El monstruo se vuelve contra Washington
La CIA apoy¨® desde 1986 el reclutamiento de radicales isl¨¢micos en la guerra contra la URSS en Afganist¨¢n
Los atentados terroristas contra EE UU son en cierta medida el ¨²ltimo legado de la guerra fr¨ªa. Sus autores, seg¨²n apuntan todas las sospechas norteamericanas, ser¨ªan los herederos de aquella internacional integrista isl¨¢mica que, con Osama Bin Laden a la cabeza, Washington autoriz¨® y apoy¨® durante la guerra contra la ocupaci¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n.
Bajo el t¨ªtulo La Yihad global, el periodista paquistan¨ª Ahmed Rashid documenta en un cap¨ªtulo de su excelente libro Los talib¨¢n (Pen¨ªnsula, 2001) c¨®mo en 1986 el entonces director de la CIA, William Casey, aprob¨® una vieja iniciativa de los servicios secretos paquistan¨ªes para reclutar radicales isl¨¢micos de todo el mundo que acudir¨ªan a Pakist¨¢n para unirse a la lucha de los muyahidin afganos. Desde ese momento, Pakist¨¢n orden¨® a sus embajadas en el extranjero que facilitaran visados, sin hacer preguntas, a cualquier persona que quisiera ir la luchar a Afganist¨¢n. La Hermandad Musulmana, la Liga del Mundo Musulm¨¢n, con base en Arabia Saud¨ª, y los grupos isl¨¢micos radicales organizaron el reclutamiento, entre ellos el del propio Bin Laden. Pakist¨¢n pondr¨ªa la base de operaciones y se ocupar¨ªa de su entrenamiento. Arabia Saud¨ª correr¨ªa con los gastos y Washington proporcionar¨ªa la cobertura pol¨ªtica.
La operaci¨®n no dejaba lugar a dudas para Washington. Como se pregunt¨® Zbigniew Brzezinski, ex consejero de Seguridad Nacional en ¨¦poca del presidente Carter, '?qu¨¦ era m¨¢s importante en la visi¨®n de la historia, los talib¨¢n o la ca¨ªda del imperio sovi¨¦tico?'. Esta pol¨ªtica dio resultados: para 1992 hab¨ªa 35.000 integristas musulmanes procedentes de 43 pa¨ªses isl¨¢micos de Oriente Pr¨®ximo, ?frica del norte y del este, Asia central y Extremo Oriente que hab¨ªan recibido su bautismo de fuego en Afganist¨¢n. Los buenos, como quedaba claro en la pel¨ªcula Rambo III (1988), eran los muyahidin afganos.
Como escribe Rashid, 'ninguno de los participantes en aquel juego previ¨® que aquellos voluntarios tuvieran sus propios objetivos y que acabar¨ªan por desviar el odio que sent¨ªan por los sovi¨¦ticos hacia sus propios reg¨ªmenes y los norteamericanos'. En su l¨®gica, a?ade, los integristas 'razonaban que, si hab¨ªan vencido a una superpotencia, ?por qu¨¦ no podr¨ªan derrotar tambi¨¦n a la otra, a EE UU?'.
EE UU no cambi¨® de pol¨ªtica hasta 1996. Ya era tarde. En 1998, Bin Laden, bajo la etiqueta del Frente Isl¨¢mico Internacional para la Yihad contra Jud¨ªos y Cruzados, promulgaba desde su refugio afgano una fatwa: 'La decisi¨®n de matar a norteamericanos y sus aliados, civiles y militares, es un deber individual de todo musulm¨¢n'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.