El Alc¨¢zar se rinde

El sentimentalismo deja paso a las exigencias de los nuevos mercados. El Alc¨¢zar, la cerveza por excelencia de Ja¨¦n, sobrevivi¨® a su intervenci¨®n en la guerra civil, m¨¢s tarde supo expandirse presumiendo de su genuino 'toque alem¨¢n', pero los envites de las grandes multinacionales del sector parecen haber fijado el punto de destino de esta firma, arraigada como pocas otras en la vida de Ja¨¦n del ¨²ltimo siglo. El Tribunal de Defensa de Competencia obliga a Heineken, actual propietaria de El Alc¨¢zar, a desprenderse de varias marcas y concentrar la oferta. La medida afectar¨¢ a la marca jiennense, pero a cambio supondr¨¢ el fortalecimiento de su actual planta de producci¨®n.

La desaparici¨®n de El Alc¨¢zar no ser¨¢ algo repentino y s¨ª una medida progresiva en el tiempo. De hecho, la cerveza jiennense logr¨® salvarse, el pasado mes de junio, del primer paquete de seis marcas vendidas por Heineken. 'El Alc¨¢zar es una marca important¨ªsima, pero el mercado es el que manda', asegura Julio Cuesta, director de relaciones externas de la multinacional cervecera.

Sin embargo, frente al sentimentalismo que puede suponer el adi¨®s de un emblema del Ja¨¦n del siglo XX, la empresa aboga por una reflexi¨®n desde la ¨®ptica comercial. 'La marca, al fin y al cabo, es ef¨ªmera, pero Ja¨¦n va a seguir produciendo una cerveza de primera calidad', manifiesta Julio Cuesta, para quien la medida aportar¨¢ 'solvencia y estabilidad' a la planta jiennense de La Imora, desde donde seguir¨¢n partiendo para toda Andaluc¨ªa el resto de marcas que la firma ha dejado en el mercado.

No s¨®lo no peligran los 200 empleados de la f¨¢brica, sino que ¨¦sta se afianzar¨¢ como uno de los centros m¨¢s importantes en Andaluc¨ªa, donde el grupo Heineken acapara el 70% de su producci¨®n. De hecho, la planta de Ja¨¦n sali¨® indemne del cierre ordenado recientemente por la multinacional de sus plantas de Madrid y Valencia

Nacida en el a?o 1923 de la mano de la familia Puga, de procedencia gallega, la cervecera jiennense llev¨® inicialmente el nombre de El Lagarto. Cinco a?os despu¨¦s incorpor¨® su nombre actual, que alude a la fortaleza que preside la ciudad jiennense. Fue en la d¨¦cada de los 50 cuando se construy¨® la planta de La Imora, donde se empez¨® a comercializar el famoso biscuter, botell¨ªn de un quinto de litro conocido as¨ª por su semejanza con un coche de peque?o tama?o de la ¨¦poca.

Domingo Moreno, ligado durante m¨¢s de 30 a?os a los puestos directivos de la empresa, recuerda que parte del ¨¦xito de la cervecera jiennense se debe al alem¨¢n Valent¨ªn Weigant, que trajo la levadura desde Baviera, la cuna de la cerveza alemana. 'Le dio un toque muy alem¨¢n, como dec¨ªa el anuncio que protagoniz¨® el futbolista Stilike, y a partir de ah¨ª se inici¨® una r¨¢pida expansi¨®n de la empresa', asegura Moreno, para quien la raz¨®n que explica la ligaz¨®n entre la firma y Ja¨¦n no es otra que 'haber estado siempre muy unida con todo lo que suced¨ªa en esta tierra'.

El Alc¨¢zar se integr¨® en 1984 en el grupo Cruzcampo y ¨¦ste, a su vez, fue asumido primero por Guinnes y, hace dos a?os, por Heineken. La f¨¢brica jiennense, cuya producci¨®n inicial era de seis millones de litros al a?o, ha experimentado un desarrollo tecnol¨®gico vertiginoso, que la ha llevado a producir actualmente unos 90 millones de litros.