Cultura arg¨¢rica bajo las aguas
Un grupo de arque¨®logos documenta poblados mineros de la Edad del Bronce en Ja¨¦n
![Gin¨¦s Donaire](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F45927f5a-76bf-4d88-b9b5-89aa721d4adb.png?auth=339c3297f4a00c8a0c3e1e9bc1cbe388192fd0235045d73758ba6652e101beff&width=100&height=100&smart=true)
Los arque¨®logos Francisco Contreras y Auxilio Moreno, acompa?ados de estudiantes de la Universidad de Granada, han utilizado este verano la barca como medio de transporte para realizar su trabajo: la excavaci¨®n del yacimiento de Pe?alosa, ubicado en un cerro que emerge sobre el pantano del Rumblar, en Ba?os de la Encina (Ja¨¦n). El trabajo ha sido la continuaci¨®n de las excavaciones llevadas a cabo hace una d¨¦cada, cuando el descenso de las aguas del pantano puso al descubierto un poblado minero de hace 4.000 a?os, y la confirmaci¨®n de que este n¨²cleo es una de las principales referencias de la cultura de El Argar, una de las m¨¢s importantes de la antig¨¹edad del Mediterr¨¢neo occidental.
Si a principios de los noventa se excav¨® el yacimiento hasta entonces sumergido bajo las aguas, este verano se ha continuado trabajando en la parte superior del cerro, la m¨¢s fortificada y donde se supone que viv¨ªa la aristocracia. Se trata de un conjunto poblacional muy jerarquizado que aprovechaba las laderas o terrazas naturales para ubicar las casas de manera escalonada en su pendiente. El profesor Francisco Contreras, que ha dirigido los trabajos, afirma que ha quedado acreditada la existencia de al menos una veintena de poblados mineros en todo el valle del Rumblar, con Pe?alosa como epicentro. La prueba m¨¢s evidente es la concentraci¨®n de todos los asentamientos mineros en el curso medio y alto del r¨ªo, es decir, donde se localizan los filones metal¨ªferos.
'Se ha demostrado que desde hace 4.000 a?os existe una planificaci¨®n para explotar el mineral', manifiesta el arque¨®logo de la Universidad de Granada. Los poblados excavados han revelado que en ellos se transformaba el mineral en lingotes de cobre y su salida hacia otras zonas de la Depresi¨®n de la Alta Andaluc¨ªa y de Sierra Morena. En Pe?alosa se ha documentado la existencia de pizarra, que se utilizaba para la construcci¨®n; arenisca para hacer moldes para la fundici¨®n del metal; s¨ªlex utilizado para la siega y hasta una piedra volc¨¢nica procedente que se utilizaba para fabricar las hachas.
Adem¨¢s, los arque¨®logos han podido reconstruir c¨®mo era el medio ambiente y el sistema econ¨®mico de los antiguos pobladores, a trav¨¦s de la recogida de 12.000 semillas (trigo, cebada, leguminosas o plantas medicinales).
Los trabajos arqueol¨®gicos, que financia la Consejer¨ªa de Cultura, pretenden poner en valor todo este conjunto de antiguos asentamientos mineros y permitir su exposici¨®n al p¨²blico. De momento, el Ayuntamiento de Ba?os de la Encina est¨¢ a punto de concluir un centro de interpretaci¨®n para la musealizaci¨®n de toda la zona. Tambi¨¦n la Consejer¨ªa de Turismo pretende incluir estos yacimientos dentro de la ruta minera que negocia con los ayuntamientos de la zona norte de Ja¨¦n.
![Francisco y Auxilio en la reproducci¨®n de una caba?a de la edad de bronce.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WOUZSUXIA5HSJ6VRRQJCK6SYFU.jpg?auth=25de0c0f08af8dbed100ee90d6e14493962b52522f9cf4b11e57cbc8df733ec7&width=414)
La vida de El Argar
Los ¨²ltimos trabajos arqueol¨®gicos en el yacimiento de Pe?alosa se presentan en la exposici¨®n Hace 4.000 a?os. Vida y muerte en dos poblados de la Alta Andaluc¨ªa, una muestra que intenta reflejar el impacto que tuvo la cultura arg¨¢rica en Ja¨¦n y Granada. De la provincia granadina se exponen los resultados de las excavaciones en el yacimiento de Castell¨®n Alto, en Galera, declarado en 1997 Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) y que puede ser visitado por el p¨²blico. La exposici¨®n, inaugurada ayer y que puede visitarse hasta el 25 de noviembre en la Iglesia de Santo Domingo de ?beda, incluye una reconstrucci¨®n virtual del yacimiento de Pe?alosa. Adem¨¢s, se incluye un taller de cer¨¢mica arg¨¢rica, la reconstrucci¨®n en escala de las casas o c¨¢scaras de huevo y restos de conejos, peces, avutardas o perdices que explican c¨®mo era el paisaje hace 4.000 a?os. La muestra que promueve la Junta y patrocina La General, que tiene una clara vocaci¨®n did¨¢ctica y pedag¨®gica, aporta informaci¨®n sobre los restos ¨®seos de los cad¨¢veres descubiertos que ayuda a saber la estatura y otros rasgos f¨ªsicos. Tambi¨¦n sobre los estudios antropol¨®gicos que demuestran la corta esperanza de vida de estos pobladores (apenas 30 a?os), los problemas de desnutrici¨®n en los ni?os o la proliferaci¨®n de enfermedades como la artritis y la artrosis en las mujeres por trabajar de rodillas o los problemas de columna en los hombres por las continuas cargas que trasladaban sobre sus hombros. La muestra constata la profunda creencia de los habitantes arg¨¢ricos en una vida posterior como lo demuestra que en sus ajuares funerarios incluyeran objetos de valor y alimentos como patas de cabra o de vaca. Los enterramientos suelen ser dobles (hombres y mujeres), una novedad respecto a los colectivos de la Edad del Cobre, lo cual presenta a la familia tal y como se concibe actualmente. Por lo dem¨¢s, la cultura de El Argar viene definida por la existencia de un urbanismo complejo; el desarrollo de una ideolog¨ªa guerrera y aristocr¨¢tica; mayor desarrollo de la metalurgia del cobre y uso m¨¢s frecuente de metales preciosos; una mayor jerarquizaci¨®n social; la expansi¨®n de un sistema campesino; y el aumento del intercambio de productos con las zonas cercanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.