Una gran noticia... peque?a
La vuelta de Jordan a la NBA se difumina en los medios de comunicaci¨®n de Estados Unidos porque 'la atenci¨®n est¨¢ en otra parte'
![Enric Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe19959f9-1b77-4fa4-b4c9-ad9c27d18ec2.png?auth=cc48cfeca3c4fa713d7e16fc9e97f765f78a2bc782edcbaf28750ab1efa9f6c0&width=100&height=100&smart=true)
Ya est¨¢. La gran noticia deportiva del a?o ha llegado a la calle. Pero el retorno de Michael Jordan ha sido muy distinto a lo que se esperaba: un simple comunicado; un rinc¨®n en algunas portadas, no en todas, y unas pocas im¨¢genes en los informativos de televisi¨®n. El titular de USA Today resume la sensaci¨®n: 'Jordan vuelve a jugar cuando la atenci¨®n de los Estados Unidos est¨¢ en otra parte'.
El regreso a las canchas del mejor baloncestista de todos los tiempos mantiene una extra?a relaci¨®n con los grav¨ªsimos atentados terroristas del 11 de septiembre. Justamente ¨¦sa era la fecha en la que Jordan, de 38 a?os, deb¨ªa ofrecer una multitudinaria conferencia de prensa para formalizar un anuncio esperado durante meses. La cita fue desconvocada y todos los planes cambiaron. Los patrocinadores de la estrella, que ten¨ªan listas grandes campa?as de publicidad, optaron por la discreci¨®n.
El mundo ha cambiado este mes. Y Jordan tambi¨¦n. Nunca volver¨¢ a ser el de antes, por maravilloso que resulte su juego -y hay dudas sobre ello-, porque el p¨²blico le ver¨¢ de distinta forma.
Hace cuatro o cinco a?os no era infrecuente escuchar o leer las palabras 'el Jes¨²s negro' referidas a Jordan. Eso, ahora, en pleno luto por miles de muertos y con los sentimientos religiosos a flor de piel, ser¨ªa una blasfemia casi intolerable. No s¨®lo Jordan, sino cualquier otro gran deportista, es ahora humano, normal; sobran las comparaciones grandilocuentes. La devoci¨®n que se dedicaba al deporte se dedica a asuntos de mayor gravedad: las v¨ªctimas, la posible guerra, un futuro incierto.
Gatorade, por ejemplo, hab¨ªa montado una campa?a de anuncios sobre la vuelta del h¨¦roe. Pero no se emitir¨¢n, de momento, porque los deportistas han dejado de ser h¨¦roes. Al menos por una larga temporada, los h¨¦roes son los bomberos, los miembros de las operaciones de rescate en Nueva York, todos los que perdieron la vida tratando de salvar a otros; despu¨¦s lo ser¨¢n, tal vez, los soldados. 'Todo el mundo est¨¢ reconsiderando el tiempo, el dinero y la energ¨ªa que se dedica al deporte', comenta David Carter, especialista universitario en mercadotecnia deportiva.
'Que Jordan y su juego hablen por s¨ª mismos; lo mejor que podemos hacer ahora es no hacer nada', admite un portavoz de Gatorade. Nike, el mayor patrocinador de Air Jordan, tampoco desea hacer publicidad. 'La explotaci¨®n comercial no es apropiada', dijo Greg Johnson, vicepresidente.
Eso no implica que el dinero est¨¦ ausente de la operaci¨®n. Turner Sports, la cadena deportiva del imperio televisivo creado por Ted Turner, ha cambiado su programaci¨®n desde octubre para ofrecer el mayor n¨²mero posible de partidos del Washington Wizards; la cadena NBC piensa hacer lo mismo; la NBA vende desde el martes por la noche, por 140 d¨®lares (casi 25.000 pesetas), camisetas de los Wizards con el nombre de Jordan y el n¨²mero que llevar¨¢, el 23, el de siempre en el Chicago Bulls; Palm, fabricante de ordenadores de bolsillo y uno de los patrocinadores del retorno, cuenta con desarrollar, quiz¨¢ con un peque?o retraso, sus planes publicitarios en torno a Jordan. Los Wizards esperan un aluvi¨®n de peticiones cuando la semana pr¨®xima pongan a la venta las entradas para la temporada.
El impacto inicial, sin embargo, ha sido m¨ªnimo. 'Es dif¨ªcil celebrar cosas que en otros tiempos nos habr¨ªan parecido muy excitantes', escrib¨ªa ayer George Vecsey, comentarista deportivo de The New York Times. Jon Sarraceno, comentarista de USA Today, consideraba que 'Jordan no deber¨ªa haber vuelto'. S¨®lo la prensa de Washington expresa su satisfacci¨®n por tener a Jordan en los Wizards no como presidente, sino como jugador. 'Su electricidad iluminar¨¢ un equipo y una ciudad', titulaba The Washington Post.
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