La influencia econ¨®mica de la Diputaci¨®n de Castell¨®n duplica a las de Valencia y Alicante

La situaci¨®n financiera de las instituciones provinciales en la actualidad es lamentable. La Diputaci¨®n de Valencia acumula una deuda que supera el 110% de su presupuesto, el m¨¢ximo permitido por ley. En 1998 la situaci¨®n no era tan grave, seg¨²n revela el informe de fiscalizaci¨®n de las cuentas de las entidades locales distribuido ayer por la Sindicatura de Comptes, pero ciertas tendencias parec¨ªan claras.

La evoluci¨®n del gasto p¨²blico por habitante asumido por las diputaciones provinciales sufr¨ªa un descenso continuo desde el a?o 1993, cuando la media de las tres instituciones provinciales era de unas 30.000 pesetas. En 1998, estaba por debajo de 24.000.

Pero la situaci¨®n no era homog¨¦nea en las tres diputaciones provinciales. Castell¨®n ten¨ªa menos de medio mill¨®n de habitantes en 1998, Valencia superaba los dos millones y Alicante no llegaba a un mill¨®n y medio. El gasto por habitante en Castell¨®n ascend¨ªa en el ¨²ltimo ejercicio fiscalizado a 77.839 pesetas, frente a 34.508 en Valencia y s¨®lo 27.679 en Alicante.

El cap¨ªtulo de inversiones ofrec¨ªa indicadores todav¨ªa m¨¢s dispares. La inversi¨®n por habitante en Castell¨®n de parte de la diputaci¨®n provincial ascend¨ªa a 25.564 pesetas, frente a 6.291 en Valencia y 8.312 en Alicante.

Convenios

Los sucesivos convenios firmados entre la Generalitat y la Diputaci¨®n de Castell¨®n para que la instituci¨®n provincial canalizara inversiones propias de la Administraci¨®n auton¨®mica explican las diferencias.

La presi¨®n fiscal de la Diputaci¨®n de Valencian por habitante supon¨ªa 5.327 pesetas al a?o. En Castell¨®n representaba casi 4.500 pesetas. En Alicante, como correlato a la escasa inversi¨®n y escaso gasto p¨²blico, los vecinos aportaban a la instituci¨®n provincial poco m¨¢s de mil pesetas al a?o.

Los ingresos tributarios parecen ajustados, pero la Sindicatura alerta sobre una subida conjunta de los impuestos que recaudan las diputaciones provinciales en torno al 31% con respeto al a?o anterior.

El aumento de recaudaci¨®n permiti¨® a las instituciones provinciales cumplir con las n¨®minas y las obligaciones de las deudas que arrastraban. Pero la Sindicatura 'destaca el bajo grado de ejecuci¨®n alcanzado' en los cap¨ªtulos relativos a inversiones y transferencias de capital -para que los municipios acometieran obras por s¨ª mismos-, que se quedaron por debajo de la mitad de lo previsto a principios de a?o y apenas se consumieron en un 47 y un 40%, respectivamente.

La solvencia de las instituciones provinciales para cobrar las facturas pendientes tambi¨¦n queda en entredicho, de acuerdo con el informe de fiscalizaci¨®n. La comparaci¨®n entre las facturas por cobrar y los ingresos efectivos pone de manifiesto 'un plazo medio de cobro de 218 d¨ªas'. La Sindicatura, con su frialdad habitual, sugiere que esa tardanza 'puede ser indicativa de dificultades en la gesti¨®n recaudatoria o de desfases en el registro contable de los cobros'.

Sin embargo, celebra una notable mejor¨ªa con respecto al a?o anterior, cuando el desfase entre la emisi¨®n de facturas y su cobro efectivo rondaba los 10 meses.

La situaci¨®n de los proveedores de las diputaciones provinciales segu¨ªa una senda paralela. En conjunto, los gastos acumulaban un retraso de 188 d¨ªas. Pero la Sindicatura comenta que la n¨®mina del personal, que supone un tercio del total de gastos, se paga puntualmente. Por eso sugiere que los plazos resultan superiores para los proveedores y para los beneficiarios de las transferencias corrientes que distribuye la diputaci¨®n a los ayuntamientos m¨¢s peque?os, de acuerdo con su supuesta vocaci¨®n de Ayuntamiento de ayuntamientos.

El volumen del endeudamiento de las tres diputaciones era relativamente asumible en 1998. El desfase entre los fondos disponibles en la caja y las necesidades diarias de las instituciones provinciales de Castell¨®n y Valencia, tambi¨¦n.

Pero la Diputaci¨®n de Alicante arrastraba un desfase de tesorer¨ªa desde a?os anteriores de modo que acumulaba deudas a corto plazo que duplicaban el total de los fondos necesarios para poder hacer frente a los gastos del d¨ªa a d¨ªa.