Trabajo y libertad
Sostiene la autora que un mayor paro y trabajo precario, unido a la menor participaci¨®n en la toma de decisiones, son una p¨¦rdida de la libertad individual y una limitaci¨®n al desarrollo econ¨®mico
Los ¨²ltimos datos sobre la situaci¨®n del mercado de trabajo en Espa?a y en Catalu?a facilitados por la encuesta sobre la poblaci¨®n activa reflejan las variaciones en la coyuntura econ¨®mica y los primeros resultados de la reforma del mercado de trabajo aprobada a principios de a?o. Indican, por ejemplo, una mayor debilidad, respecto al mismo periodo del a?o anterior, en la creaci¨®n de ocupaci¨®n y en la reducci¨®n del paro y de la temporalidad de los contratos. No se ha producido, por otra parte, el esperado incremento de los contratos a tiempo parcial indefinidos propiciados por la reforma laboral y con un peso significativo en diversos pa¨ªses europeos. Estas cifras muestran, tambi¨¦n, las dificultades de que se mantenga la coyuntura alcista de la econom¨ªa cuando gobiernos y grandes empresas no act¨²an de forma decidida a favor de mantener un crecimiento sostenido de la econom¨ªa.
Para el Gobierno, el problema es la poca flexibilidad para adaptarse a los cambios que pide la empresa
La estrategia ahorradora de trabajo, propagada entre y por las grandes multinacionales, est¨¢ siendo un perfecto catalizador de una recesi¨®n econ¨®mica m¨¢s anunciada que combatida por las instituciones p¨²blicas y privadas m¨¢s poderosas.
Malos augurios para un mercado de trabajo demasiado l¨¢bil como el nuestro, con un peso desorbitado de la contrataci¨®n temporal (un 31% del total de los contratos de trabajo), altas tasas de paro, y donde las presiones para reducir la protecci¨®n social, asumidas por el propio Gobierno, son dif¨ªciles de contener. Si contin¨²an las tendencias recesionistas es probable que crezcan de nuevo el paro (?ya ha ocurrido durante el mes de agosto!) y la temporalidad de la ocupaci¨®n, que los sindicatos tengan menos fuerza para frenar la pol¨ªtica desreguladora del mercado de trabajo y que desciendan los ingresos de los trabajadores.
Si bien el paro y los recortes de los ingresos afectar¨ªan de inmediato principalmente a trabajadores (asalariados o aut¨®nomos) con ocupaciones precarias, a corto plazo afectar¨ªan cada vez m¨¢s a asalariados con ocupaciones estables, ya que se disparar¨ªan los reajustes y reducciones de plantillas y los sindicatos experimentar¨ªan crecientes dificultades en las negociaciones laborales. Los asalariados m¨¢s afectados ser¨ªan trabajadores con contratos precarios y trabajadores con empleos menos cualificados y prescindibles que, presumiblemente, forman parte del 53,9% de los asalariados en Espa?a y al 42,9% en Catalu?a que obtienen en la actualidad ingresos inferiores a las 200.000 ptas (datos de la encuesta de Unespa y Gallup). Pero de forma creciente afectar¨ªan, tambi¨¦n, a ocupaciones m¨¢s estables y centrales para los procesos de producci¨®n e, incluso, a directivos. Formaci¨®n, sexo, edad y experiencia juegan un papel relevante en la posibilidad de que los trabajadores puedan mantener o mejorar su estatus en la sociedad.
M¨¢s paro, m¨¢s trabajo precario, menos participaci¨®n en la toma de decisiones y disminuci¨®n de los ingresos suponen una p¨¦rdida de libertad individual y limitaciones al desarrollo econ¨®mico, tal como expone de forma brillante Amartya Sen en el libro Desarrollo y libertad.
Pero el Gobierno de este pa¨ªs, que manifiesta una creciente y expl¨ªcita atracci¨®n por el an¨¢lisis neoliberal, se ocupa te¨®ricamente de c¨®mo alcanzar los equilibrios econ¨®micos necesarios para conseguir el incremento de la riqueza, y no parece que sit¨²e como problemas importantes las desigualdades en la distribuci¨®n de los ingresos, la disminuci¨®n del grado de libertad personal o las dificultades en conseguir un desarrollo econ¨®mico sostenible. Respecto al mercado de trabajo, sit¨²a como problema fundamental la escasa flexibilidad del mercado de trabajo a adaptarse a los cambios requeridos por las empresas. Sus propuestas parten de tres ideas fundamentales propias de la econom¨ªa ortodoxa. Primero: el trabajo es un castigo, una desutilidad para las personas compensada b¨¢sicamente por las retribuciones salariales. Segundo: el paro es voluntario, ya que siempre hay un precio (un salario) que permite que se igualen la oferta y la demanda de trabajo. Tercero: la intervenci¨®n de gobiernos y sindicatos impide que los salarios (y las restantes condiciones de trabajo) se sit¨²en al nivel necesario requerido por las empresas y haya equilibrio en el mercado de trabajo. De estas ideas, surge como propuesta b¨¢sica la necesidad de llevar a cabo una pol¨ªtica de desintervenci¨®n del mercado de trabajo.
Algunas propuestas concretas: eliminar o disminuir el salario m¨ªnimo interprofesional, ya que impide la formaci¨®n de salarios de equilibrio a niveles inferiores al salario m¨ªnimo; suprimir o limitar las prestaciones sociales a los parados, ya que los parados subvencionados ¨²nicamente querr¨¢n trabajar si reciben retribuciones que les compensen la desutilidad del trabajo; prescindir o reducir el papel de los sindicatos en la negociaci¨®n de las condiciones de trabajo, ya que la presi¨®n de los sindicatos impide que se establezcan salarios y condiciones de trabajo adecuadas para conseguir el equilibrio en el mercado de trabajo. ?stas son algunas de las principales ideas que est¨¢n guiando la pol¨ªtica laboral.
?Qu¨¦ perspectivas para los pr¨®ximos meses? El intento del Gobierno de acelerar la adopci¨®n de pol¨ªticas desinterventoras permite prever que se avecina un oto?o especialmente t¨®rrido. Entre otras importantes cuestiones, este inicio de curso tiene encima de la mesa los debates acerca del sistema de negociaci¨®n colectiva y la determinaci¨®n de los salarios m¨ªnimos, temas cruciales para la configuraci¨®n de nuestro mercado de trabajo y en los que existen divergencias radicales. Si la realidad nos confirma que el trabajo, especialmente el trabajo no precario, ofrece libertad, deber¨ªamos participar en estos debates y defender la libertad.
Carme Massana es profesora de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la U B.
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