Heras alcanza el podio en el llano
Un abanico organizado por el US Postal hace perder tiempo a Mercado y Plaza

Como Manolo Saiz, inventor del abanico como arma t¨¢ctica, ha dimitido de la Vuelta, hubo un osado que dijo en Murcia: 'Puede que camino de Albacete haya viento, pero ya no hay molinos'. ?Qu¨¦ error! No est¨¢ Saiz o, si est¨¢, est¨¢ s¨®lo para intentar acabar cuanto antes esta Vuelta que tanto se le alarga al ONCE-Eroski. Pero s¨ª que est¨¢ Bruyneel, su alumno aventajado, que tampoco est¨¢ mal.
Dicen los corredores que durante una Vuelta a los directores hay que creerles, como mucho, la mitad de lo que dicen. En el caso del director del US Postal ese porcentaje es exagerado. Ayer, en la salida, como siempre que se llega a Albacete, tocaba psic¨®sis de viento y, cuando le preguntaron, el belga dijo. '?Pero qu¨¦ viento? Hoy es imposible hacer un abanico'. Y por la tarde, ya el hombre m¨¢s feliz del mundo, se re¨ªa de su mentira y daba su lecci¨®n t¨¢ctica. 'La clave est¨¢ en hacerlo en el momento justo. Ni siquiera hace falta un viento exagerado', dijo Bruyneel, sonrisa p¨ªcara en los ojos del veterano participante en el abanico m¨¢s hist¨®rico, aqu¨¦l que, con ¨¦l en el ONCE, dej¨® a Escart¨ªn y Rominger a m¨¢s de siete minutos entre Cuenca y Albacete. 'Se trata de que haya unos cuantos amagos. Un intento y para atr¨¢s, y as¨ª; y cuando la gente se conf¨ªa, zas, les das'.
Por las rectas de La Mancha, atravesando el pelot¨®n como una flecha afilada los montes de Chinchilla, soplaba, ligero, el viento del Oeste, desde la izquierda de la carretera. Comenzaron los amagos. La primera vez fue el Festina. Se fue, en l¨ªnea, a la derecha de la carretera y empez¨® a cerrar contra la cuneta a los que iban detr¨¢s. Todos marchaban inc¨®modos, que es de lo que se trataba: el primero que levantara el pie abrir¨ªa un hueco insuperable. Afortunadamente, llegaron los del Telekom, a los que les gustan las etapas pl¨¢cidas para que Zabel llegue a meta sin desgaste, y abrieron la carretera a la izquierda para comodidad de todos. La segunda vez fue el US Postal, los potentes rodadores del equipo de Heras. Como el d¨ªa veloz de Zaragoza, todos se fueron delante. Sevilla, Casero y compa?¨ªa, y hasta Mercado, escamados, se asomaron por all¨ª, vigilantes. Dos de mosqueo. Hubo otra y ya pocos rivales se acercaron a ver qu¨¦ pasaba.
Y luego, de repente, a 30 kil¨®metros de la meta, la cuarta. Zas. Cuando se quisieron dar cuenta, hasta Heras, que alcanz¨® el podio, y Rubiera, organizadores del acto, las pasaron canutas para entrar con los primeros. Casero, tambi¨¦n. Fue el ¨²nico del Festina que cogi¨® el tren. Los del Kelme no sufrieron. A los de Belda no se les enga?a tan f¨¢cilmente. Son pegajosos. Hasta pinchados, como Sevilla, con el tubular desinflado los ¨²ltimos seis kil¨®metros, aguantan. Quienes no estaban, una vez m¨¢s cazados atr¨¢s, fueron los del iBanesto.com, como Mercado, que perdi¨® el sitio en el caj¨®n, y los dem¨¢s del Festina, con Plaza. El madrile?o ya no podr¨¢ aspirar a ¨¦l, entre otras razones porque su equipo tard¨® unos 20 kil¨®metros en reaccionar. Quien no reaccion¨® fue el Chava. Se descolg¨® al tercer grupo y no colabor¨® en la caza fren¨¦tica, agotadora e in¨²til, que emprendieron por La Mancha. Donde s¨ª que hay molinos.
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