La mayor¨ªa de los franceses apoya la independencia de C¨®rcega, seg¨²n una encuesta

El semanario Paris-Match publica hoy una encuesta sobre lo que franceses continentales y corsos piensan sobre la eventual independencia de la isla. El resultado -de fiabilidad relativa, pero indicador de una tendencia se?alada en otras ocasiones- no deja lugar a dudas: el 43% de los continentales desear¨ªan que C¨®rcega fuese independiente frente a un 35% que no lo quiere, porcentaje que no tiene nada que ver con el obtenido en la isla, pues s¨®lo un 17% de los corsos quiere separarse, mientras un 65% de los insulares quiere seguir perteneciendo a ella.

Eso s¨ª, continentales e insulares son partidarios de que se efect¨²e un refer¨¦ndum sobre el tema para as¨ª zanjar la cuesti¨®n. 'Hacerlo s¨®lo en C¨®rcega ser¨ªa anticonstitucional', recordaba anteayer el primer ministro, Lionel Jospin, y 'hacerlo en toda Francia podr¨ªa dar pie a resultados curiosos'.

La irritaci¨®n del continente responde a la fatiga ante la imposibilidad de hacer progresar la modernizaci¨®n de la isla, que no admite inversores no corsos y exige la corsizaci¨®n de los empleos, a veces utilizando la violencia. Los sucesivos asesinatos entre distintas facciones supuestamente nacionalistas tampoco facilitan el que los franceses se sientan interesados por el destino de C¨®rcega, sino m¨¢s bien dispuestos a desentenderse de ¨¦l, m¨¢xime cuando se piensa que cada corso recibe -o deja de pagar- un total de 11.500 francos (unas 290.000 pesetas) en concepto de ayudas por distintos conceptos: continuidad territorial, IVA especial sobre tabaco, alcohol y combustibles; inexistencia de derecho de transmisiones entre corsos, tasa profesional m¨ªnima, cargas patronales reducidas, etc¨¦tera.

La encuesta se publica al mismo tiempo que trascienden las diferencias entre los distintas polic¨ªas que trabajan en C¨®rcega, lugar que tiene la tasa de cr¨ªmenes m¨¢s baja de Francia -una media del 55% frente al 80%-. Esos enfrentamientos corresponden a intereses pol¨ªticos de los distintos cuerpos y parecen haber repercutido en la ineficacia de las pesquisas, pues la cooperaci¨®n deja mucho que desear.