Ola de detenciones de ciudadanos ¨¢rabes en la frontera de Argentina

La b¨²squeda de presuntos terroristas isl¨¢micos ha llegado hasta la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, una zona caliente que desde hace d¨¦cadas es el centro del contrabando en Am¨¦rica del Sur. Por tierra y por aire efectivos militares han reforzado la vigilancia en un territorio que vive al margen de la ley. Las acciones policiales han provocado una ola de detenciones en los ¨²ltimos d¨ªas.

El ¨²ltimo operativo pill¨® por sorpresa al bullicioso centro comercial de Ciudad del Este (Paraguay), que durante el d¨ªa se convierte en un bazar donde todo se vende y todo se compra. Una decena de agentes de las fuerzas de operaciones especiales de la polic¨ªa paraguaya, enmascarados y de uniforme negro, irrumpieron el mi¨¦rcoles en una de las galer¨ªas y detuvieron a dos ciudadanos libaneses por supuestos v¨ªnculos con grupos terroristas.

Horas despu¨¦s de las dos detenciones trascendi¨® que el verdadero objetivo del operativo era el ciudadano liban¨¦s Asad Barakat, due?o del establecimiento comercial donde fueron detenidos Massen Al¨ª Saleh y Saleh Fayad, y que aparentemente huy¨® a la vecina Foz do Iguaz¨² (Brasil). La primera acci¨®n policial contra la comunidad de origen ¨¢rabe se produjo el pasado 21 de septiembre, con la detenci¨®n de 17 personas, 13 de ellas siguen arrestados por uso de pasaportes falsos.

Desde hace tiempo, los servicios de inteligencia de EE UU e Israel sospechan que la Triple Frontera es utilizada como zona de tr¨¢nsito o de descanso por c¨¦lulas terroristas de la ¨®rbita integrista musulmana. Los investigadores creen que el tr¨¢fico de armas, drogas y el lavado de dinero que se produce en la zona es una base de apoyo para dichas organizaciones.

La Triple Frontera fue puesta en el disparadero a ra¨ªz de los atentados antijud¨ªos de 1992 y 1994 contra la Embajada israel¨ª y la asociaci¨®n de mutuales de dicho pa¨ªs en Buenos Aires (107 muertos). Aunque nunca se ha podido probar, hay indicios de que la conexi¨®n internacional de las dos matanzas pas¨® por all¨ª.

Tras los atentados del 11 de septiembre, el Gobierno de EE UU pidi¨® a los Gobiernos argentino, brasile?o y paraguayo una mayor vigilancia en una frontera tan extensa como incontrolada. Estos d¨ªas pueden verse escenas in¨¦ditas en Ciudad del Este como la presencia de soldados armados y con uniforme de camuflaje o actuaciones de comandos antiterroristas a plena luz del d¨ªa. Al otro lado de la frontera, 400 miembros de la Gendarmer¨ªa argentina han sido desplegados en Puerto Iguaz¨², dos aviones Pucar¨¢ sobrevuelan la zona y se ha instalado un radar en la ciudad de Posadas, en un operativo denominado Vig¨ªa III.

El temor a una persecuci¨®n indiscriminada empieza a extenderse entre los libaneses, sirios y palestinos (unos 12.000) que residen en la Triple Frontera. Mientras, en la Embajada de EE UU en Asunci¨®n se respira un ambiente de malestar ypreocupaci¨®n por la sospecha de que elementos vinculados a organizaciones integristas pueden moverse con facilidad en una de las zonas m¨¢s incontroladas de Am¨¦rica Latina.