La Reina se 'embarca' en la herrumbrosa nave

Los malos augurios hac¨ªan temer lo peor. Si llov¨ªa, como lo ha hecho esta semana, la operaci¨®n destinada a lograr la mayor brillantez e impacto medi¨¢tico naufragar¨ªa. Porque la maltrecha techumbre de la nave de los talleres generales de la antigua siderurgia saguntina no aguantar¨ªa las embestidas de la lluvia y se tendr¨ªa que haber suspendido el estreno mundial de una nueva y pretendidamente deslumbrante versi¨®n de Las Troyanas, de Eur¨ªpides. Pero el cielo se contuvo y la reina Sof¨ªa pudo presidir la funci¨®n, a la que no falt¨® ning¨²n cargo pol¨ªtico del PP que se precie. Encabezaba la delegaci¨®n el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, acompa?ado de la subsecretaria de Promoci¨®n Cultural, Consuelo Ciscar, promotora del proyecto incluido tambi¨¦n en la ubicua Bienal de Valencia y anunciado como la presentaci¨®n de la futura Ciudad de las Artes Esc¨¦nicas de Sagunto.

Para muchos de ellos ser¨ªa la primera vez que visitaban los vestigios de una antigua acer¨ªa que fue, sin embargo, la primera que acarre¨® con las duras consecuencias de la reconversi¨®n. La nave abandonada, acondicionada que no rehabilitada para recibir a tan insignes espectadores, es de hecho la gran protagonista del montaje dirigido e interpretado por la actriz griega Irene Papas, y que cuenta con otras firmas de post¨ªn, como la de Vangelis, Santiago Calatrava o la Fura del Baus. La iluminaci¨®n del montaje se encarga de subrayar la magn¨¦tica sensaci¨®n que producen los grandes espacios abandonados, con las paredes desconchadas, las ventanas rotas sosteniendo el vac¨ªo y el ¨®xido coloreando las pesadas vigas de hierro. No es extra?o, pues, que Irene Papas se empe?ara en representar la tragedia de las mujeres que habitaban la destruida Troya.

Pero nunca llueve a gusto de todos. Y aunque no se discute la mayor o menor calidad del montaje, s¨ª se pone en cuesti¨®n la oportunidad del costoso evento. Un centenar de miembros de la comisi¨®n ciudadana saguntina Ger¨¨ncia P¨²blica repartieron folletos en los que se preguntan qu¨¦ pasa con el deteriorado patrimonio arqueol¨®gico industrial saguntino y con la falta de medidas para conservarlo. Algunos desplegaron una pancarta ante la nave, estrechamente vigilados por la polic¨ªa, que impidi¨® que evitaran la entrada a los asistentes.