San Mam¨¦s resucita el f¨²tbol m¨¢s viejo
Athletic y Betis se empeque?ecen en un partido sin ocasiones ni juego
Definitivamente, al Athletic se le atraganta San Mam¨¦s. Ni jugando bien, ni jugando mal consigue la victoria, algo que le tiene atenazado, nervioso, dubitativo. Ayer decidi¨® jugar a la vieja usanza -es decir, sin medio campo- en la constante y recurrente apelaci¨®n a Urzaiz, un coloso obligado a jugar de espaldas y en la l¨ªnea de medio campo. Una tentaci¨®n at¨¢vica que le sobreviene a los jugadores del Athletic en cuanto el rival resopla en su espalda. Ah¨ª no hay entrenador que valga.
El Betis, con el lustre del liderazgo en la camiseta, es un equipo conjurado para correr sin desmayo, pegarse al rival y chutar a la primera oportunidad, con o sin defensa por delante, con o sin compa?ero desmarcado. As¨ª lo intent¨® Gudjonsson en tres faltas lejan¨ªsimas, poniendo en apuros a Lafuente, que siempre esper¨® el centro. As¨ª lo pretendi¨® Casas, un delantero de los de antes, que tira a porter¨ªa caiga quien caiga por delante y sin levantar la cabeza del suelo. As¨ª nac¨ªa y mor¨ªa cualquier ocasi¨®n de gol.
ATHLETIC 0| BETIS 0
Athletic: Lafuente; Larrainzar, Lacruz, Carlos Garc¨ªa, Larrazabal; Urrutia, ?scar Vales; Joseba Etxeberria (Alkiza, m. 86), Guerrero (Ezquerro,m. 76), Javi Gonz¨¢lez; y Urzaiz. Betis: Prats; Varela, Juanito, Rivas, Mingo; Ito, Ca?as; Gudjonsson (Merino, m. 59), Capi, C¨¦sar (Belenguer, m. 89); y Gast¨®n Casas (Ikpeba, m. 66). ?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez, del colegio asturiano. Amonest¨® a Gudjonsson y Varela, por parte del betis y a Javi Gonz¨¢lez, Urzaiz y Lacruz, por el Athletic. Unos 35.000 espectadores en San Mam¨¦s.
El partido se emprobeci¨® progresivamente, trabado por la presi¨®n, las faltas y los pelotazos mejor gestionado por el Betis, que se lo llev¨® a su terreno y nunca dominado por el Athletic que, por vez primera, traicion¨® las ideas de su entrenador. Sin toque, sin pausa, sin control, sin paciencia, el encuentro se arrimaba a la orilla del Betis, que hab¨ªa saltado al campo con el af¨¢n de convertir el partido en una c¨¢rcel de trabajos forzados. Lo consigui¨® desde el principio, aunque ofensivamente parec¨ªa un equipo tan vulgar como tenaz y condenado ¨²nicamente a la pierna derecha del osado Gudjonsson. Con ¨¦l de por medio, mas vale aque nadie espere un centro.
Al margen del resultado, ambos equipos perdieron cr¨¦dito. La regeneraci¨®n del Athletic sufri¨® un par¨®n, la resurrecci¨®n de Guerrero (amargado por Ito) padeci¨® una reca¨ªda.
Heynckes decidi¨® ritar por la calle de en medio. Si el centro del campo no funciona, lo mejor adelantar a uno de los centrales (Carlos Garc¨ªa) para sorprender al rival. El Betis encaj¨® mal la decisi¨®n. Tanto se sab¨ªan la lecci¨®n inicial, que cuando le cambiaron el gui¨®n no supo que hacer. Juande movi¨® el banco para apagar el incendio y el asunto volvi¨® por sus fueros. Eso s¨ª, con el Athletic volcado a la antigua usanza -es decir con el ¨¢nimo, m¨¢s que con el juego-, tal como enpez¨® y el Betis empeque?ecido como si el paso de los minutos le convenciera de la grandeza del empate.
Un resultado peque?o para dos equipos, ayer muy peque?os, y muy lejos de las expectativas que hab¨ªan generado en la competici¨®n. A ambos les queda mucho por recorrer. Entre otros caminos, el de la regularidad, al Athletic, y el de la brillantez al Betis. Basta con que se fijen en Urzaiz, para encontrar el norte y el sur.
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