'CUALQUIER D?A TOM CRUISE HAR? ?PERAS EN 'PLAY BACK'
El tenor venezolano comenta su exclusi¨®n del reparto del 'Rigoletto' del Teatro Real por motivos est¨¦ticos.
He aqu¨ª un caso para la pol¨¦mica. El tenor venezolano Aquiles Machado ha triunfado, a sus 29 a?os, en los escenarios de Viena, Berl¨ªn, N¨¢poles, Verona o Florencia. En Santander, donde el pasado viernes cant¨® el Requiem de Verdi, volvi¨® a convencer, y, sobre todo, lo hizo en Madrid cuando debut¨® hace tres a?os en el Teatro Real con La boh¨¨me: se convirti¨® en una figura adorada por el p¨²blico. Por otra parte, fue disc¨ªpulo de un mito: Alfredo Kraus. Pero Aquiles Machado mide 1,65 metros y su peso tiene tres cifras...
El tenor iba a repetir en el escenario madrile?o en octubre de 2001 interpretando al Duque de Mantua en Rigoletto, la obra de Verdi que abre la pr¨®xima temporada. Ten¨ªa un contrato firme, que se le ofreci¨® cuando cant¨® La boh¨¨me, pero el director de escena, Graham Vick, decidi¨® que no le quer¨ªa en el papel por su aspecto f¨ªsico. Aquiles Machado ha cantado ya el Duque de Mantua sin ninguna mala cr¨ªtica en Niza, Klagenfurt o la pasada semana en San Sebasti¨¢n, donde las rese?as le apuntaban como gran tenor y excelente actor. Habla Aquiles Machado.
Pregunta. Usted iba a interpretar al Duque de Mantua en el Rigoletto del Teatro Real. ?Qu¨¦ ha ocurrido?
Respuesta. Ha habido una concepci¨®n de la producci¨®n de la obra por parte del director de escena en la que no encajo, y el teatro ha cedido a sus pretensiones para llevar a cabo el montaje. Todo esto es producto del capricho de una persona, que ha antepuesto su criterio al de la mayor¨ªa.
P. Y el teatro, con un contrato firmado, ha optado por respetar el criterio est¨¦tico de Graham Vick...
R. Creo que s¨ª. En este caso, el Rigoletto es una coproducci¨®n de varios teatros, el Real, el Covent Garden y alguno m¨¢s, y desgraciadamente el punto flaco de la cuerda se rompi¨® por mi lado. Pero es una producci¨®n en la que todos podremos opinar al verla y si lo ha hecho, imagino que tendr¨¢ su justificaci¨®n.
P. ?Cree que el Duque de Mantua debe ser un Adonis?
R. Su clave no es la belleza, desde luego. Es el poder, del que abusa, y eso no implica ser bello. Mi aproximaci¨®n al personaje es psicol¨®gica.
P. ?La dictadura de la est¨¦tica en la ¨®pera acabar¨¢ matando una forma de cantar?
R. No es una dictadura, en este caso. Es el capricho de este se?or, insisto. Creo que la est¨¦tica no debe ser un hecho meramente superficial. Debe estar respaldado por un discurso. El arte conmueve y s¨®lo con tules no consigues emoci¨®n. En este tema, la cuesti¨®n no es que se prescinda de m¨ª. Es que cualquier d¨ªa ser¨¢ Tom Cruise quien acabe apareciendo en play back.
P. ?C¨®mo ha quedado su relaci¨®n con el Teatro Real?
R. No hay problema con el Teatro Real. Hemos fijado un compromiso para la pr¨®xima temporada, probablemente ser¨¢ para cantar Fausto, de Gounod. No puedo hacer m¨¢s al respecto. No es problema del Real, insisto, es problema de lo que hoy ocurre en la ¨®pera.
Las grandes voces que pudieron fracasar por exceso de peso
Dice Aquiles Machado que es la primera vez que le rechazan para un papel por cuestiones est¨¦ticas. 'Espero que sea la ¨²ltima. Hacer un casting para montar ¨®peras es algo muy extra?o. Pero es que pasan cosas muy extra?as en este mundo ¨²ltimamente. Desde que vi que Michael Bolton, cantante entre pop y ligero, hac¨ªa La traviata en Viena pens¨¦ que todo esto es muy raro'. Si seguimos as¨ª habr¨ªa que empezar a despedir una larga lista de talentos. 'Si esto hubiese sido la regla en el pasado, ni Caruso, ni Gigli, ni Carlo Bergonzi, ni Montserrat Caball¨¦, ni Pavarotti habr¨ªan hecho carrera'. Tampoco Mar¨ªa Callas, que lleg¨® a ser una figura oronda antes de someterse a la dieta espartana que forj¨® la imagen que se ve hoy en sus discos.Aquiles dice haber encontrado el apoyo de mucha gente ante el episodio. 'De manera callada, muchas personas han conseguido que, por lo menos, las cosas se arreglen con el teatro'. Otros, como Carlos ?lvarez, el bar¨ªtono malague?o que protagonizar¨¢ el controvertido Rigoletto, tiene su opini¨®n. 'Los cantantes no podemos hacer gran cosa, pero creo que nos est¨¢n ganando algunas parcelas y no deber¨ªamos dejar que esto se convierta en una regla. Todo es posible, hay quien manda y quien decide, y puede que nos perdamos valores vocales estupendos por cuestiones f¨ªsicas'. ?lvarez tambi¨¦n cree que 'los directores de escena se esclavizan a s¨ª mismos con ideas preconcebidas'.
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