"Yo empec¨¦ a llorar. Todos nos abrazamos"
Mientras toda la atenci¨®n se centraba en la torre norte del World Trade Center, que ya hab¨ªa sido atacada, el vuelo 175 se estrell¨® contra la torre sur con una teatralidad homicida que sin duda estaba planeada para ser retransmitida en directo al mundo entero.
A medida que empezaron a conocerse los detalles de los ¨²ltimos 50 minutos en el aire del vuelo 175, los amigos y familiares de los pasajeros quedaban tan aterrorizados por lo que no sab¨ªan como por lo que sab¨ªan.
'Sentimos una enorme piedad por lo que suponemos que tuvieron que soportar', dijo Andrew Freedman, un amigo de la familia de Ruth Clifford McCourt. Ella y su hija de cuatro a?os, que se dirig¨ªan a un centro espiritual en Los ?ngeles, perdieron la vida en ese vuelo.
En el aeropuerto internacional de Logan, Boston, el vuelo 175 despeg¨® a las 8.15 con tan s¨®lo 56 pasajeros a bordo. Victor J. Saracini, de 50 a?os, un piloto con mucha experiencia, estaba al mando. El avi¨®n se dirigi¨® hacia su destino, Los ?ngeles, hasta las 8.47, cuando gir¨® bruscamente a la izquierda. Doce minutos despu¨¦s repiti¨® el giro para encarar directamente a la torre sur.
En alg¨²n momento, hombres armados con cuchillos atacaron a los asistentes de vuelo, seg¨²n relat¨® Peter Hanson en una llamada a su familia desde su m¨®vil. 'El avi¨®n se est¨¢ cayendo', dijo Peter. Viajaba con su mujer y su hija de dos a?os.
Detalles de vuelo
Hasta el martes, cuestiones como los n¨²meros de vuelo eran pura an¨¦cdota en nuestras vidas. Alasdair Drysdale, del Departamento de Geograf¨ªa de la Universidad de New Hampshire recibi¨® una llamada el martes por la tarde de la mujer de su colega Robert LeBlanc, profesor reci¨¦n retirado.
Leblanc hab¨ªa salido esa ma?ana hacia Los ?ngeles para dar una conferencia. Su esposa no estaba segura de los planes de viaje de su marido y conservaba la esperanza de que estuviera en otro avi¨®n. Pero en la oficina estaba el diario de LeBlanc: 'Dec¨ªa: 8 en punto, salida de Boston', cont¨® Drysdale.
En el avi¨®n viajaba tambi¨¦n Alona Avraham, de 30 a?os, un israel¨ª que visitaba Estados Unidos por primera vez y que hab¨ªa planeado su estancia al detalle, incluyendo el vuelo que le llevar¨ªa a visitar a un primo en Los ?ngeles despu¨¦s de pasar unos d¨ªas con un amigo en Boston.
'Su sue?o era escapar un par de semanas de las bombas en Israel', ha contado el primo, Danny Raimond. Hab¨ªa salido de casa a trabajar aquella ma?ana tras prometerles a sus hijos que, a la vuelta, traer¨ªa a su primo. 'Me dec¨ªan, 'd¨®nde est¨¢ Alona'', dijo Raymond. 'Yo empec¨¦ a llorar. Todos nos abrazamos'. Para entonces, las im¨¢genes del vuelo 175 estrell¨¢ndose contra la torre sur se hab¨ªan emitido en incontables ocasiones en todo el mundo.
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