La trinidad negativa

Eduardo Zaplana no quiere comparecer ante las Cortes para explicar su relaci¨®n con Gescartera porque no existe la menor vinculaci¨®n de la Generalitat con el caso y porque nada tiene que ocultar. Una trinidad negativa parad¨®jica. Si nada tiene que ocultar, m¨¢s raz¨®n para dar la cara. Si no existe vinculaci¨®n, qu¨¦ pintaba Jaime Morey como asesor (sin adjetivos art¨ªstico-musicales, a?adidos a posteriori) de la presidencia. Y si Chaves y Rodr¨ªguez Ibarra se han prestado a acudir al Congreso para dar cuantas explicaciones les sean requeridas, porqu¨¦ Zaplana se resiste a comparecer ante las Cortes Valencianas, a pesar de las sugerencias realizadas en este sentido por Javier Arenas. Sabido es que Jaime Morey acab¨® en la n¨®mina de asesores presidenciales a sugerencia de un popular periodista radiof¨®nico y es claro que la oposici¨®n intenta utilizar el nombramiento oficial del cantante para desgastar la imagen de Zaplana y, como poco, evidenciar la frivolidad de ciertas decisiones. El PP tal vez intente salirse por la tangente reduciendo la cuesti¨®n a una comparecencia en una comisi¨®n de control parlamentaria, pero no se da cuenta de que tres negaciones casi suenan a una confirmaci¨®n.