Tir¨®n popular de Dr. Calypso, Muguruza y Dusminguet en Vic
Un p¨²blico mayoritariamente adolescente abarrot¨® calles y plazas la noche del viernes
La programaci¨®n del Mercat de M¨²sica Viva de Vic, como si el cartel de una fiesta mayor se tratara, no esconde este a?o grandes sorpresas. En la noche del viernes, los cabezas fueron Dr. Calypso, Dusminguet y Ferm¨ªn Muguruza. Ausencia de novedad no debe entenderse como falta de calidad o de tir¨®n popular. En la plaza de la Vila no cab¨ªa un alfiler. Un p¨²blico adolescente lo llenaba todo enarbolando signos catalanistas de cualquier tipo.
El Mercat de Vic tal vez sea realmente un mercado pero, a simple vista, no lo parece. Paseando por las calles y plazas de la ciudad parece que uno est¨¢ viviendo una gran fiesta mayor, grande, muy grande, impresionante. Una fiesta mayor l¨²dica y festiva como pocas. Todo el mundo lleva la sonrisa en la boca y el flujo humano entre los diversos escenarios es apabullante: hay calles por las que hasta resulta dif¨ªcil circular a pie, y encontrar mesa en alg¨²n restaurante es poco menos que una heroicidad.
El Mercat es realmente una gran fiesta mayor dedicada especialmente, m¨¢s que a los supuestos programadores, a los habitantes de la zona, que pueden asistir de forma gratuita (s¨®lo algunos conciertos, y no los m¨¢s multitudinarios, son de pago) a m¨¢s de 100 actuaciones en 14 escenarios diferentes. Y Vic lo acepta as¨ª, se lanza a la calle y lo inunda todo con una alegr¨ªa muy particular.
Sobre el escenario Dr. Calypso mezcl¨® el viernes idiomas y ritmos tremendamente bailables recreando los temas de su reciente disco On tour. Tambi¨¦n basaron su actuaci¨®n en su ¨²ltimo trabajo los Dusminguet, de La Garriga. Temas fronterizos (de la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico, por supuesto) que elevaron la temperatura del ambiente dej¨¢ndoselo caldeadito a Ferm¨ªn Muguruza que, con su Dub Manifest, consigui¨® que saltar¨¢n chispas en la abarrotada plaza.
A pocos metros de all¨ª, esos contrastes que siempre han caracterizado el Mercat de M¨²sica Viva (y que siguen siendo una de sus bazas m¨¢s atractivas) se magnificaban: en la Rambla una orquesta bastante hortera intentaba que el p¨²blico bailara, y en el Casino, lleno por supuesto, se estrenaba Arianna Savall, la hija de Jordi Savall y Montserrat Figueras, como cantautora. Imposible imaginar nada m¨¢s alejado del Dub Manifest de Muguruza. La m¨²sica con aromas medievales de la joven Savall, acompa?¨¢ndose al arpa, estar¨ªa exactamente en el polo opuesto. Como invitado de excepci¨®n en la primera fila, Miquel Mart¨ª i Pol.
Arianna Savall cant¨® uno de sus poemas. Antes, mientras Dusminguet le daban al mestizaje, se hab¨ªa presentado en ese mismo escenario una aburrida y poco cre¨ªble cantante argentina, Beatriz Pichi Malen, y en la Biblioteca, el inclasificable compositor balear Joan Valent ofrec¨ªa la m¨²sica de su reciente disco doble.
En el teatro Atl¨¢ntida tendr¨ªa que haber actuado Estrella Morente, hubiera sido uno de los picos de la noche, pero la hija de don Enrique se qued¨® varada en Estados Unidos (estaba all¨ª para la ceremonia de los Grammy latinos). Entrada la madrugada, el recinto ferial del Sucre, lugar id¨®neo para tomar la ¨²ltima copa con m¨²sica en vivo de fondo, volvi¨® a vivir una soberbia aglomeraci¨®n que, en un determinado momento, hasta aconsej¨® prescindir de las taquillas. En definitiva, la diversidad como bandera: el secreto del Mercat de Vic.
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