'Nosotros atentamos contra las torres'
Un combatiente talib¨¢n aplaude los ataques contra EE UU y se declara dispuesto a ser un suicida
Salahuddin Jaled tiene la voz dulce, ojos angelicales pintados con una gruesa l¨ªnea de kohl y es graduado de uno de los campos de entrenamiento en Afganist¨¢n. Con s¨®lo mencionar el hecho de que m¨¢s de 6.500 personas han muerto en los ataques a Nueva York y el Pent¨¢gono su cara se ilumina con una sonrisa beat¨ªfica.
Parti¨® un d¨ªa a hacer la guerra santa, pero acab¨® en una celda con otros 40 detenidos en un campo de prisioneros, encaramado en las escarpadas monta?as del norte de Afganist¨¢n. Jaled, de 27 a?os, proveniente de Baluchist¨¢n (Pakist¨¢n), parece un tipo tranquilo y educado, no alguien que pudiera resultar sospechoso.
Pero asegura que el d¨ªa que vuelva a ser libre estar¨¢ preparado para volver al mundo y lanzar actos terroristas contra enemigos como Estados Unidos tan pronto como su comandante le d¨¦ la orden.
Con s¨®lo mencionarle que 6.500 han muerto, su cara se ilumina con una sonrisa beat¨ªfica
'Si me lo ordena, no hay problema, lo har¨¦ de inmediato', dice en un precario ingl¨¦s. 'Si para cometer un atentado no hay otra soluci¨®n que mi muerte, lo har¨¦ de todas formas. No tengo miedo a morir', murmura sentado sobre una manta dentro de la abarrotada celda. Montones de ropa, bolsas de pl¨¢stico, latas y zapatos cuelgan de las paredes y del techo como exc¨¦ntricos ornamentos.
La CIA estima que entre 50.000 y 70.000 militantes han sido entrenados como terroristas en Afganist¨¢n en los pasados a?os. Parece obvio que estos campos de entrenamiento sean objetivo prioritario para las bombas estadounidenses, aunque a estas alturas lo m¨¢s probable es que ya hayan sido abandonados y en su lugar no queden m¨¢s que un pu?ado de chozas de adobe.
Sin duda Jaled es un tipo que ha sido educado. Pero con un m¨¦todo aterrador. Relata los cursos que le han sido impartidos en Khowst (este de Afganist¨¢n) y habla de terrorismo, inteligencia, comandos, sabotaje, operaciones de guerrilla. Aprendi¨® c¨®mo usar armas y c¨®mo fabricar bombas. Jaled es un miembro de la organizaci¨®n isl¨¢mica, con base en Pakist¨¢n, Harakat ul Muyaidin, que seg¨²n ¨¦l tiene conexiones con Osama Bin Laden, acusado de los atentados del pasado 11 de septiembre.
Tras dos a?os de entrenamiento y de ense?ar a otros en el campamento de Khowst, se uni¨® a las filas de los talib¨¢n que en 1996 lograron expulsar del Gobierno a Burhanuddin Rabbani y tomar Afganist¨¢n. Unos meses m¨¢s tarde de aquello, Jaled fue capturado por las fuerzas de Rabbani y convertido en prisionero de guerra desde entonces.
Cuando habla de los atentados de Nueva York y el Pent¨¢gono, Jaled se vuelve euf¨®rico y comienza a usar t¨¦rminos como 'nuestro objetivo' y 'nosotros cometimos esa acci¨®n', como si hubiera estado directamente implicado en ellos.
'Puede que unos cuantos ni?os y mujeres murieran en los ataques. Pero nuestro objetivo eran hombres de la inteligencia, militares y profesores. Esa acci¨®n era muy importante para el Gobierno norteamericano, as¨ª que la llevamos a cabo'.
A pesar de su orgullo y su visible excitaci¨®n, Jaled dice que su organizaci¨®n probablemente no form¨® parte de los ataques. Pero se jacta de que 400 luchadores de Harakat ul Muyaidin fueron en ayuda de los talib¨¢n hace cinco a?os y adelanta que otros 4.000, con base en Kabul (la capital), Kunduz (norte) y Kandahar (sur) est¨¢n listos para luchar.
'Am¨¦rica es nuestro enemigo, pero no podemos luchar con ella cara a cara, as¨ª que luchamos con el terrorismo y con la guerra de guerrillas', asegura Jaled intentando justificar de este modo la muerte de civiles. 'Si los americanos vienen a Afganist¨¢n, lucharemos contra ellos. Yo voy a luchar all¨ª donde mi comandante me diga'.
Sus motivaciones fueron establecer un Gobierno isl¨¢mico radical en Afganist¨¢n para luego extender el movimiento hacia Asia central, algo muy temido en los Estados vecinos como Uzbekist¨¢n y Tayikist¨¢n, as¨ª como en Rusia.
'Queremos instaurar un Gobierno Isl¨¢mico y un centro isl¨¢mico en Afganist¨¢n. Lucharemos hasta que esta guerra finalice', clama Jaled refiri¨¦ndose a la guerra civil entre los talib¨¢n y la opositora Alianza del Norte.
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