Fin de fiesta

Seguro que le habr¨ªa gustado decir adi¨®s con un cigarrillo en la mano y apurando el ¨²ltimo trago de whisky. As¨ª es como recuerdo a Carmen Rico-Godoy, en aquel piso de Hermanos B¨¦cquer, de Madrid, donde se encontraba en 1973 la Redacci¨®n de Cambio 16. Carmenchu se hab¨ªa incorporado a la aventura de aquel loco genial llamado Juan Tom¨¢s de Salas desde el comienzo. Como hab¨ªa viajado mucho y tenido mil oficios, fue nombrada administradora, con despacho en la cocina del piso. Ella, que nunca demostr¨® pasi¨®n por el dinero, administraba los entonces cuatro duros que hab¨ªa en un cofre met¨¢lico que nunca cerraba con llave.

Acababa de llegar de Buenos Aires, donde hab¨ªa dejado un hijo del que siempre habl¨® con orgullo. S¨®lo entonces Carmenchu dejaba entrever que tras aquella apariencia de mujer de mundo, con el cigarrillo y el whisky en la mano, hab¨ªa una mujer sensible, cari?osa, inteligente como pocas.

Porque el resto del tiempo, todo el tiempo, Carmenchu era la columnista mordaz, incisiva, iconoclasta, corrosiva, destructora si era preciso, si hab¨ªa que lidiar con los dictadorzuelos. ?Qu¨¦ geniales columnas hizo de Videla y sus compinches! Una pena que la que escribi¨® tras la muerte de Franco, aquel noviembre de 1975, no viera la luz: a los censores franquistas no les gust¨®.

Feminista en un tiempo en el que apenas si se conjugaba esa palabra, dej¨® la caja y se puso a escribir art¨ªculos y comentarios sobre pol¨ªtica internacional. Pronto llegar¨ªa su primera gran secci¨®n fija: Personal. Y tanto que era personal. All¨ª Carmenchu inici¨® una carrera imparable hacia el columnismo hecho con humor y mala leche. Ya no par¨®. Despu¨¦s de miles de art¨ªculos, llegaron los libros. Algunos llevados al cine, con gran ¨¦xito.

La vi este verano por ¨²ltima vez. Segu¨ªa igual: el cigarrillo en la mano. Por algo era socia fundadora del Club de Fumadores por la Tolerancia. L¨¢stima que acababa de escribir el que ser¨ªa su ¨²ltimo libro: Fin de fiesta.