Nueva constelaci¨®n
El levantamiento de las sanciones a Pakist¨¢n y a India, impuestas hace dos a?os por su persistencia en los experimentos nucleares, es un paso m¨¢s de Washington, de especial importancia, para consolidar una amplia alianza con vistas a la probable acci¨®n militar internacional en Afganist¨¢n y otros frentes en su guerra declarada contra el terrorismo.
Para Pakist¨¢n supone la apertura de la puerta a ayudas econ¨®micas y financieras imprescindibles para lograr que una mejora perceptible de la situaci¨®n general quite fuerza a las presiones antioccidentales de amplios sectores de su poblaci¨®n. Con dos millones de refugiados afganos que podr¨ªan ser pronto muchos m¨¢s, el r¨¦gimen del general Musharraf necesita urgentemente argumentos para justificar su s¨®lido apoyo a los planes norteamericanos. India, que se ha sentido agraviada por el especial protagonismo de su enemigo tradicional en la actual crisis, ten¨ªa en todo caso que recibir igual trato.
Pero donde Estados Unidos est¨¢ teniendo mayores dificultades para conseguir los apoyos necesarios es en su negociaci¨®n con su tradicional y principal aliado ¨¢rabe, Arabia Saud¨ª. Ahora parecen aflorar todas las contradicciones inherentes al hecho de que el principal socio de Washington sea un r¨¦gimen islamista que legitima su poder autocr¨¢tico ante las masas con el apoyo al radicalismo en el exterior. Para nadie es un secreto que la mayor financiaci¨®n del radicalismo islamista en Afganist¨¢n y en otros pa¨ªses procede de las arcas de este r¨¦gimen opulento que gobierna por m¨¦todos poco menos que medievales.
Las dificultades de los negociadores norteamericanos para conseguir la autorizaci¨®n para utilizar sus bases en este pa¨ªs, as¨ª como el espacio a¨¦reo del mismo para su campa?a militar, son un exponente m¨¢s de estas contradicciones. Arabia Saud¨ª cuenta con un r¨¦gimen que es por principio tan hostil como los propios talib¨¢n afganos a la sociedad abierta que pretende defender la nueva alianza antiterrorista. Washington y Riad habr¨¢n de buscar f¨®rmulas para superar sus contradicciones en estos momentos, pero es muy probable que de la crisis en la que se encuentra el mundo desde el 11 de septiembre surjan nuevas constelaciones de alianzas e intereses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.