?D¨ªa sin qu¨¦?

El D¨ªa Europeo sin Coches, celebrado el s¨¢bado en casi un millar de ciudades del viejo continente con resultados dispares, se sald¨® en Valencia con un sonado fracaso. El escaso ¨¦nfasis que nuestras autoridades municipales pusieron a la hora de publicitar la iniciativa europea, de la que los ciudadanos recibieron muy poca informaci¨®n previa, y la tibieza de las medidas puestas en marcha al respecto -se limitaron al cierre de la plaza del Ayuntamiento al tr¨¢fico privado y a la distribuci¨®n, de forma casi clandestina, de bonos de transporte gratuito- dieron como resultado un d¨ªa sin coches en el que circularon por la ciudad casi tantos veh¨ªculos como cualquier s¨¢bado del a?o. El fiasco se vio acrecentado por la lluvia, que hizo su aparici¨®n por la tarde y disuadi¨® a muchos ciudadanos que hab¨ªan decidido dejar sus autom¨®viles en casa, que optaron por hacer uso de sus veh¨ªculos. As¨ª, los habituales atascos de los s¨¢bados por la ma?ana no s¨®lo no desaparecieron, sino que incluso se agravaron en algunos puntos como consecuencia del cierre de los accesos a la plaza del Ayuntamiento. Otras ciudades espa?olas y europeas tampoco consiguieron resultados espectaculares, pero los datos ofrecidos por los responsables municipales de Valencia respecto a la utilizaci¨®n del transporte p¨²blico y al tr¨¢fico registrado ese d¨ªa no son como para echar las campanas al vuelo. Porque, adem¨¢s, no parecen muy fiables, especialmente los referentes al transporte p¨²blico, dados a conocer antes de que los autobuses regresaran a las cocheras, donde al final de cada jornada se lleva a cabo el recuento de las m¨¢quinas canceladoras. De todo esto se deducen varias preguntas: ?Se increment¨® el n¨²mero de autobuses en circulaci¨®n para poder dar servicio a m¨¢s usuarios? ?C¨®mo y d¨®nde se distribuyeron los bonos azules de transporte gratuito, unos 40.000 seg¨²n fuentes oficiales? ?Fueron informados los conductores de la EMT de la existencia de tales bonos? Las dos primeras, que las contesten desde el Ayuntamiento. Por lo que se refiere a la tercera, la respuesta es no, al menos en el caso de los dos autobuses que abord¨¦ ese d¨ªa, cuyos conductores se interesaron vivamente por las tarjetas azules. Ni siquiera las hab¨ªan visto antes.