?os en el Gobierno andaluz no s¨¦ si soy de los renovadores o de los que hay que renovar (risas).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.