Dimite el subdelegado de Tarragona, acusado de ofrecer 'papeles' a cambio de favores sexuales

El subdelegado del Gobierno en Tarragona, Ra¨²l Navarro Rold¨¢n, present¨® su dimisi¨®n el pasado mi¨¦rcoles para poder defenderse de la acusaci¨®n realizada por, al menos, una mujer rusa que asegura que Navarro le ofreci¨® regularizar sus papeles a cambio de favores sexuales. La investigaci¨®n, abierta hace 15 d¨ªas, se encuentra en fase de diligencias previas y bajo secreto de sumario en el juzgado n¨²mero 9 de Tarragona. El subdelegado declar¨® ante el juez, junto con otros imputados, el pasado jueves. La delegada del Gobierno en Catalu?a, Julia Garc¨ªa-Valdecasas firm¨® ayer su cese.

Navarro present¨® la dimisi¨®n inmediatamente despu¨¦s de conocer su implicaci¨®n en un caso que relaciona inmigraci¨®n ilegal y prostituci¨®n, aunque en una escueta nota remitida por la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Tarragona a ¨²ltima hora de ayer se explica que Ra¨²l Navarro ha presentado su dimisi¨®n al ministro para las Administraciones P¨²blicas, Jes¨²s Posada, 'por motivos de salud'.

Fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a indicaron ayer, sin embargo, que la dimisi¨®n estaba relacionada con el caso y que fue aceptada de inmediato el mismo mi¨¦rcoles, despu¨¦s de que la delegada, Julia Garc¨ªa- Valdecasas, consultara con el ministro del Interior, Mariano Rajoy, y con Posada. Ambos estuvieron de acuerdo en que Navarro deb¨ªa ser destituido inmediatamente. 'Ha pedido estar libre para poder defenderse. Que se defienda', dijo ayer un portavoz de la delegaci¨®n en Barcelona.

El PP de Catalu?a se limit¨® ayer a 'respetar la decisi¨®n del subdelegado', subrayar que 'no hay escrito de acusaci¨®n contra ¨¦l' y que su decisi¨®n demuestra su voluntad de 'no perjudicar al Gobierno en este caso'.

El caso arranca con una denuncia presentada ante la Fiscal¨ªa de Tarragona que revel¨® la existencia de una trama de inmigraci¨®n ilegal de mujeres procedentes de los pa¨ªses del Este que, una vez en Espa?a, eran obligadas a prostituirse. La vinculaci¨®n de Navarro con el caso se basa, seg¨²n fuentes conocedoras de la investigaci¨®n, en su relaci¨®n con un prost¨ªbulo regentado por una mujer rusa. En el establecimiento se encontraban mujeres que no ten¨ªan permiso de residencia. Al menos una de ellas explic¨® que Navarro le hab¨ªa prometido 'papeles' a cambio de favores sexuales.

Ra¨²l Navarro, nacido en Tarragona en 1963, afirm¨® en la toma de posesi¨®n de su cargo como subdelegado del Gobierno en Tarragona, el 14 de julio de 2000, que afrontar los problemas de la inmigraci¨®n ser¨ªa uno de sus objetivos. Bajo su mandato se ha dise?ado una campa?a que deb¨ªa iniciarse este mes de septiembre. Recientemente, la subdelegaci¨®n orden¨® la expulsi¨®n de 24 personas, la mayor¨ªa de ellas procedentes de los pa¨ªses del Este. Entre los expulsados figuraban 14 mujeres de origen eslavo que hab¨ªan sido detenidas durante una redada policial en prost¨ªbulos de la zona.

Casado y con cuatro hijos, poco pod¨ªa imaginar al ser nombrado que s¨®lo 15 meses despu¨¦s tendr¨ªa que dimitir por un asunto relacionado con la inmigraci¨®n.La ascensi¨®n de este licenciado en Derecho y graduado social, afiliado al PP en 1993, se produjo de la mano de la direcci¨®n catalana del partido. En 1996, cuando era profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad Rovira i Virgili, fue nombrado delegado del Ministerio de Trabajo en Tarragona. Tres a?os m¨¢s tarde sucedi¨® a Margarita L¨®pez en la Subdelegaci¨®n del Gobierno, despu¨¦s de que ¨¦sta dimitiera alegando 'motivos personales'. Entre ¨¦stos se contaba, sin embargo, una guerra sorda de la que el propio Navarro era uno de los protagonistas. Cuando se produjo la dimisi¨®n, Navarro fue el candidato que la direcci¨®n del PP catal¨¢n logr¨® imponer a la delegada del Gobierno en Catalu?a, Garc¨ªa-Valdecasas.

Su gesti¨®n recibi¨® fuertes cr¨ªticas muy pronto. A los pocos meses de su nombramiento se enfrent¨® con los agricultores, a cuyas protestas respondi¨® con cargas policiales que sembraron una fuerte pol¨¦mica en Tarragona. Uni¨® de Pagesos reclam¨® su dimisi¨®n e incluso en las filas del PP se alzaron entonces algunas voces critic¨¢ndole por falta de flexibilidad y por romper el di¨¢logo con los agentes sociales.