La crisis que hace tambalear al F¨°rum
Este es el relato de 49 d¨ªas: los que van desde el nombramiento de Josep Caminal como consejero delegado del F¨°rum 2004 hasta el pasado lunes comunica formalmente su renuncia al cargo.
La primera imagen, la del d¨ªa 17, es la de un Caminal sonriente que se declara dispuesto y en forma para llevar el proyecto a buen puerto. La segunda imagen de Caminal no existe: cuando el alcalde convoca el lunes la rueda de prensa en el Ayuntamiento hace ya un par de d¨ªas que Caminal se halla en Italia.
?Qu¨¦ ocurre excatamente entre la presencia satisfecha de la primera fotograf¨ªa y la angustiante ausencia de la segunda?
- Caminal, el hombre del consenso. Muchas voces cr¨ªticas de la pol¨ªtica y la cultura apuntaban desde tiempo atr¨¢s que el F¨°rum de las Culturas era un barco a la deriva. Dos a?os hab¨ªan pasado desde su botadura y el rumbo que marcaba su br¨²jula era desconocido seg¨²n ellos para la mayor¨ªa de ciudadanos. Como quien dice, un buque fantasma. Fallaba la definici¨®n, los contenidos. La prioridad institucional en esos dos a?os hab¨ªa sido definir el territorio y la financiaci¨®n. Eso qued¨® zanajado la primavera pasada con un presupuesto de 51.500 millones.
El desalojo de inmigrantes de la plaza de Catalunya provoca desaz¨®n al nuevo gestor, que baraja cifras millonarias
En junio, con los n¨²meros atados, Clos se decide a ejecutar lo que muchas voces le vienen reclamando: que substituya al anterior consejero delegado, Jaume Sodupe. El alcalde tiene varios nombres en la agenda, epro uno le parece que suscita mayores consensos. Y en esta ciudad nerviosa, cuando de consenso se trata surge siempre el mismo nombre: Josep Caminal, el hombre que reconstruy¨® el Liceo.
Algunas voces, no muchas, se r¨ªen en la ciudad. ?Es que nadie m¨¢s es capaz de enderezar lo que no funciona en este pa¨ªs? Pero el murmullo pronto se apaga en la relajaci¨®n del agosto.
- Caminal acepta. Caminal acepta el cargo sonriente, ya se ha dicho. Se lo ha pedido a finales de junio el alcalde, con quien se ha visto otrs dos veces en julio, cuenta con el pleno aoyo de su consejero de Cultura, Ferran Mascarell. Tamib¨¦n lo ha bendecido Pujol. El Gobierno central no lo ve mal, al contrario: lleg¨® a proponerle en su d¨ªa si quer¨ªa dirigir el Teatro Real de Madrid, sin dejar el Liceo. Una suerte de superinitendente de los teatros de ¨®pera espa?oles. Caminal no acept¨® ese supercargo, temeroso de una reacci¨®n madrile?a poco comprensiva del fet catal¨¤, pero qued¨® en excelentes relaciones con el ejecutivo de Aznar.
Pocos estaban en el ajo de que Caminal iba a ser el consejero delegado del F¨°rum cuando apareci¨® para retratarse junto a Clos. Al alcalde le inquietaba sobremanera que circulara que Sodupe, el hombre que Maragall se?al¨® para empu?ar el tim¨®n del trasatl¨¢ntico, iba a abandonar el barco. Los cambios de timonel inquietan mucho a los armadores.
- Caminal conoce los sucesos de G¨¦nova. Tres d¨ªas despu¨¦s de la relajada instant¨¢nea, muere en G¨¦nova, tiroteado por la polic¨ªa, Carlo Giuliani, un joven que protestaba contra la cumbre del G-8. Hombre atento a la actualidad, Caminal se queda con la idea de que con la globalizaci¨®n no se juega, pues puede conllevar consecuancias imprevistas. Los debates ya programados para el F¨°rum se basan en tres ejes: sostenibilidad, diversidad cultural y formas de la convivencia. En ellos se piensa afrontar todos los conflictos de la sociedad actual: inmigraci¨®n, desequilibrios econ¨®micos entre norte y sur, colonizaciones culturales, encuentro entre religiones, et¨¦cetera.
Caminal recuerda tambi¨¦n que en Barcelona, durante el mes de junio, se ha suspendido la cumbre del Banco Mundial y que la manifestaci¨®n de los antiglobalizadores acab¨® con detenidos y heridos. Este hecho inquiet¨® a todos los reponsables pol¨ªticos de la ciudad y cre¨® un clima de cierto temor a tratar temas paralelos en el marco festivo de 2004.
Caminal configura su equipo. El apartado anterior no configura todav¨ªa en Caminal una preocupaci¨®n mayor: es m¨¢s bien una sospecha, un principio de inquietud. A primeros de agosto trabaja fuerte en el proyecto y lo comunica
a sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos. En ning¨²n momento se pone en contacto con los responsables del F¨°rum instalados en la torre Mapfre, los cuales le hacen llegar la documentaci¨®n por mensajer¨ªa.
El esquema de equipo que Caminal dise?a es nombrar a un n¨²cleo duro a un primer nivel y un n¨²cleo asesor a un segundo nivel. En el nivel duro coloca a seis personas. Tres responsables de ¨¢rea: el cr¨ªtico de m¨²sica Juan ?ngel Vela del Campo para los espect¨¢culos (apoy¨¢ndose en dos patas: el director art¨ªstico del Liceo, Joan Matabosch, y el del Grec, Borja Sitj¨¤); el fil¨®sofo y periodista Josep Ramoneda, director del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona para el cap¨ªtulo de exposiciones; y Jaume Pag¨¨s, rector de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, para tutelar los debates de contenido tecnol¨®gico y conocimiento. En el n¨²cleo duro est¨¢n tambi¨¦n los responsables pol¨ªticos: Ferran Mascarell por el Ayuntamiento; Mariano Zab¨ªa, subsecretario del Ministerio de Cultura, por el Gobierno central, y Joaquim Triad¨², ex consejero de presidencia, por la Generalitat.
En un segundo nivel, Caminal coloca a varios intelectuales, siguiendo la l¨®gica tripartita: el escritor y periodista Vicen? Villatoro, diputado por CiU; el periodista y escritor Valent¨ª Puig, director de la edici¨®n catalana del diario ABC y pr¨®ximo al PP, y el soci¨®logo y catedr¨¢tico de Berkeley, pr¨®ximo a la izquierda, Manuel Castells.
- Caminal forma sus equipos. Una conversaci¨®n tipo de Caminal con estas personas se lleva a cabo el 2 de agosto.
El consejero delegado tiene tres ideas fundamentales que le rondan por la cabeza y comunica a su futuro colaborador: rebajar el presupuesto, que le parece excesivo y dif¨ªcilmente justificable ante la ciudadan¨ªa; acortar el calendario: si siempre se hab¨ªa barajado en el F¨°rum el eslogan 'de Sant Jordi a la Merc¨¨, ¨¦l asume uno nuevo: 'de Sant Joan a la Merc¨¨'; es decir, un Grec ampliado, un festival de las artes limitado a los meses de verano; y, en tercer lugar, abrir el recinto del Bes¨°s, celebrar all¨ª algunos actos, pero diseminar los otros por varios escenarios del centro de la ciudad.
- Caminal reflexiona en Biscarb¨®. El 5 de agosto Caminal se va a Biscarb¨®, un pueblecito del Pirineo leridano donde tiene una casa. Lleva consigo los papeles del F¨°rum 2004. Desde all¨ª mantiene conversaciones. Est¨¢n acreditados por lo menos cinco encuentros en Barcelona con Mascarell, el ¨²ltimo en la semana del 20 al 26 de agosto.
Conforme repasa papeles van creciendo las dudas. La primera es la que m¨¢s han propagado los cr¨ªticos del evento: el proyecto del F¨°rum 2004 no est¨¢ definido. Las cifras y algunos honorarios, que cabe deducir que no conoc¨ªa previamente, le asustan: 2.000 millones para cada una de las tres exposiciones centrales; 8.000 millones destinados a promocionar el foro; otros 6.000 para adecuar los espacios, y as¨ª hasta 51.500 millones.
- Caminal conoce el desalojo de la plaza de Catalunya. El 6 de agosto, un centenar de inmigrantes magreb¨ªes que dorm¨ªan desde hac¨ªa meses en la plaza de Catalunya son expulsados por la Guardia Urbana. Empieza un peregrinaje por calles y plazas de este colectivo al que nadie quiere dar cobijo, que acaba el 16 de agosto con una carga policial y 115 sin papeles detenidos en la comisar¨ªa de la Verneda. Hombre con inquietudes sociales, Caminal empieza a dudar de la honestidad de gastarse ese dineral en el foro y teme que puedan aparecer conflictos durante la celebraci¨®n de ¨¦ste.
Aparte, otra idea empieza a abrirse camino en su cabeza. ?l es un gestor, no se reconoce como la persona m¨¢s cualificada para inventarse los contenidos de arriba abajo. Y una duda muy concreta: ?qu¨¦ capacidad real tendr¨¢ para introducir estos cambios en el proyecto aprobado? ?Los aceptar¨¢ Clos?
- Caminal regresa a Barcelona. El lunes 27 de agosto Caminal regresa a Barcelona. El martes habla todav¨ªa con algunas de las personas que piensa integrar en su equipo sin levantar sospechas. Incluso llega a citarse por lo menos con una de ellas para el siguiente jueves. Pero esa cita ya no se lleva a cabo.Ese d¨ªa el discurso de Caminal ha cambiado. Los escr¨²pulos de orden moral y de capacidad para hacer frente al reto han ganado la partida. Quienes hablan con ¨¦l ese d¨ªa piensan que es capaz de dimitir, de hecho ya habla de un viaje a Italia para apartarse del revuelo que es consciente que va a provocar.
Ese mismo d¨ªa se re¨²ne con el equipo de arquitectos que est¨¢ dise?ando la transformaci¨®n de la zona del Bes¨°s, pero no deja traslucir su estado de ¨¢nimo.
- Caminal choca con Clos. El alcalde no coincide con la dr¨¢stica reducci¨®n presupuestaria que plantea Caminal ni comulga con la idea de diseminar los espect¨¢culos por toda Barcelona. Pero lo que menos agrada al alcalde es que Caminal se muestre tan contrario a los ejes b¨¢sicos del encuentro, que pasan por los temas relacionados con la globalizaci¨®n.
- Caminal y el viernes negro. El viernes 31 de agosto Caminal hace de tripas coraz¨®n y se entrevista con Clos por la ma?ana y con Pujol por la tarde. El primero le pide calma, que se tome el fin de semana para reflexionar. Con Pujol el encuentro es mucho m¨¢s tenso. Al final Caminal entrega al presidente su carta de dimisi¨®n. A las pocas horas toma un vuelo hacia Italia. Clos recibe el lunes la misma carta y estalla la crisis.
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