Un concierto de tel¨¦fonos m¨®viles abre Ars Electronica 2001
Con un concierto de tel¨¦fonos m¨®viles se celebr¨® uno de los momentos culminantes de Ars Electronica, el festival de arte y nuevas tecnolog¨ªas que se presenta hasta el 6 de septiembre en la ciudad austriaca de Linz, con la participaci¨®n de artistas del mundo entero.
En todo concierto te piden que apagues tu tel¨¦fono. Aqu¨ª ocurre todo lo contario. Para su telesinfon¨ªa Golan Levin dispone de computadoras que manipulan a distancia hasta 500 tel¨¦fonos de los espectadores. 'Es fascinante descubrir que un utensillo como el celular puede convertirse en instrumento musical de muy buen sonido', explica Jutta Schmiederer, productora de este festival que desde hace 22 a?os ofrece nuevas perspectivas para comprender el impacto de las tecnolog¨ªas modernas en el arte y en la sociedad.
'Los contenidos del arte siguen siendo los mismos de siempre, pero la diferencia ahora es la verdadera integraci¨®n y participaci¨®n de la gente en la obra', comenta el director de Ars Electronica, Gerfried Stocker. M¨¢s que cuestionar la naturaleza de las nuevas corrienes art¨ªsticas, los organizadores se han propuesto plantear otra de las inc¨®gnitas sin respuesta: '?Qui¨¦nes son los artistas del futuro?'. Como indica Stocker, la dificultad radica en determinar el concepto de artista cuando los protagonistas viven en ¨¢mbitos indefinidos, a caballo entre la ingenier¨ªa, el dise?o de portales de Internet, la invenci¨®n de juegos, el negocio y el arte.
'No me importa si soy artista o no. Lo importante es ¨²nicamente el concepto', dice tranquilo Hiroshi Ishi. Acompa?ado de 16 de sus disc¨ªpulos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), presenta sus Tangible bits (piezas de arte tangible). El profesor japon¨¦s muestra ante un p¨²blico at¨®nito sus po¨¦ticas botellitas de cristal. Las va destapando una a una y de cada botella surge la melod¨ªa de un instrumento espec¨ªfico, que se suma a las dem¨¢s formando un refinado concierto, ya sea free jazz o m¨²sica cl¨¢sica. El inventor se niega a revelar c¨®mo funciona el juego de luces y chips que hace posible esta magia. Su objetivo es dar cuerpo a los impulsos digitales para que la realidad virtual entre en el mundo real y desaparezca el abismo entre m¨¢quina y hombre.
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