Toulouse no asusta a las qu¨ªmicas andaluzas
Empresas y Administraci¨®n estiman que el riesgo de accidentes graves por sustancias peligrosas es muy reducido
Cuando el 26 de mayo de 1985 la explosi¨®n de dos barcos petroleros en el pantal¨¢n de la refiner¨ªa que la compa?¨ªa Cepsa tiene en San Roque (C¨¢diz) caus¨® m¨¢s de treinta muertes, el entonces presidente de la Junta, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, lament¨® que Andaluc¨ªa careciera de sistemas de seguridad para evitar ese tipo de cat¨¢strofes. En los 15 a?os transcurridos desde entonces la situaci¨®n ha experimentado un vuelco. La tragedia vivida hace 10 d¨ªas en Toulouse (Francia) por la explosi¨®n de una f¨¢brica de fertilizantes, ha sugerido una l¨®gica revisi¨®n del estado de la cuesti¨®n en cada territorio.
En Andaluc¨ªa existen unas 60 industrias que utilizan sustancias qu¨ªmicas peligrosas, en su inmensa mayor¨ªa localizadas en Huelva, Campo de Gibraltar y Sevilla, que est¨¢n sujetas a una estricto entramado normativo estatal y auton¨®mico. Los estudios conocidos hasta ahora indican que en Toulouse no se tomaron todas las medidas de seguridad pertinentes y que la planta estaba casi obsoleta.
En las instalaciones industriales donde se utilizan sustancias altamente peligrosas, nunca se puede descartar un accidente de ese tipo, pero si ocurriera ahora nadie podr¨ªa entonar ya el lamento de Rodr¨ªguez de la Borbolla. Y si se tiene en cuenta la legislaci¨®n en vigor, es m¨¢s que probable que las hipot¨¦ticas causas ocultaran un incumplimiento de la normativa de seguridad.
'Es l¨®gico que un accidente as¨ª provoque una cierta inquietud en la poblaci¨®n, igual que cuando hay un accidente de avi¨®n se produce una cierta prevenci¨®n a volar, pero a las industrias no nos alarma porque conocemos las medidas de seguridad que tenemos', se?ala el gerente de la Asociaci¨®n de Industrias Qu¨ªmicas de Huelva, Juan Manuel D¨ªaz del Valle. Y explica adem¨¢s que las industrias qu¨ªmicas 'han sido de las m¨¢s avanzadas en la prevenci¨®n de riesgos laborales'.
El director general de Industria, Energ¨ªa y Minas de la Junta, Jes¨²s Nieto, no tiene dudas de que la normativa en vigor establece 'suficientes m¨¦todos de seguridad para la industria que emplea sustancias peligrosas', aunque admite que se han detectado nuevas sustancias que pueden provocar accidentes y que no est¨¢n tipificadas dentro de la normativa que determina un cat¨¢logo de las consideradas peligrosas, por lo que la Uni¨®n Europea prepara nuevas directivas reguladoras.
Este tipo de industrias est¨¢n obligadas a notificar las sustancias peligrosas con las que trabajan y en qu¨¦ cantidades las tienen almacenadas, de las que existe un registro en las delegaciones provinciales de la consejer¨ªas de Empleo y Desarrollo Tecnol¨®gico. Tambi¨¦n deben tener elaborados programas de prevenci¨®n de accidentes graves, y planes de emergencia interior y exterior que tienen que someterse a informaci¨®n p¨²blica y que deben ser probados peri¨®dicamente; as¨ª como disponer de infraestructuras de seguridad.
Nieto est¨¢ convencido de que 'en principio todo accidente puede ser evitado si se han tomado todas las medidas de seguridad suficientes', pero tambi¨¦n cree que no basta solamente con cumplir la normativa, y que es pertinente la modernizaci¨®n de las instalaciones y equipos, y algo que considera 'tan dif¨ªcil' como trasladar las instalaciones industriales para tenerlas lo m¨¢s aisladas posible de n¨²cleos urbanos y otras infraestructuras de tal forma que disminuya al m¨¢ximo el posible efecto domin¨®.
En este aspecto ponen ¨¦nfasis las organizaciones ecologistas, quienes advierten adem¨¢s sobre los riesgos medioambientales de las industrias qu¨ªmicas y los efectos que las emisiones que producen pueden tener para la salud de la poblaci¨®n.
Tambi¨¦n para el director del Centro de Emergencias Regional (Cecem) de Huelva, Francisco Huelva, aspectos como las emisiones de humos o vertidos son los que m¨¢s preocupan a los ciudadanos, que, seg¨²n su apreciaci¨®n, no les resulta tan inquietante la posibilidad de accidentes como el de Toulouse. Quiz¨¢ sea, dice, porque est¨¢n acostumbrados a convivir con estas industrias, y recuerda que en los 35 a?os de historia del Polo Qu¨ªmico de Huelva nunca ha habido un accidente grave.
S¨ª admite Francisco Huelva que lo delicado de la cuesti¨®n exige, adem¨¢s de las medidas de seguridad, un buen sistema de informaci¨®n que contribuya a crear tranquilidad. Por ello destaca la importancia del Centro de Informaci¨®n y Decisi¨®n medioambiental, que permite tener controlado en cada momento las emisiones al aire y al agua, o el compromiso que tienen todas las industrias del polo onubense de comunicarse entre s¨ª y al Cecem cualquier incidencia que tengan, como por ejemplo una enfermedad de un trabajador que requiera que una ambulancia acuda a una de estas empresas.
La Colonia del miedo
Si hay alg¨²n lugar donde la industria qu¨ªmica atemoriza a la poblaci¨®n es La Colonia, un peque?o poblado en el t¨¦rmino municipal de San Roque incomprensiblemente rodeado por la refiner¨ªa Gibraltar de Cepsa, y situado apenas a 100 metros del punto en el que el 26 de mayo de 1985 explotaron dos buques petroleros que descargaban crudo en el pantal¨¢n de la f¨¢brica. Algunos de los cad¨¢veres flotaron hasta la peque?a playa de La Colonia, encajonada entre una tuber¨ªa de refrigeraci¨®n de una central t¨¦rmica de Sevillana, al este, y el muelle de Cepsa, al oeste. 'Vivimos con miedo', se lamenta Emilia Boza, presidenta de la asociaci¨®n de vecinos, quien relata, entre otras incomodades, el constante olor a petr¨®leo, las lluvias de ceniza, el constante polvo negro y los continuos sobresaltos que producen los fuertes ruidos de las v¨¢lvulas de presi¨®n que a veces, dice, parecen verdaderas explosiones. 'Una no se acostumbra, y ese es el problema, oimos ruidos que nos parecen normales, pero que no sabemos en realidad lo que son', cuenta. En los pocos veh¨ªculos aparcados en la barriada se aprecia la huella de las emisiones. Muchos est¨¢n picados o manchados de part¨ªculas que sus propietarios aseguran son imposibles de limpiar. Y en los tendederos, la ropa corre el riesgo de quedar agujereada. La Colonia de Puente Mayorga sigue habitada por 65 familias pese a que tras aquel fat¨ªdico 26 de mayo de 1985 las administraciones se comprometieron a trasladar a los vecinos a otro lugar. La promesa qued¨® en el olvido, hasta que el proyecto de Cepsa de construir una central t¨¦rmica al otro lado del muro, no a m¨¢s de 50 metros de la barriada, ha permitido aumentar la presi¨®n. El Ayuntamiento ya ha anunciado el inminente comienzo de las obras de las nuevas viviendas en la zona pr¨®xima de Villa Victoria. Laura Gonz¨¢lez, de Ecologistas en Acci¨®n, se queja del abandono de la administraci¨®n y muestra una comunicaci¨®n del Defensor del Pueblo amparando su petici¨®n a la Junta para que se realice un estudio epidemiol¨®gico en la zona que permita conocer los riesgos reales que corre la poblaci¨®n.
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