Placer del texto
Las palabras son vivas y frescas. Y los int¨¦rpretes tambi¨¦n, lo cual no es muy frecuente. El teatro diario est¨¢ como resucitado, como reanimado o maquillado en su vejez: la costumbre es tomar viejos textos, espect¨¢culos que fueron gloriosos en la antig¨¹edad, interpretarlos con arreglo a aquel tiempo, y vestirlos y repintarlos: puede ser grato en su valor de museo, o para los espectadores nost¨¢lgicos, pero est¨¢n lejos de la vida del arte; y de la calle y las casas.
Gonzalo Su¨¢rez no es un escritor reciente, por cierto, pero era ya adelantado y audaz, fuera de prejuicios y de pudores. Su literatura est¨¢ ahogada por ¨¦l mismo porque el cine es m¨¢s grit¨®n que la literatura, y m¨¢s apoyado por los otros medios, y su trabajo de director es m¨¢s conocido que el de cuentista. Ha publicado un libro, La literatura (Alfaguara, con jugoso pr¨®logo de nuestro Mill¨¢s), donde se recogen sus cuentos; tres de ellos forman este espect¨¢culo del que Carles Alberola ha hecho una inteligente teatralizaci¨®n (quiero decir que no ha tratado de dominar el original, ni aplastar el texto, ni amordazar a los actores) y la frescura domina: Su¨¢rez es deslenguado, ense?a bien los traseros -el de la se?orita es encantador-, no oculta lo sexual, reinventa el amor.
Palabras en la penumbra
De Gonzalo Su¨¢rez. Adaptaci¨®n teatral: Carles Alberola. Int¨¦rpretes: Caries Sanjaime, Nina, Xus Estruch, Salom¨® Sanjuan, Mar¨ªa Almud¨¦ver, Rafa Miragali. Direcci¨®n: Carles Alberola. Teatro de la Abad¨ªa. Madrid.
Es un autor caliente, y esto no est¨¢ en contradicci¨®n con la frescura. Las tres parejas se intercambian, juegan, saltan de un escenario a otro, se confiesan, nos hablan a nosotros, y ofrecen, con el placer del texto y el de la interpretaci¨®n, el de la literatura, devolviendo el teatro a su situaci¨®n de g¨¦nero literario. El p¨²blico se re¨ªa -el humor del absurdo brilla continuamente: un absurdo que se obtiene a fuerza de humanizar mas all¨¢ de lo normal a los personajes- y aplaud¨ªa. Adem¨¢s del entusiasmo solidario que suele haber en todos los estrenos, hab¨ªa sinceridad en el aplauso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.