Un siglo de reflexi¨®n auton¨®mica
Un libro re¨²ne documentos hist¨®ricos sobre el autogobierno andaluz
Si nos rigi¨¦ramos ahora por el Estatuto de Autonom¨ªa propuesto en 1931 por las diputaciones andaluzas, el primero de los seis proyectos de autogobierno que se presentaron durante la II Rep¨²blica, pocos andaluces merecer¨ªan serlo, a tenor de su art¨ªculo segundo, que determinaba la p¨¦rdida de la ciudadan¨ªa andaluza a los condenados, los insolventes, los beodos habituales, los que estaban a sueldo de un Gobierno extranjero o los que viv¨ªan de la beneficencia p¨²blica.
El texto, presentado como proyecto de Estatuto de Gobierno Aut¨®nomo de Andaluc¨ªa, no pas¨® de ser un simple borrador. Los ayuntamientos se encargaron de enmendarlo. Pero su valor est¨¢ en ser el primero de la II Rep¨²blica en plantear el debate pol¨ªtico no s¨®lo sobre el autogobierno, sino sobre un modelo de Espa?a federal que iba m¨¢s all¨¢ de la mera autonom¨ªa. Este proyecto es una de las 80 referencias documentales que aparecen en la recopilaci¨®n de textos sobre la autonom¨ªa andaluza que han realizado dos historiadores: Manuel Hijano del R¨ªo, profesor de la Universidad de M¨¢laga, y Manuel Ruiz Romero, que prepara en la de Sevilla su tesis doctoral, centrada en la g¨¦nesis del Estatuto de Autonom¨ªa andaluz.
Prologado por Manuel Clavero Ar¨¦valo y editado por Sarri¨¢, el libro, titulado Documentos para la historia de la autonom¨ªa andaluza (1882-1982), es una compilaci¨®n de documentos que recorre un siglo del movimiento autonomista andaluz, desde las primeras reflexiones hist¨®ricas, como la Constituci¨®n de Antequera de 1883, que vinculaba el federalismo con el andalucismo, a la entrada en vigor del Estatuto de Autonom¨ªa en 1981. 'Era una asignatura pendiente de nuestra comunidad', dice Ruiz Romero, 'la Rioja, Valencia, Madrid o Murcia, adem¨¢s de las otras tres comunidades hist¨®ricas, ya tienen reunidos los documentos sobre su autonom¨ªa'. El historiador aclara que la obra es una selecci¨®n de textos ordenados cronol¨®gicamente, que no se valoran para que sea 'el investigador quien saque sus conclusiones'. Estas fuentes son variadas: propuestas de partidos, anteproyectos, manifiestos, decretos, panfletos, extractos de debates en Cortes o enmiendas.
Entre los antecedentes hist¨®ricos de la autonom¨ªa andaluza, se encuentra la primera solicitud de autogobierno que hizo el Centro Andaluz de Sevilla en 1918, con Blas Infante a la cabeza, y los anteproyectos de la autonom¨ªa que Andaluc¨ªa podr¨ªa haber tenido en la II Rep¨²blica, frustrados por la guerra civil y el franquismo. La disposiciones legales en las que se aprueba el r¨¦gimen preauton¨®mico para Andaluc¨ªa, el Pacto de Antequera de 1978, las propuestas de los partidos pol¨ªticos en democracia, el borrador de estatuto elaborado en Carmona en 1979, la pregunta del refer¨¦ndum del 28-F un a?o despu¨¦s y las iniciativas para desbloquear la v¨ªa del art¨ªculo 151 se recogen en la obra.
'Una vez que se pierde legalmente la v¨ªa estatutaria del 151, se gana pol¨ªticamente porque en las Cortes se sigue batallando. La soluci¨®n a la autonom¨ªa de Andaluc¨ªa fue un problema de Estado', recuerda Ruiz Romero. De ah¨ª al anteproyecto de Estatuto, firmado en Carmona en diciembre de 1980, el plebiscito y la ratificaci¨®n en Cortes en 1981. 'Son 100 a?os de reflexi¨®n hist¨®rica que conducen al primer Estatuto de Autonom¨ªa de Andaluc¨ªa', comenta el historiador, que resalta que la propuesta federalista de 1883 choc¨® con la crisis del 98. 'Desde entonces, el Estado comienza a asumir gradualmente la respuesta regional'.
'La democracia no se entiende sin la conclusi¨®n de esa experiencia hist¨®rica que es el Estatuto', afirma el historiador. Y concluye: 'El 28-F signific¨® para los andaluces lo que la Historia les neg¨® en 1936'.
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