Curro Torres, el emigrante

Curro Torres no es ning¨²n chaval. Ni una joya de la cantera. Se trata de un currante del f¨²tbol que viene de muy abajo, de los descampados de tierra de Santa Coloma de Gramanet, hasta aterrizar el s¨¢bado en Mestalla, con Figo buf¨¢ndole en el cogote. 'La gente se cree que tengo 18 a?os. ?Eso quisiera yo!', dice CurroTorres, que en diciembre cumplir¨¢ 25 a?os. 'No lo he tenido nada f¨¢cil para llegar hasta aqu¨ª', a?ade un d¨ªa despu¨¦s de debutar en Primera nada menos que ante un Madrid repleto de estrellas.

El presumible punto d¨¦bil del Valencia no fue tal. El supuesto tal¨®n de Aquiles por el que Del Bosque mand¨® hurgar a sus mejores hombres -Figo, Roberto Carlos, Zidane y Savio-, estuvo tapado por Crist¨®bal Emilio Torres, conocido como Curro Torres desde que aquel amigo lo bautizara as¨ª en el barrio de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona).

?Cansado? 'Un poquit¨ªn'. Curro Torres habla con la misma serenidad con la que juega. 'Me mentalic¨¦ de que lo principal era hacerlo f¨¢cil. Dejarse de tonter¨ªas. Defender bien y esperar a otros d¨ªas para atacar'. As¨ª lo hizo. Antes del partido, combati¨® los nervios pegado al tel¨¦fono. Habl¨® con su mujer, sus padres y su hermano. 'Supongo que Del Bosque pens¨® que yo estar¨ªa nervioso. Y lo estaba, pero me pas¨®. No esperaba que Figo viniera por mi banda, y al verlo, claro, uno le tiene mucho respeto, pero poco a poco cog¨ª confianza', explica el lateral derecho del Valencia. 'A Figo no hay que dejarle que te encare: con el regate que tiene, te mata', a?ade.

Lo de Roberto Carlos ya era m¨¢s previsible. Torres sab¨ªa que el brasile?o le llegar¨ªa como una exhalaci¨®n. La misi¨®n era cerrarle los espacios, no dejarle arrancar. 'Con la ayuda de Angulo y de Ayala le dejamos muy pocos espacios'. El tercero en llegar fue Zidane, aunque m¨¢s espor¨¢dicamente. 'Zidane es sensacional. Es impresionante ver como, con lo alto que es, tiene el centro de gravedad tan bajo. Tuve un par de acciones con ¨¦l y sal¨ª bien parado'.

Y, por ¨²ltimo, Savio. El extremo zurdo brasile?o s¨ª se escabull¨® un par de veces de Torres. 'Savio se me fue dos veces. Es muy habilidoso y yo ya estaba cansado. Me hab¨ªan ido cambiando los jugadores y estamos a principio de temporada'.

Curro Torres naci¨® en Ahlen (Alemania), donde sus padres -originarios del pueblo granadino de Dehesas Viejas- hab¨ªan emigrado para trabajar. Pasaron 18 a?os, aunque Curro s¨®lo ten¨ªa tres a?os cuando sus padres regresaron a Espa?a y abrieron un bar en Santa Coloma. Ahora son pensionistas. Curro empez¨® a atizarle al bal¨®n all¨ª, en los descampados de Santa Coloma. Entonces se aficion¨® al Bar?a y empez¨® a admirar al lateral izquierdo italiano Paolo Maldini.

'Toda mi familia y mis amigos estaban pendientes de m¨ª ayer [por el s¨¢bado], pero no pens¨¦ en nada de eso. S¨®lo en el juego'. A los 12 a?os entr¨® en la escuela de f¨²tbol del Santa Coloma, donde primero jug¨® de central y despu¨¦s de lateral derecho. 'Jugar¨ªa hasta de portero', advierte.

A los 20 a?os, cuando estaba en Segunda B, recibi¨® la llamada de Javier Subirats, secretario t¨¦cnico del Valencia. Pas¨® por el filial valencianista y se march¨® cedido a dos equipos de Segunda, donde se curti¨®. 'Madur¨¦ mucho. Viv¨ª las dos caras del f¨²tbol. La mala en el Recreativo, con un equipo que sufri¨® mucho y convives con gente modesta que lucha por sacar a su familia adelante. Y la buena, el a?o pasado, en el Tenerife, donde ascendimos'.

En el Tenerife, a las ¨®rdenes de Rafa Ben¨ªtez, disput¨® 39 partidos y marc¨® dos goles. Suficiente para que Subirats decidiera que el Valencia pagara la opci¨®n de recompra -75 millones-, y Torres volviera a Mestalla para convertirse en el progresivo sustituto de Angloma, de 37 a?os, que est¨¢ lesionado. Pero Torres se ha ganado el t¨ªtulo de heredero m¨¢s r¨¢pido de lo previsto. En parte gracias a los consejos del propio Angloma, que habl¨® con ¨¦l antes y despu¨¦s del encuentro del s¨¢bado. Y le dio algunas pistas para frenar a tanta estrella como se le ven¨ªa encima. La templanza de Curro Torres hizo el resto.