El puente de Mantible
Las ruinas de este paso romano son un buen punto de partida para conocer la Rioja alavesa cercana a Navarra
Para quien recele de la posible belleza de las ruinas, el puente de Mantible es un argumento dif¨ªcil de rebatir. Los restos de uno de los principales pasos del Ebro, cuando ni por asomo el principal r¨ªo del Mediterr¨¢neo serv¨ªa de frontera entre ning¨²n territorio, mantienen el encanto propio de una construcci¨®n milenaria, pero tambi¨¦n los ecos literarios de haber sido lugar com¨²n en obras de Calder¨®n o Cervantes.
Hoy s¨®lo quedan m¨¢s o menos en pie dos de los siete arcos que en su d¨ªa salvaban el cauce. Se cruzaba el r¨ªo a la altura de la localidad de Assa, ya desaparecida como tal, a pesar de haber sido uno de los principales pueblos de la Rioja alavesa. El paso del tiempo ha dejado este viaducto como si fuera un reto que se impusieron hace 18 o 19 siglos para ver c¨®mo salvaban la corriente.
Cervantes y Calder¨®n de la Barca aludieron a esta construcci¨®n en alguna de sus obras
No hay noticia pr¨®xima de que hubiera un camino de relevancia tal que mereciera un paso de 164 metros de largo y cinco de ancho construido en piedra de extraordinaria calidad h¨¢bilmente tallada. El testimonio m¨¢s cercana lo vincula con el Camino de Santiago, antes de que se cruzara el Ebro a la altura de Logro?o.
Los peregrinos que se dirig¨ªan a la ciudad santa gallega desde Navarra salvaban en un principio el r¨ªo por este paso, ya que no ser¨¢ hasta el siglo XI cuando Alfonso VI de Castilla construya el puente de la capital riojana. De este modo, el camino de Pamplona a N¨¢jera se corregir¨¢ unos kil¨®metros hacia el este, en perjuicio de localidades como Oy¨®n y Fuenmayor, que se apartar¨¢n del itinerario cl¨¢sico.
Y ya, en las referencias correspondientes al tiempo de su construcci¨®n, la respuesta que dan los historiadores a esta infraestructura es que formaba parte de una v¨ªa secundaria, que sal¨ªa, en la margen derecha del r¨ªo, de la calzada que un¨ªa Zaragoza con Astorga para cruzar el Ebro. Este camino segu¨ªa, despu¨¦s de pasar por Assa, al Norte, en direcci¨®n a Crip¨¢n. Aqu¨ª, enlazaba con otra v¨ªa secundaria que cruzaba la Rioja alavesa de Oeste a Este, bajo las sierras de Tolo?o y Cantabria, en direcci¨®n a Estella.
Todos estos caminos han desaparecido casi por completo y, sobre ellos, se han ido superponiendo calzadas, v¨ªas y carreteras; han desaparecido pueblos, aldeas y castillos hasta conformar un paisaje nuevo en que los restos del puente recuerdan que hubo otros tiempos en que, por ejemplo, el vino no era un nuevo oro negro, sino simplemente un reconstituyente eficaz.
Hoy, de momento, se mantiene en pie el arco que se tend¨ªa sobre la corriente principal, con 30 metros de luz, y otro de los arcos secundarios, de menor tama?o. ?Por qu¨¦ desapareci¨® este poderoso puente mientras otros de la misma ¨¦poca y similar factura, como el de Alc¨¢ntara, se conservan en un estado envidiable y envidiado por viaductos m¨¢s modernos?
Parece ser que su decadencia se debi¨® a que un pilar de uno de los arcos principales se hab¨ªa asentado al borde de una lastra de piedra que, al ser socavada por la corriente, acab¨® por ceder, hundiendo parte del puente. La soluci¨®n, tras distintas reparaciones, fue sustituir el arco de piedra por un paso de madera. Y aqu¨ª comienza la aventura literaria de la puente de Mantible (las referencias son siempre femeninas).
Como recoge F¨¦lix Fern¨¢ndez Murga, estas referencias van desde los refranes, como el que cita Gonzalo Correas en 1627 ('?Es posible que la puente de Mantible es de madera? Posible es y posible era'), hasta el drama hom¨®nimo que escribi¨® Calder¨®n. Ah¨ª le hace decir a Rold¨¢n: '?Ves esa f¨¢brica altiva, / Guar¨ªn, toda de madera, / en cuyo ce?o la esfera / del sol descansa y estriba, / que ni el peso la derriba / ni el tiempo la hace pasible? / ?Ves ese monstruo terrible / que del agua nace? ?Ves / ese prodigio? ?sa es / la gran puente de Mantible'. Tambi¨¦n Cervantes se refiere a ella cuando habla de Carlomagno y Fierabr¨¢s, en una referencia que toma de las numerosas obras dedicadas a glosar las haza?as del emperador que recorrieron Europa durante la Edad Media.
Estas ruinas romanas son, adem¨¢s, un punto de partida excelente para visitar la Rioja alavesa menos conocida, la de pueblos como Lanciego, Labraza, Barriobusto, Moreda de ?lava o Y¨¦cora. Esta ¨²ltima localidad acoger¨¢ el 16 de septiembre el Dia de la Vendimia, ocasi¨®n excepcional de degustar la producci¨®n ya asentada de las bodegas de toda la denominaci¨®n de Rioja Alavesa. Jornada de encuentro entre vecinos y forasteros, ser¨¢ tambi¨¦n una buena oportunidad para conocer algunos rincones del pueblo, como la fuente g¨®tica, con lavadero, que se encuentra en la salida hacia Barriobusto, o la nevera (una de las mejor conservadas) situada justo detr¨¢s de la iglesia.
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