El Prado confronta la pintura profana y religiosa de Murillo en 15 cuadros de ni?os

La imagen estereotipada y los t¨®picos sobre la obra de Murillo se han convertido en admiraci¨®n por la calidad de su pintura y su capacidad para inventarse unas composiciones de ni?os que no ten¨ªan precedentes, seg¨²n Javier Port¨²s, de 40 a?os, conservador de pintura espa?ola barroca del Prado, que como comisario present¨® ayer en el museo la exposici¨®n Ni?os de Murillo. El montaje de 15 cuadros compara las composiciones profanas y religiosas con unas series de g¨¦nero de museos de Londres y M¨²nich que se pueden ver completas por primera vez en Espa?a.

La exposici¨®n ha visitado antes la Dulwich Picture Gallery de Londres y la Alte Pinakothek de M¨²nich, que con la aportaci¨®n de sus series (ocho cuadros) de temas profanos de Bartolom¨¦ Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) han hecho posible el proyecto del museo de M¨²nich de reunir la obra de tema infantil. En los dos centros exhibieron una o dos obras del Prado de car¨¢cter religioso. En el montaje de Madrid, el Prado aporta cinco obras del total de 15 para proponer comparaciones entre los dos estilos. Los cuadros, que se muestran en la galer¨ªa central de la primera planta, se han sustituido por otros murillos de los almacenes.

El director del Prado, Fernando Checa, y el comisario de la muestra, Javier Port¨²s, destacaron ayer en la presentaci¨®n la calidad de la pintura 'exquisita' de Murillo. 'La exposici¨®n tiene un contenido de alt¨ªsima calidad en todos sus cuadros, una muestra de gran exquisitez, como exquisita es la pintura de Murillo, que extrem¨® en la delicadeza de las escenas de g¨¦nero de tipo infantil de contenido no religioso o profano', declar¨® Checa. 'Estos cuadros salieron de Espa?a en el momento de su realizaci¨®n, en el siglo XVII, ya que no eran pintados para coleccionistas ni centros espa?oles; el inter¨¦s por Murillo se centr¨® sobre todo en los siglos XVIII y XIX. Eso explica que las colecciones espa?olas, incluido el Prado, no tengan piezas de car¨¢cter profano'.

Mundo infantil

La exposici¨®n, patrocinada por la Fundaci¨®n Winterthur, permanecer¨¢ hasta el 9 de diciembre en las salas 51a y 51b de la planta baja del museo. En el montaje destacan las obras de M¨²nich Ni?os comiendo pastel, Ni?os jugando a los dados, Ni?os comiendo mel¨®n y uvas , y de Londres, Invitaci¨®n al juego de pelota, Tres muchachos, en contraste con las religiosas del Prado (El Buen Pastor, San Juan Bautista ni?o, Los ni?os de la concha), a los que se suman dos aleg¨®ricos La muchacha con flores (primavera) y El hombre joven con cesta de frutas (verano), que se atribuy¨® al pintor hace dos a?os, y un retrato de Nicol¨¢s de Omazur, mercader de sedas de origen flamenco, coleccionista de algunas de las obras expuestas.

Port¨²s propone una reflexi¨®n sobre el tema infantil en Murillo, 'con una inventiva asombrosa', cuando, salvo la literatura picaresca, 'el mundo infantil es el gran ausente de la creaci¨®n en Espa?a durante siglos'. 'Sus escenas se convierten en arquetipos al crear un g¨¦nero gestual y compositivo que es asombroso y anula la cr¨ªtica feroz de Ruskin al decir que no ten¨ªan contenidos, origen de los t¨®picos sobre la pintura de Murillo'.