Pobreza intelectual

Las explicaciones ofrecidas por el presidente de la Generalitat y el consejero de Educaci¨®n para justificar la decisi¨®n de excluir a los escritores catalanes y mallorquines del documento de m¨ªnimos que configura los curr¨ªculos de Valenciano, Lengua y Literatura de Bachillerato y de ESO para el curso 2002-2003 oscilan entre el sarcasmo y el cinismo. Ayer mismo Eduardo Zaplana dec¨ªa que 'privar el nivel de conocimiento a alg¨²n alumno, de forma intencionada o predeterminada, es una barbaridad de tal calibre que nunca acometer¨ªamos'. Hermosas palabras si no fuera porque el borrador del documento de m¨ªnimos las desmiente con los hechos. La Consejer¨ªa de Educaci¨®n 'de forma intencionada y predeterminada' ha exclu¨ªdo a autores del calibre de Ramon Llull, Merc¨¦ Rodoreda, Eugeni d'Ors y Lloren? Villalonga del curriculo, dejando a la libre voluntad de profesores y editores la conveniencia o no de estudiarlos. El argumento con el que se completa el desafuero no es otro que el de aumentar el conocimiento de los autores valencianos. Estulticias de este calibre pueden aconsejar la conveniencia de mutilar una pierna con tal de fortalecer la musculaci¨®n de la otra. Y l¨®gica tan perversa como disparatada justificar¨ªa plenamente otro decreto de m¨ªnimos en el que para 'potenciar' a los autores espa?oles en castellano se dejara fuera del curr¨ªculo a Vargas Llosa, Garc¨ªa M¨¢rquez, Carlos Fuentes, PabloNeruda o Rub¨¦n Dar¨ªo, entre otros. Aunque, claro est¨¢, siempre cabr¨ªa la posibilidad de que los profesores y los editores tuvieran la sensibilidad que no demuestra el gobierno para explicarlos en clase.

Este 'proteccionismo' a la valencian¨ªa impulsado desde la voluntad pol¨ªtica del Consell intenta encubrir un descarado inter¨¦s electoral a costa de provocar un notable empobrecimiento cultural. Una pol¨ªtica m¨¢s de boina que de campanario. Una decisi¨®n que pretende que todos acabemos igualados en la indigencia intelectual de quienes han promovido este desprop¨®sito.