Tiempo de pateras en Canarias
El desplazamiento del anticicl¨®n de las Azores hacia el sur anima la llegada de inmigrantes a las islas
El tiempo m¨¢s dulce comienza en Canarias a partir de septiembre. El anticicl¨®n de las Azores, que durante el verano permanece plantado con toda su fuerza al oeste de Portugal, es debilitado y desplazado hacia el Ecuador por las borrascas que barren Europa. El ambiente se torna entonces m¨¢s estable en las islas: el mar se queda como un plato, disminuye el viento y aumenta la visibilidad.
Este fen¨®meno, que tan bien conocen las agencias tur¨ªsticas europeas, es aprovechado por los inmigrantes para intentar cruzar los 100 kil¨®metros que separan ?frica occidental de Canarias, una distancia siete veces mayor que la existente entre Marruecos y la Pen¨ªnsula. Podr¨ªa decirse que la temporada de las pateras en las islas acaba de ser inaugurada.
Entre septiembre y noviembre disminuye el viento del norte, que dificulta el avance de las embarcaciones hacia Canarias, y aumenta el del noreste, que la facilita, en una proporci¨®n que oscila entre el 15% y el 21% de los d¨ªas. La temperatura del agua en la zona se eleva hasta los 22 o 23 grados, pr¨¢cticamente la de una piscina de verano en Madrid, lo que limita los riesgos de hipotermia en caso de naufragio.
El a?o pasado, septiembre y octubre fueron los meses durante los que la Guardia Civil intercept¨® a un mayor n¨²mero de inmigrantes en las islas: 237 y 212, respectivamente. En 2001 las cifras pueden dispararse. ?sto es lo que se deduce al comparar las llegadas de indocumentados que se produjeron en julio y agosto del a?o pasado (15 y 46, respectivamente) con los interceptados en los mismos meses de este a?o (215 y 279).
La jornada del lunes fue un ejemplo de lo que puede esperar la Guardia Civil de Lanzarote y Fuerteventura en las pr¨®ximas semanas. En la primera de las islas, los agentes interceptaron a 68 inmigrantes; 50 hab¨ªan sido desembarcados en varias lanchas desde un buque nodriza, y los 18 restantes hab¨ªan llegado a bordo de una patera. En Fuerteventura fueron detenidos otros 25 marroqu¨ªes, que hab¨ªan alcanzado la costa en dos pateras. En total, 93 irregulares llegaron en un solo d¨ªa. Ayer mismo fueron localizados 21 guineanos en la isla de Lobos, al norte de Fuerteventura. Un poco m¨¢s al sur, en el municipio de Antigua, naufrag¨® una patera con seis marroqu¨ªes, tres de ellos menores de edad. El cad¨¢ver del patr¨®n fue hallado cerca de la lancha.
Estas cifras, aunque elevadas, ser¨ªan asumibles en las costas andaluzas. Pero plantean serios problemas y despiertan una peligrosa alarma social en territorios tan peque?os y aislados como Lanzarote y Fuerteventura.
Naturalmente, todas estas prospecciones deben ser tomadas con precauci¨®n. Las variables que inciden en el fen¨®meno de la inmigraci¨®n no se limitan a las condiciones meteorol¨®gicas. El pulso del mercado laboral, el auge de la construcci¨®n o la exhibici¨®n de progreso de la di¨¢spora marroqu¨ª cuando vuelve a su pa¨ªs para pasar las vacaciones de verano son factores que ejercen un efecto llamada. Pero no parece que ninguna de ellas haya cambiado sustancialmente en los ¨²ltimos 12 meses.
Informes recientes en poder del Ministerio del Interior muestran que los lugares de partida de las embarcaciones que llegan a Canarias son los mismos desde hace dos a?os: la zona marroqu¨ª de Tarfaya y las playas pr¨®ximas a El Aai¨²n, en el S¨¢hara Occidental. Lo que el consejero de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno aut¨®nomo canario, Marcial Morales, defini¨® hace una semana como una incipiente 'l¨ªnea mar¨ªtima regular' no alcanza todav¨ªa los niveles de sofisticaci¨®n del Estrecho, pero lleva camino de conseguirlos.
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